La Tate Modern de Londres visibiliza el legado que la artista Maria Bartuszová dejó a la escultura, en una época en la que pocas mujeres pudieron desarrollarse en este campo
Las experiencias personales y su profundo amor por la naturaleza sirvieron de estímulo a Maria Bartuszová (Checoslovaquia, 1936 – Eslovaquia, 1996) para crear esculturas. Sus treinta años de trayectoria artística dejaron como resultado una potente producción con la que la Tate Modern inicia el programa expositivo otoñal. Bartuszová consiguió, en una época con pocas oportunidades para las mujeres artistas, construir un extraordinario legado de alrededor de 500 esculturas. De estas, la institución inglesa reúne para esta exposición más de cincuenta trabajos en yeso junto con algunos moldes de bronce y relieves de aluminio. Así, con esta muestra se ilustra una carrera poco explorada hasta el momento que contribuyó notablemente a transformar la escultura abstracta.
Las esculturas táctiles, sensuales y evocadoras de Maria Bartuszová captan la vitalidad y precariedad de la vida. Al mismo tiempo, la exploración de formas en su producción escultórica favorece la imaginación y activación de los sentidos. Esto queda aún más patente gracias a las fotografías, presentes en este recorrido, de Gabriel Kladek. Son imágenes que documentan como las esculturas de Bartuszová sirvieron para la realización de talleres expresivos dedicados a niños ciegos y deficientes visuales. A su vez, este itinerario explora como la creadora hizo uso del breve y líquido proceso de fundición para modelar sólidas y delicadas obras de arte.
Una escultura renovadora
Pionera en el desarrollo de nuevos métodos para la fundición de yeso, Maria Bartuszová, aportó sus propias ideas al mundo de la escultura. En Košice, segunda ciudad más grande de la entonces Checoslovaquia, en la que pasó gran parte de su carrera, construyó su propio universo creativo. En plena Guerra Fría y sin apenas contacto con los eventos europeos y globales tuvo pocas posibilidades de mostrar sus creaciones. No obstante, y a pesar de los desafíos de vivir bajo un sistema totalitario trazó nuevos caminos para la escultura a través de su visión única y la experimentación constante.
Estas permanentes experimentaciones en el campo de la escultura la llevaron a desarrollar nuevos métodos de modelado. Así se observa en las innovadoras técnicas que formuló a principios de la década de 1960. Inspirándose en los juegos que realizaba con una pelota hinchable en compañía de su hija creó formas abstractas vertiendo yeso en globos de goma. Este método que ella acuñó como “estimulación gravitatoria” consistía en presionar y tensar dicha pieza para su modelación. El resultado reflejaba la profunda conexión de la artista con la naturaleza al recordar formas vivas y en crecimiento. Ya en la década de 1980 profundizaría en sus investigaciones elaborando nuevas prácticas de modelado con yeso a las que denominó “fundición neumática”. Esta nueva técnica se basaba en inyectar aire en globos y verter yeso sobre su superficie. De este modo, creaba volúmenes vacíos y frágiles que se asemejaban a conchas y huevos.
DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN
Título: Maria BartuszováArtista: Maria Bartuszová y Beatriz Cifuentes Feliciano
Comisariado: Juliet Bingham
Lugar: Tate Modern, Londres
Fechas: hasta el 16 de abril de 2023
Horarios y tarifas: consultar
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