Rosana G. Alonso
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Ángela de la Cruz acaba de inaugurar la exposición ‘Traspaso’ en la Galería Helga de Alvear, una obra de madurez llena de vitalidad y colores brillantes

El discurso artístico de Ángela de la Cruz (La Coruña, 1965) se percibe impactante visualmente. Es el resultado de su estancia en Londres —donde reside y trabaja desde finales de los ochenta— pero especialmente de sus vivencias personales y su incansable curiosidad por todo cuanto le rodea. En el 2005 sufrió un derrame cerebral que mermó su capacidad física, pero lejos de apartarla de la escena artística revirtió la experiencia y siguió trabajando, lo que denota una robustez y energía resuelta que también está presente en su trabajo. En el 2010 llegó el fruto de esta disposición positiva con la nominación a los prestigiosos premios Turner, convirtiéndose así en la primera española en conseguir esta distinción. Sus obras, con títulos tan directos como nothing, throw o deflated son fruto de un lenguaje contundente que va un paso más allá del minimalismo para hacer partícipe al espectador de una emocionalidad que traspasa estructuras. Como si dotara a sus piezas de una viveza e inconformismo que también son parte de su esencia como artista. Ahora, parte de esta narrativa se puede apreciar en la exposición Traspaso en Helga de Alvear, la segunda muestra que la galería madrileña dedica a Ángela de la Cruz.

¿Cómo surge la decisión de irte a Londres después de estudiar Filosofía y Letras en Galicia?

Ángela de la Cruz: No terminé la carrera de Filosofía ya que me vine a Londres antes de acabarla. Muchos amigos míos venían a la capital inglesa y tenía curiosidad por ver como se vivía en Inglaterra. Me gustaban mucho ciertos grupos de música ingleses que estaban centrados en el Reino Unido en esa época, pero además de ello, estaba muy interesada en la escena artística británica del momento.

¿Qué expectativas tenías entonces y cómo se desarrollaron esas expectativas?

Ángela de la Cruz: No tenía ninguna expectativa, venía a ver que salía.

Con la distancia que ofrece el tiempo ¿Cómo ves ahora toda esa evolución desde finales de los ochenta hasta ahora? ¿Ha cambiado sustancialmente tu trabajo y tu forma de pensar propiciada también en parte por tus experiencias vitales?

Ángela de la Cruz: Cuando yo llegué a Londres eran los últimos años del gobierno de Margaret Thatcher y había una recesión enorme. Además de ello, también gente de extrema derecha (National Front) que atacaban a todo el mundo diferente a ellos, en especial a los extranjeros (indios, pakistanies, homosexuales, etc…). Eran muy racistas. Durante una época esta tendencia disminuyó pero ahora ha vuelto motivado por el gobierno conservador y UKIP.

En esta época Europa estaba cambiando. La caída del muro de Berlin, el final del comunismo, las guerras de las Malvinas, Iraq y la guerra del Golfo, etc… Ese ambiente de cambio me influyó mucho, era una época muy excitante. Aparte de todo esto, mi generación estuvo muy marcada por el sida y sus consecuencias. Fue una época de cambio político y social muy grande. Todo eso me marcó mucho y me hizo crecer como artista.

Hay otro aspecto importante en esta evolución, el accidente que sufriste. Esto afectó a tus capacidades físicas pero sin embargó no ha mermado tu capacidad artística, sino al contrario, se percibe una mayor lucidez y madurez en tu trabajo, ¿este episodio ha cambiado tu forma de entender el arte? ¿Cómo has revertido esta experiencia en la creación artística?

«Cuando tuve el derrame cerebral estaba segura de que volvería a trabajar en cuanto pudiese.»

Ángela de la Cruz: Cuando tuve el derrame cerebral estaba segura de que volvería a trabajar en cuanto pudiese. Siempre he trabajado con bastante gente en mi estudio. Cuando volví me hacía falta trabajar con más gente, pero básicamente es la misma situación de antes pero con más limitaciones físicas.

El trabajo que hago ahora tiene mucha claridad porque me dedico a pensar mucho antes de realizar la obra ya que tengo un tiempo muy limitado de trabajo en el estudio. En el estudio, voy a hacer lo que tengo que hacer y no me ando con rodeos.

Y la recompensa de este esfuerzo llegó con la nominación a los Turner, ¿Cómo recibiste esta noticia y cómo afectó a tu trabajo?

Ángela de la Cruz: Recibí la noticia con sorpresa. Me incrementó las ventas y me hizo más conocida a nivel general.

Tu obra es muy vital, los propios títulos de las obras son muy contundentes y expresivos, ¿qué porcentaje hay de experiencia y qué otro de imaginación o de otras referencias?

Ángela de la Cruz: Los títulos de mis obras y de mis exposiciones son fundamentales para leer mi obra, son parte del lenguaje de mi práctica. Mi trabajo es un total reflejo de cómo veo el mundo y la realidad que me rodea.

Se perciben en tu obra los referentes minimalistas y conceptuales pero estas concepciones se quedan pequeñas para definir tu obra. Te escapas a estas dimensiones tan estructurales para enfatizar lo emocional e incluso transcendental, ¿Cómo lo explicas?

Ángela de la Cruz: Utilizo el lenguaje del minimalismo porque con él puedo hacer toda la repetición que me facilita el reciclaje de mis obras, parte fundamental en mi trabajo. Utilizo siempre los mismos colores y las mismas dimensiones, siempre con referencia a mi cuerpo.

Incluso sexual. Tú misma has comentado en alguna ocasión que tiene tintes escatológicos y sexuales, ¿a qué obedecen? ¿Son impulsos individuales o es una forma de narrar algo colectivo? ¿hay una intención dramática?

Ángela de la Cruz: A mi me gusta el sexo como a todo el mundo. En los noventa leía mucha literatura erótica y me gustaba mucho el trash, las películas de John Waters y la obra de Almodovar. Mi trabajo es muy humano. Yo soy una esteta total. Me gustan las cosas bellas, por eso mis obras son brillantes y violentas, pero a la vez serenas.

¿Cómo llegaste a esa idea híbrida que te ha permitido adoptar un lenguaje nuevo que sin rechazar la escultura y la pintura no obedece ni a una ni a otra?

Ángela de la Cruz: Ahora mismo no me importa que sea una cosa o la otra, lo más importante es crear. Elijo el lenguaje más adecuado para mi obra en el momento en que la estoy haciendo.

La dualidad no sólo la vemos en la técnica sino también a nivel conceptual, ¿consideras que esta dicotomía es parte del mundo contemporáneo o en tu trabajo refleja únicamente una condición de ser y de pensar desde lo individual?

Ángela de la Cruz: Si. Hago pintura conceptual pero soy una pintora que utiliza el lenguaje de la escultura y también una escultora que utiliza el lenguaje de la pintura.

Parece que no estás ajena a las corrientes y tendencias actuales en otros ámbitos de la creación, ¿qué papel tienen las tendencias en tu forma de abordar el trabajo? ¿Te gusta estar implicada en las corrientes que fluctúan a tu alrededor o crees que el artista tiene que estar aislado en un mundo propio?

Ángela de la Cruz: A mi me gusta leer un montón, desde lo más cutre hasta lo intelectual, desde revistas de cotilleo hasta Jacques Derrida, por ejemplo. Me encanta la moda y también el cine. Trato de estar informada de lo que pasa a mi alrededor, sobre todo políticamente.

¿El arte sigue siendo clasista? ¿Sigue habiendo resistencias sociales, culturales e incluso políticas a determinados colectivos (por condiciones sexuales, geográficas, académicas u otras…)?

«el mundo del arte es duro para las mujeres»

Ángela de la Cruz: El arte es muy clasista en muchos sentidos. Hay mucha gente que vive del mundo del arte, algunos son sinceros y otros lo que quieren es apuntarse al bombardeo o a la fiesta. Por otro lado, el mundo del arte es duro para las mujeres. Las mujeres están ahí, pero los que siguen mandando y cobrando más son los hombres.

El mundo del arte siempre va a cuestionar la contemporaneidad por lo tanto, mientras se pueda hacer esto, es una forma de resistencia ya que el arte tiene unos valores muy tradicionales. Recordemos que era la iglesia y las casas reales en general las que patrocinaban a los artistas. Ahora sigue siendo lo mismo, para desarrollar obra tienes que tener gente que te sostenga económicamente.

Finalmente, ¿cómo ves el trato a tu obra en España? La repercusión parece que llegó después de los Turner, ¿crees que no has sido suficientemente valorada?

Ángela de la Cruz: He desarrollado mi carrera artística en Inglaterra, siempre me he sentido muy a gusto aquí y me han tratado muy bien. Además, en U.K, la política no interfiere en el arte como en España. A pesar de esto, las experiencias que he tenido en España han sido muy positivas, he conocido a gente realmente encantadora y me encanta trabajar con ellos. Algunos me gustan más que otros, pero eso pasa en todas partes.

Cierto es que alguna gente del arte en España me empezó a valorar más después de la nominación del Turner, pero yo ya era una artista valorada internacionalmente.
 
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Obra: © Ángela de la Cruz en la exposición Traspaso en Helga de Alvear. Foto: © Roux Feelfree para stylefeelfree.com

Ángela de la Cruz | Stylefeelfree

Obra: © Ángela de la Cruz en la exposición Traspaso en Helga de Alvear. Foto: © Roux Feelfree para stylefeelfree.com