Rosana G. Alonso
Últimas entradas de Rosana G. Alonso (ver todo)

Entre las novedades que presenta esta 68 Seminci se encuentra la incorporación de una nueva sección, Alquimias, que busca poner la guinda a un festival que muestra su cara más lozana

Critical Zone | 68 SEMINCI | StyleFeelFree. SFF magazine
Imagen de la película Critical Zone | StyleFeelFree. SFF magazine

Repleto de cambios, la 68 edición de Seminci llega con aire renovado. El primero de estos se avanzó, a finales de abril, en la dirección del festival. José Luis Cienfuegos, que había llevado a lo más alto el Festival de Cine Europeo de Sevilla, tomaba el relevo de Javier Angulo tras 15 años gestionando la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Con una larga trayectoria al frente del Festival de Gijón y luego de Sevilla, certámenes que impulsó y dotó de significado, el sector parecía entusiasmado. A pesar de ello, nada hacía presagiar que la transformación de la Semana más conocida de Valladolid, en su celebración del séptimo arte, sería tan inminente e inmediata. En tiempo récord, el gestor asturiano ha modernizado un festival que tenía un cariz anclado en el tiempo, dándole nueva sabia. Ha remodelado secciones, añadido otras e impulsado iniciativas como la tercera edición del Mercado de Cine Independiente (MERCI Valladolid) que anteriormente acogía Sevilla.

Una de las novedades más llamativas es el estreno de la sección Alquimias, un espacio “para el descubrimiento de un cine vibrante y original”, como descubre la nota de prensa enviada a los medios. Desde el departamento de prensa de Seminci también notifican que “nace para acoger historias ubicadas en latitudes distantes, relatos que definen un momento y lugar, al tiempo que retratan las pasiones inherentes a la condición humana y evidencian las posibilidades del cine como espejo compartido de los acontecimientos del mundo”. Es una sección competitiva que cuenta con un premio de 10.000 euros patrocinado por Grupo Recoletas Red Hospitalarias.

El conjunto de películas que componen Alquimias son obras de autores que tienen, al menos, un recorrido de tres largometrajes en su trayectoria. Entre estos, destaca la presencia de prestigiosos nombres de la escena como Lav Diaz que pisa por primera vez Valladolid con Essential Truths of the Lake. También está el ganador del último Leopardo de Oro en el Festival de Locarno por Critical Zone; o Patric Chiha, con su portentosa The Beast in the Jungle, que pasó por la Berlinale dejando manifiesto un enunciado artístico que transmite y acompaña la escritura cinematográfica. En total, el itinerario propuesto lo conforman 8 filmes que valorará un jurado integrado por tres representantes de CICAE, la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo creada en Francia en 1955.

Junto a esta sección, sorprende el cariz que toma Punto de Encuentro, un apartado que, en su división de largometrajes, recoge un cine contemporáneo que busca renovar las formas y los discursos, atendiendo a un presente que tiene puesta la mirada en el futuro. Son 15 títulos que visibilizan el trabajo de cineastas que, hasta el momento, solo han realizado una o dos películas de ficción. Nombres que todavía no son muy conocidos por el público, pero que ya empiezan a cosechar sus primeros éxitos en festivales con propuestas que anticipan hacia dónde mirar y de qué forma. Por eso, tampoco extraña que, del conjunto total, 11 de estas obras audiovisuales estén firmadas por realizadoras que están recolectando éxitos en los festivales de clase A como Luna Carmoon con Hoard, una de las películas más efervescentes del pasado Festival de Venecia, o Malene Choi con The Quiet Migration, que despuntó en la Berlinale 2023 con el Premio Fipresci.

En esta sección para el cine más fresco se encuentra la película Negu Hurbilak, del colectivo Negu, que integran Ekain Albite, Adrià Roca, Nicolau Mallofré y Mikel Ibarguren. Recientes egresados de la ESCAC, ya cuentan con una mención especial en Locarno por esta ópera prima que narra la historia de una joven vinculada a la izquierda abertzale vasca. También podrán verse en Punto de Encuentro, entre otras, la película alemana One Last Evening, de Lukas Nathrath, que pasó por el IFFR, el Festival de Róterdam; Gasoline Rainbow, de los hermanos Ross, renovadores del indie estadounidense que tienen ya una incipiente (y extraordinaria) carrera como documentalistas y que ahora impresionan —en el sentido de recoger una impresión— con su primer largometraje de ficción. Una road movie que protagonizan cinco adolescentes, a través de los cuales descubrimos un paisaje humano y natural que sigue fascinándonos desde una mirada europea. Ensimismados con el entusiasmo juvenil que despertó la maquinaria de la cultura popular estadounidense, sus retratos tienen el ímpetu transformador que observa a una nueva generación a la que la cámara capta de modo contemplativo, evitando los modos más efectistas de Gus Van Sant o Larry Clark.

Más allá de la ficción, también tiene espacio el cine de lo real que, en la Seminici, cuenta, desde 1984, con una sección diferenciada denominada Tiempo de historia. Pionera en el ámbito de los festivales de cine, con dedicación exclusiva a la no ficción, presenta los últimos trabajos de autores tan reconocidos internacionalmente como Claire Simon o Wang Bing. Este último es la primera vez que recala en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, después de haber presentado alguna de sus ensimismadas piezas de observancia en el Museo Reina Sofía. No obstante, aquí tienen cabida desde nombres ya consagrados, hasta otros que trasladan a la pantalla la necesidad urgente de transformar lo social. Es el caso de Tana Gilbert que con Malqueridas ganó el Premio a Mejor Película de la Semana de la Crítica de Venecia. Lo hizo con una cinta, de espíritu colectivo, que rinde homenaje a las mujeres que hicieron posible una suerte de archivo de lo improbable, grabado en la clandestinidad de una de las cárceles más grandes de Chile.

Sin embargo, el plato fuerte sigue siendo la Sección Oficial de largometrajes con películas que compiten por la Espiga de Oro o de Plata. En esta ocasión, destaca la fuerte presencia de cine europeo que compone un retrato de familia encabezado por grandes nombres como Ken Loach y Agnieszka Holland a los que se une el brasileño Kleber Mendoça Filho, habituales en el certamen. A estos se suman otros cineastas de larga trayectoria como Marco Bellocchio. Igualmente, Seminci incluye figuras que están asentando las bases de una inédita cinematografía con unas señas de identidad reconocibles. Entre estas, hallamos a la italiana Alice Rohrwacher que presenta La quimera o Andrew Haigh con Desconocidos, adaptación libre de Strangers de Taichi Yamada. Del mismo modo, se suman otras voces más jóvenes con una percepción del mundo en sintonía con las nuevas demandas y sensibilidades como Molly Manning Walker con la arrolladora How to Have Sex, la gran sorpresa de la Sección Un Certain Regard de Cannes.

Rematando el gran banquete que tiene preparado esta Seminci 2023 la fuerte presencia de cineastas españoles es abrumadora. Son 16 producciones españolas, teniendo en cuenta la película inaugural que es una coproducción hispano-chilena-francesa. Abriendo el festival, La contadora de películas, dirigida por Lone Scherfig, cuenta con la presencia de actores como Bérenice Bejo, Antonio de la Torre, Sara Becker y Daniel Brühl. El resto de producciones españolas están repartidas entre las distintas secciones, pero el grueso se lo lleva la Sección Oficial con 6 películas de las cuales 3 son estrenos mundiales. Igualmente, destacan los debuts en la ficción de Víctor Iriarte con Sobre todo de noche y Laura Ferrés con La Imatge Permanent. Asimismo, autores consagrados como Manuel Martín Cuenca, Antonio Méndez Esparza o Lois Patiño tendrán su estreno nacional en un festival que busca acaparar todas las miradas. Valladolid ofrece no una, sino varias cartas gourmet, según el paladar del consumidor.