Rosana G. Alonso
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‘Mis días felices’ trata de ofrecernos un pedazo de vida evitando el eslogan que hace visible solo a un sector de la sociedad, y determinados prototipos, a la hora de relacionarnos

Película, Mis días felices | StyleFeelFree
Fotograma de Mis días felices | StyleFeelFree

No importa la edad. El ser humano siempre busca una motivación, una ilusión, una esperanza que haga la vida más gratificante. Y el cine francés lleva mucho tiempo enseñándonos a vivir o al menos, mostrándonos historias de personajes que tratan de romper prejuicios, menos estereotipados que los personajes de puro celuloide. Mis días felices sólo trata de ofrecernos un pedazo de vida y para ello recurre a la novela Une jeune fille aux cheveaux blancs. Para mostrarnos que por mucho que el cine y la publicidad se empeñen en hacer visible sólo a un sector de la sociedad, lo cierto es que independientemente de eslóganes, la realidad es que el ser humano sigue sintiendo y experimentando mientras sigue respirando. Todo sea dicho, también es evidente que la industria del consumo está empezando a advertir que las mujeres de más de cincuenta, hasta ahora invisibilizadas, son un importante filón que se había dejado arrinconado hasta ahora y que por fin comienza a manifestarse.

Y aquí es dónde esta película, dirigida por Marion Vernoux, deja de ser demasiado arriesgada y empatiza con el público sin mayor problema. La historia recae en una mujer sexagenaria en un momento difícil de su vida, no tanto por la edad, sino por la sensación de tener que empezar. Con sesenta años su vida laboral llega a su fin y siente que tiene que volver a trazar un esquema de vida con demasiadas horas de ocio. En este punto conoce al treintañero Julien en un club para mayores y su vida vuelve a vibrar. Pero Caroline, el personaje central interpretado con solemnidad por  Fanny Ardant no es una mujer que a cierta edad va en busca de una historia que la haga sentir nuevamente viva. Julien —Lauren Lafitte—, su amante,  tampoco es un joven que busca desesperadamente la ternura de una mujer madura que haga de madre. Él, mujeriego; y ella, felizmente casada y abuela, deciden vivir esta historia sin pensar en las consecuencias y en nadie más. En definitiva, una historia entretenida, bien contada e interpretada, emotiva, sin excesos dramáticos y con un argumento con algún golpe ingenioso pero sin escapar a lo incomprensible. Lástima el final que se da de bruces, estrepitosamente, con los condicionantes sociales.
 

FICHA TÉCNICA
Título original: Les beaux jours (Bright days ahead/Mis días felices)
Dirección: Marion Vernoux
Guión: Marion Vernoux, Fanny Chesnel
Reparto: Fanny Ardant, Laurent Lafitte, Patrick Chesnais, Féodor Atkine, Emilie Caen, Alain Cauchi, Marc Chapiteau, Fanny Cottençon, Catherine Lachens
Fecha de estreno España: 29 de Noviembre de 2013