Rosana G. Alonso
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Hablamos con Laura Rubirola, directora, guionista y productora de ‘Vera’, un cortometraje protagonizado por la chilena Paulina García que nos introduce en una atmósfera de sueño que vuelve la mirada a los ochenta

Entrevista Laura Rubirola | Vera | Cortometraje | StyleFeelFree

La cineasta Laura Rubirola con la actriz Paulina García durante el rodaje de Vera | StyleFeelFree

De la producción, la catalana Laura Rubirola pasa a la dirección con Vera, un cortometraje estrenado en el Tribeca Film Festival, en plena pandemia por el COVID-19, que ha cosechado un buen puñado de premios a su paso por distintos festivales de cine. Destaca en este recorrido los 8 premios Pávez que recibió en el Festival Nacional de Cortometrajes de Talavera de la Reina. La película, que cuenta con el protagonismo estelar de la actriz chilena Paulina García, se sitúa en la década de los ochenta para narrar un proceso de alumbramiento platónico que experimenta una trabajadora mientras limpia una oficina en horario nocturno. Es a través de los objetos que habitan el espacio, que Vera, el personaje central de la historia, se imagina a Miguel, un hombre que no conoce y que recrea en su mente. En una época en la que conocer el aspecto físico de alguien sin haber entrado en contacto con esta persona, era inimaginable, la película vuelca toda su narración hacia el poder inagotable de la imaginación. Envuelta en un halo de cuento luminoso que se deleita en una narración clásica y prodigiosamente icónica, con esta película Rubirola no teme alejarse de una cinematografía de nuevo cuño que está sacudiendo los cimientos del género. Sobre su película, su perspectiva sobre la revolución feminista en el cine, y sus nuevos proyectos, hablamos por videoconferencia. El resultado es esta entrevista que nos acerca a una cineasta que entiende que todo proceso supone un aprendizaje.

(Rosana G. Alonso) Vienes de la producción y te embarcas en tur primer proyecto cinematográfico como directora y guionista, ¿cómo ha sido la experiencia? Más allá de los premios, ¿qué valoraciones haces al final de todo esto?

(Laura Rubirola) Para mí fue una experiencia muy de aprendizaje. He aprendido mucho porque al final, como dices, yo me he dedicado a la producción ejecutiva. Escribir y dirigir era la primera vez, así que básicamente me lo he tomado como un ejercicio para aprender. Y la verdad es que me lo he pasado muy bien. Por otra parte, he tenido que producir también, algo que acostumbra a pasar en los cortos. Es una circunstancia que te encuentras y que te roba demasiado tiempo. Pero en cuanto a la dirección y la escritura, que les tengo todo el respeto del mundo, me he sentido muy bien, también porque he estado muy bien acompañada por todo el equipo, lo cual ha sido muy importante. En el resultado final, bueno, podría haber mejorado millones de cosas, pero la verdad es que ver que la gente está respondiendo, que el corto se ve y tiene trayectoria, te hace sentir muy contenta.

«lo del no es algo que hasta que no me lo dan, no lo integro»

(RGA) Hay que reconocer también el acierto de incluir a Paulina García, una de las actrices más destacables del cine chileno en tu debut, ¿ya habías pensado en ella en la escritura del guion? ¿Cómo consigues involucrarla en un proyecto que no deja de ser muy modesto?

(Laura Rubirola) No conocía a Paulina García personalmente. La había descubierto en Gloria y después, en sus siguientes trabajos. Siempre me ha parecido una actriz increíble. La verdad es que escribí el guion pensando en ella desde el principio, porque me parece que tiene un registro muy amplio y que es buenísima. Además, igual por ser productora, lo del no es algo que hasta que no me lo dan, no lo integro. Entonces me lancé con toda la naturalidad del mundo. Le mandé al guion a su representante, a quien conocía, con lo cual sí que había un contacto previo, aunque con Paulina no. Leyó el guion y enseguida comenzamos a hablar de él. Me dijo que lo que había escrito le encantaba, que era muy lindo; y como es una persona súper-profesional y muy entregada a su trabajo, se cruzó el mundo. La verdad es que yo no lo esperaba y se lo agradeceré toda la vida.

(RGA) Una de las grandes bazas de tu película es el valor especial que tiene el objeto. Se rescatan objetos icónicos de los ochenta como el walkman, el visor de diapositivas, los gemelos. Piezas que alcanzan una dimensión importante. Actualmente el objeto ha perdido todo el valor, pero aquí tiene una fisicidad muy remarcada. ¿Qué importancia tiene en la película para ti? ¿Se usa, al mismo tiempo, para lograr llevarnos al pasado a través de ciertos objetos muy reconocibles de la época?

(Laura Rubirola) Es lo que dices, tiene una importancia enorme. También creo que nace de la idea en sí misma. La primera chispa que encendió la historia digamos que fue la idea de que alguien que no te ha visto nunca pueda tener una gran información sobre ti por las cosas que tienes, guardas, coleccionas, creas, por la música que te gusta; incluso, por tu trabajo. Es decir, que al final todo lo externo, que no es apariencia, tiene mucho que ver con nosotros. Fue a través de esta idea, y también de decidir que no hubiera diálogo, que cobran importancia ciertos objetos en concreto: el walkman, los gemelos… Necesitaba puntos de conexión con la otra persona, y necesitaba también objetos que fueran un poco más destacados, un poco más representativos dentro de la historia para establecer esa conexión. Lo de que sean objetos del pasado, es porque la época en la que está situada el corto respondía a que yo no quería que ella no pudiera buscarle a él por internet y ver su cara. Era un tema de ver. Para mí, uno de los temas del corto es la importancia que le damos al físico a la hora de fascinarnos por alguien. Por eso está ese afán de esconderle a él todo el rato. Hoy en día funciona distinto. Entras en internet, buscas en Google y encuentras una foto de Facebook. Yo quería evitar eso a toda costa y por eso el esfuerzo de ambientarlo en los ochenta.

(RGA) No es entonces que tuvieses una predilección por los ochenta. Buscabas más bien marcar la ausencia de ciertos personajes.

(Laura Rubirola) Fue más por lo que te comentaba. De hecho, los setenta me gustan más que los ochenta. Pero el corto pedía los ochenta y fue bonito recrear la época, aunque no fuese de mi predilección.

(RGA) También hay un componente mágico que diría que remite al cine de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, por la atmósfera de cuento. Sin buscar demasiado y aunque es muy evidente, es imposible esquivar a la ya mítica Amelie, de Jeunet, al pensar en el personaje que interpreta Paulina García.

«Vera está concebida como un cuento»

(Laura Rubirola) Todo el mundo me dice que ella se enamora. Pero la protagonista no se enamora, se fascina, se ilusiona, se proyecta. Todo esto tiene un componente como de sueño. Al final, está concebido como un cuento. Con el director de fotografía, Dani [Daniel Vergara], estábamos en eso. En crear una atmósfera que evidentemente tenía que ser realista, pero también tenía que tener un punto de sueño.

(RGA) Esa fascinación por el propio relato es muy brutal a nivel estético.

(Laura Rubirola) Y luego está el contraste, ¿no? Cuando ella encuentra el lugar vacío…

(RGA) Pero yo diría que no se pierde la atmósfera, incluso con el lugar vacío.

(Laura Rubirola) Sí, sí, eso es verdad

(RGA) Y está la luz que es muy cálida e intimista logrando crear esa atmósfera que comentas. ¿Cómo se valoró el uso de la luz en el espacio?

(Laura Rubirola) Yo lo había construido todo visualmente, o sea, lo escribí imaginándolo. Entonces, tenía muy claro que quería una noche lo más luminosa posible. Luminosa en el sentido de intimidad también. Es decir, una luz muy íntima, pero que no fuera algo oscuro. ¿Sabes? Porque al final la noche puede ser muy tenebrosa y eso no lo quería. El sonido también era un tema para mí. Porque además rodamos en un sitio muy complicado a nivel de sonido y también, no quería que se generara en ningún momento un cambio de género, ¿no? Entonces, sí que quería una luz básicamente muy íntima. Yo le decía siempre a Dani eso, íntima. Quería marcar también ciertos objetos, poner el acento en ellos. Y para mí era básicamente eso

(RGA) Entonces tampoco aquí se usa la luz por reminiscencia a los ochenta, porque es verdad que ese tipo de luminosidad remite más al pasado que otro tipo de luz más fría o directa.

«Siempre daba como referencia a Daniel Vergara las pelis de Todd Haynes»

(Laura Rubirola) No, no era por reminiscencia a los ochenta. Bueno, eso de remitir al pasado con la luz, igual es más aportación de Dani. Porque al final creo que cada artista hace lo suyo. Yo siempre le daba como referencia las pelis de Todd Haynes porque me gusta muchísimo y Carol era como una referencia que había pensado mucho. Lo de Todd Haynes lo había pensado sobre todo a nivel de tiempo y de composición del plano. Con esto él ya tenía una referencia muy clara. Además yo había dibujado el story del corto y él sabía muy bien qué planos iba a hacer yo. Por lo tanto, trabajó mucho la luz a priori. No fue lo de llegar y hacer. Fue bastante trabajado, como plano a plano también.

(RGA) También tengo que decirte que una película a la que me recordó a nivel argumental es a La Camarista de Lila Avilés, no sé si la conoces.

(Laura Rubirola) No la conozco.

(RGA) Es también una película centrada en una persona que trabaja en la limpieza y que es muy curiosa, fijándose mucho en las pertenencias de otros. Pero a diferencia de tu corto, La Camarista gira en torno a la precariedad laboral. Una de las cosas que me llama la atención de tu cinta es que no se aprecia denuncia al sistema. También es verdad que en los ochenta el neoliberalismo económico en el que estamos inmersos todavía no estaba campando a sus anchas como ahora. Es posible, sin embargo, que pueda haber denuncia en el sentido de que pones en valor algo que hemos perdido. Igual la época de los ochenta no te fascina por muchas razones, tal vez, simplemente a nivel estético, pero me gustaría saber si tenías una intención de recuperar un estilo de vida que hemos perdido. Porque ha cambiado la economía, ha cambiado la sociedad y nuestras pautas de consumo, ha cambiado todo. ¿Tenías una intencionalidad de hacer una denuncia, en este sentido, al escribir el guion?

«Tenía la voluntad de que Vera no fuese un personaje deprimido, que es lo que esperamos»

(Laura Rubirola) No creo que hubiera esa intencionalidad. Sí había una intencionalidad de reflejar un tipo de oficio que al final es el que es, quiero decir, que tiene las connotaciones que tiene, que no hay que verlo de una manera naif. Pero es verdad que no quería verlo de una manera triste, ni melancólica, ni decadente. Quería aportar ese punto de vista luminoso sobre un trabajo que es totalmente tedioso. Y esa voluntad sí que estaba. Me parece interesante lo que dices, pero sí que es verdad que al final la voluntad era la de recrear este personaje. Yo siempre había pensado en él porque la idea se me ocurre porque yo vivía con un compañero de trabajo durante el rodaje de una película y la persona que limpiaba un día dejó de venir sin previo aviso. Fue entonces, mientras limpiaba la mesa del comedor, cuando pensé en la cantidad de cosas que aquella persona podía imaginar sobre nosotros: éramos un chico y una chica, no dormíamos juntos, no cocinábamos -ni mucho, ni muy bien- y trabajábamos en algo que nos mantenía ocupados durante muchas horas al día. La protagonista venía de ahí. Quería que se dedicara a la limpieza. Lo que sí que siempre existió fue la voluntad de que no fuese un personaje deprimido que es un poco lo que esperamos.

(RGA) Eso me llamó la atención precisamente. Es cierto que se recurre a este tipo de perfiles más para hacer denuncia. No obstante, aquí se rescata la nobleza de un trabajo y Vera parece que disfruta de su trabajo. Pero, ¿no había intención de hacer denuncia, aunque fuera solo por el contraste entre la época de ahora y la de los ochenta?

(Laura Rubirola) La denuncia la entendía un poco al revés. Es decir, creo que al final si situamos siempre al personaje en el mismo paradigma, pierde la capacidad de ver que hay otro lado también, que hay otra posibilidad, ¿no? No creo que yo quisiera hacer como que le gusta su trabajo, sino como que es alguien interesado por el arte, por la cultura, por muchas otras cosas. Y que eso es algo totalmente natural, factible. Porque también damos muy por hecho que ese tipo de personaje pues escucha un tipo de música, hace un tipo de vida…

(RGA) Totalmente de acuerdo…

(Laura Rubirola) Entonces sí, eso sí que lo quería romper.

(RGA) Quizás esté más en consonancia con la película Nunca es demasiado tarde de Uberto Pasolini en la que su personaje principal también es una persona muy sensible, aunque tiene un trabajo muy poco agradable y no de índole intelectual

(Laura Rubirola) Bueno, era importante para mí que te creyeras al personaje. O sea, que te creyeras a ese personaje, que es ella, que está en el Palau los días antes de que la vayan a buscar, que se interesa por la programación del Palau y escucha lo mismo que están programado ahí, pero que no tiene ocasión de entrar porque trabaja de noche. ¿Por qué no? Entonces, sí hay una intención de situarla en su status social, digamos, pero que te creas que ese personaje existe y que le interesa ese tipo de música, y la lectura, y mil cosas más.

(RGA) Por otra parte, también por la época que retratas y la atmósfera, la protagonista está ajena a una revolución feminista que estamos viendo en el panorama cinematográfico actual, muy marcada tras el movimiento MeToo. ¿Cómo pensaste en este personaje y qué enfoque querías para él, siendo consciente al mismo tiempo de cómo está cambiando el cine y los roles de las actrices?

«Empecé a escribir el guion de Vera hace 4 años, que no era precisamente el momento cinematográfico actual»

(Laura Rubirola) Sí, la verdad es que pensé todo esto. Formo parte de la junta de Dones visuals que es una asociación que intenta equilibrar la presencia femenina en el sector. Es decir, no soy alguien ajena ni al movimiento, ni al momento, ni nada. Pero es verdad que me quedaba como forzado introducir cualquier elemento como más reivindicativo en este sentido. O sea, creo que habría perdido justo por la época en la que está situado, como realismo. ¿No? Entonces tampoco me quise yo misma autocensurar porque estuviésemos en este momento de la vida. Creo que igual pues haber introducido que él no fuera un hombre o tal, pues evidentemente era posible, ¿no? Y también pensé en todas estas cosas. Porque también es cierto que yo empecé a escribir el guion hace 4 años que no era este momento tampoco. Y luego, cuando ya conseguí la financiación, cuando ya me puse a hacer el corto, de repente estábamos en otro momento. Es decir, que sí que he pensado en ello pero también pensé que justo esta historia en concreto que yo estaba trabajando no pedía una reivindicación en ese sentido. No he tenido la verdad miedo tampoco de que nadie dijera, ostras, has retratado justo lo que estamos tratando de evitar.

(RGA) Es justo lo que dices, es una historia que pedía lo que pedía

(Laura Rubirola) También te digo que soy una persona que le da mucha importancia al momento en el que estamos en este sentido. Pero también creo que tiene que tener sentido incluirlo o no incluirlo y de qué manera. O sea, no en todo, ni en todas partes, va a tener el efecto que deseamos que tuviera tampoco.

(RGA) ¿Tienes intención de convertirlo en largo ahora que está empezando a ser algo bastante recurrente? ¿Cómo lo ves?

(Laura Rubirola) Lo he pensado, lo he pensado mucho. Pero no.

(RGA) Aunque solo sea por el tirón de Paulina García y continuar con una historia que tiene una intriga, que te preguntas qué pasará a continuación.

(Laura Rubirola) Acaba como que empieza algo, ¿no?

(RGA) Sí

(Laura Rubirola) Acaba como un primer acto. No, pero es verdad que lo he pensado bastante y creo que esta historia es para un corto. La verdad es que intentar alargarla me parecía también muy forzado aunque sea un momento propicio. Mucha gente me dice que lo alargue, o que lo convierta en una película coral, que ella sea un personaje, y luego haya otros personajes con un mismo tema o un mismo hilo. Pero yo creo que de momento se va a quedar así, la verdad es que a mí me convence más así que alargarla ahora mismo.

(RGA) Bueno lo dejas abierto entonces, de momento se queda ahí pero nunca se sabe

(Laura Rubirola) Igual algún día encuentro la manera de adaptarlo

(RGA) ¿Tienes algún proyecto más en mente como directora? En ese caso, ¿nos podrías adelantar algo?

(Laura Rubirola) Sí, estoy escribiendo en estos momentos, estoy intentando desarrollar un par de proyectos, pero bueno, la verdad es que la producción me quita muchísimo tiempo y al final la escritura es algo que requiere una concentración que ahora mismo no estoy terminando de tener y menos con el covid, ¿no?

(RGA) Sí, ha sido muy paralizante, sobre todo para la industria del cine

(Laura Rubirola) Se me han roto como los esquemas. Roto igual no, pero como interrumpido. Pues hay como cosas que ya tendría que haber acabado que no he terminado todavía. Pero sí, la intención es seguir. Ahora he dirigido un cortometraje, un video-danza para niños que me encargó mi hermana, ¿vale? Dirigir cosas distintas también me interesa. O sea, cosas que haya escrito otra gente o cosas distintas también como ejercicio para aprender. En estos momentos estoy con un largo y con una serie, que estoy escribiendo y desarrollando.
 

Tráiler de Vera (2019) de Laura Rubirola | StyleFeelFree Youtube