José Carlos Redondo
Últimas entradas de José Carlos Redondo (ver todo)

Agnieszka Woszczynska presenta en su ópera prima, ‘Silent Land’, una inquietante y austera obra que cuestiona las relaciones sentimentales y los estamentos sociales preestablecidos

Silent Land | StyleFeelFree. SFF magazine
Imagen de la película Silent Land | StyleFeelFree. SFF magazine

Sumidos en su rutinaria vida, una pareja polaca se adentra en una isla del sur de Italia en busca de un descanso. Este argumento podría servir para una comedia veraniega, sin embargo, Agnieszka Woszczynska lo utiliza para retratar una realidad completamente diferente. Esta acomodada pareja busca el mayor lujo posible, son prácticamente perfectos, comen de forma impoluta, pasean como modelos y tienen sexo como auténticos atletas. Esta burbuja en la que viven se rompe cuando descubren que la piscina está estropeada. Por ello, le reclaman al propietario italiano una solución. Dicha solución es Rachid, un joven y apuesto inmigrante que aparece para arreglar la piscina. Con suma inteligencia, la directora confunde al espectador respecto al conflicto de esta obra. ¿El dueño de la casa querrá fastidiar el descanso de la pareja? ¿O las miradas de la mujer hacia el joven se plasmarán en algo más que un deseo?

En el primer tercio de la película, la confusión y el suspense sirven como apoyo para que la narración fluya de manera orgánica. Una vez instalados en calma, el primer giro de la película rompe todos los esquemas. El trabajador sufre un aparatoso accidente que paraliza el arreglo de la piscina y las vacaciones de la pareja. No obstante, la actitud y la versión de lo sucedido por parte de ambos es algo contradictoria. El sentimiento de culpa toma relevancia y la omisión de diálogos que verbalicen dicho sentimiento se torna como uno de los baluartes de esta obra. La acción predomina sobre otros elementos, otorgándole a la pareja una libertad de movimientos en la que se definen los sentimientos más profundos de ambos. Abrir o cerrar ventanas y puertas, el sitio donde se sientan a comer, la forma en la se miran, todo elemento es útil para narrar.

Además, al situar la acción en el sur de Europa, Woszczynska juega con la localización al enfatizar en la inmigración que ocurre en estas islas. Es palpable la búsqueda de la directora por conectar con una audiencia acostumbrada a la potente frialdad que se encuentra por ejemplo en Michael Haneke. Su mensaje es consecuente con la narración, el sentimiento de culpa puede invadir al rico, pero no a su hábito de vida. En conclusión, lo más destacable de Silent Land es la cantidad de elementos poéticos visuales que sirven para narrar y denunciar la visión de personas que miran por encima del hombro a otras. De esta manera, consigue reflejar la desconexión de una pareja representada en los silencios, el distanciamiento de dos mentes reflejado en dos cuerpos, y una lucha desigual entre dos clases.
 

Consulta los ESTRENOS DE LA CARTELERA DE CINE DEL 2022 con valoraciones de películas