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Descubrimos las 25 mejores películas del 2015 [estrenadas desde el 1 de Enero del 2015 al 31 de Diciembre en España] para hacer un repaso a la actualidad desde el prisma del cine
A pocos días del fin de año toca hacer recuento de las mejores películas del 2015, esto es, estrenadas durante el 2015 en las salas de cine españolas. Con ellas avanzamos también los temas que consideramos más candentes de la realidad social y política. Desde StyleFeelFree consideramos que el cine como dinamizador cultural tiene que avanzar o ir por delante de la sociedad, marcando el camino que promueva un mundo más humanista. En este sentido, los relatos críticos, desde lo documental o desde la ficción, son cruciales para enfocar qué está pasando actualmente o qué podemos aprender del pasado para entender el presente. Pero además, hay otro canal, siempre infalible desde la observación certera, el de la imaginación efectuándose en relatos que apuestan por trazar desde lo esperpéntico, un atlas comprometido con la realidad más acuciante.
Volviendo la mirada hacia lo que hemos visto durante este 2015 vemos con esperanza como la mujer empieza a tener un peso importante en el cine como protagonista de tramas argumentales que no la sitúan como mera consorte de la historia. Así, hemos disfrutado de algunas heroínas de carne y hueso y anti-heroínas (tan fundamentales las unas como las otras) que dibujan una cartografía más comprometida con la realidad o con el cambio de mirada necesaria para no quedarse en estereotipos que en la práctica promueven valores que generan desigualdad. Desde esta perspectiva que contempla a la mujer sin recurrir al arquetipo imaginario rescatamos La lección de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, película que es además un retrato social contemporáneo que analiza la crisis económica pero especialmente, la crisis de valores en las sociedades actuales. Pero hay otra mirada femenina muy notoria en el cine que se atisba apuntando a las nuevas generaciones. Así lo hemos visto a través de los rostros más jóvenes, efectivos desde la honestidad y buscando un enfoque fresco que no pierde de vista lo social contemporáneo y que casi siempre encuentran un motivo para la esperanza. Tal es el caso de White God, Juana a los doce, Difret o El Nuevo Nuevo Testamento.
Otra de las claves de ese contemporáneo del que se nutre el cine son los entramados políticos que se materializan en conflictos armados y que actualmente están muy ligados a la religión que empuña la efigie de un dios vengativo y poco compasivo. En esta línea encontramos películas que tratan de narrar lo inenarrable o explicar discursos difusos. Aunque también cintas que son motivo para ensalzar lo humano por encima precisamente de representaciones, poderes y mentiras que tratan de aliar al débil o al fácilmente sobornable para utilizarlo como dardo. En esta categoría se sitúan Timbuktu, Syria Self-Portrait Silvered Water, La mirada del silencio, Mandarinas y Los caballos de dios.
Asimismo, como recurso que esquiva todo tipo de censuras, la creatividad al poder. Aquí nos sorprendemos con ingeniosos guiones y formas de representarlo que buscan que el espectador se posicione haciéndole partícipe de un juego que analiza y escruta pero que no es dogmático, sino que está abierto a interpretación. En este terreno destacamos películas como Langosta, Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia o Qué difícil es ser un dios.
Al margen de estos esquemas, en este resumen de las mejores películas del 2015 resaltamos también películas certeras que no estipulan asentarse en lo cómodo sino que apuntan hacia temas espinosos como los abusos cometidos por la Iglesia [El club], o con un enfoque humanista en el que mirarnos y mirar a los otros para volver a mirarnos asentándose muchas veces en miradas incómodas o poco visibles como en Corazón silencioso que trata el tema de la eutanasia; 45 años, adentrándose en las relaciones de pareja en el último estadio de la vida; Retratos de familia, acercándose a las nuevas relaciones familiares en donde también hay lugar para hablar de emigración y de crisis; Corn Island, entablando un diálogo mudo entre el hombre y entorno o Life Feels Good, descubriendo la inventiva y capacidad humana de superación y de amar en los márgenes de lo posible.
Además, hay otros títulos que no encajan en ninguna de las categorías establecidas pero que también son una imagen fidedigna de valores morales, actitudes y estéticas actuales en donde sobrevive la voluntad de cambiar un sistema injusto [Selma], con el ansia de poder [Macbeth], el nihilismo que no deja de ser significativo cuando todo a nuestro alrededor parece inalcanzable [Güeros], la revelación de cómo cada paso que damos es evidente en un sistema cada vez más totalitario desde la digitalización del mundo [Citizenfour], la necesidad humana de burlar cualquier tipo de sistema como forma de sentirse vivo [Taxi Teherán] o esos recovecos abismales de lo humano que Andréi Zviáguitsev mostró en la magnífica Leviatán.
- La lección (Kristina Grozeva, Petar Valchanov)
- Leviatán (Andréi Zviáguintsev)
- Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia (Roy Andersson)
- Timbuktu (Abderrahmane Sissako)
- Langosta (Yorgos Lanthimos)
- Syria Self-Portrait Silvered Water (Ossama Mohammed / Wiam Simav Bedirxan)
- El Club (Pablo Larraín)
- La Mirada del silencio (Joshua Oppenheimer)
- White God (Kornél Mundruczó)
- Mandarinas (Zaza Urushadze)
- Qué difícil es ser un dios (Aleksey German)
- Macbeth (Justin Kurzel)
- Juana a los doce (Martín Shanly)
- Taxi Teherán (Jafar Panahi)
- Corazón silencioso (Bille August)
- Retratos de familia (Anthony Chen)
- Difret (Zeresenay Berhane Mehari)
- 45 años (Andrew Haigh)
- Selma (Ava Duvernay)
- El Nuevo Nuevo Testamento (Jaco Van Dormael)
- Life Feels Good (Maciej Pieprzyca)
- Los caballos de dios (Nabil Ayouch)
- Corn Island (George Ovashvili)
- Güeros (Alonso Ruizpalacios)
- Citizenfour (Laura Poitras)