Las creaciones poéticas de Cecilia Vicuña, en el Museo Guggenheim de Nueva York, recuperan el conocimiento indígena para participar activamente en un nuevo mundo
La artista Cecilia Vicuña (Chile, 1948) explora temas como la memoria, el lenguaje, la ciencia, la espiritualidad y el conocimiento indígena. Ahora, estas cuestiones se presentan por primera vez en un museo neoyorkino en la exposición Spin Triangulene del Museo Guggenheim de Nueva York. La muestra ofrece su trabajo, desde finales de la década de 1960 hasta la actualidad, a través de pinturas, obras sobre papel, textiles y películas. Además, cuenta con una instalación de quipu específica para el lugar y una performance única que ofrece un quipu «vivo». Esto es, una ceremonia participativa de curación colectiva que conecta la memoria antigua y la cultura contemporánea. Con ella, invita a los visitantes a participar activamente en el cambio poético y político de nuestro mundo.
El título de este recorrido es una creación poética basada en nuevos descubrimientos científicos que Vicuña relaciona con la espiral del Guggenheim y el quipu. El khipu (nudo) es un objeto anudado que consta de una cuerda principal de la que penden otras cuerdas confeccionadas en lana o algodón y elaboradas con hilos de colores que incorporan distintos nudos. Su propósito era transmitir una compleja información narrativa y numérica. Es un sistema de contabilidad y almacenamiento de relatos creado en los Andes de Sudamérica y posteriormente abolido por los colonizadores europeos. No obstante, se sabe que fueron conocidos por cronistas que emplearon la información que contenían según interpretaban especialistas que conocían su lenguaje.
El quipu es la respuesta
A mediados de la década de 1960, Cecilia Vicuña inició su serie Quipu. Esta está formada por esculturas blandas hechas con hebras suspendidas de lana anudada y sin hilar, a veces combinadas con objetos encontrados. Vicuña reimagina sus quipus como una respuesta poética contra las disparidades culturales, ecológicas y económicas. En este sentido, la instalación que propone para el Guggenheim de Nueva York, Quipu del Exterminio, se presenta en tres partes que representan la vida, la muerte y la resurrección. Es una llamada a la acción que pretende detener la extinción de las especies de la tierra y la pérdida de la diversidad biocultural. Lo hace para subrayar la conexión entre la ciencia y el conocimiento indígena que ha observado desde su encuentro con la cibernética como joven estudiante.
Las primeras pinturas figurativas de la muestra fueron concebidas como un acto descolonizador para subvertir la tradición petrolera impuesta a la cultura indígena. Estas obras entrelazan la biografía de Cecilia Vicuña con la historia del ascenso del socialismo. Fue tras el golpe militar chileno de 1973 cuando se dio paso a la dictadura de Augusto Pinochet. Entonces, Vicuña se autoexilió en Londres y su activismo político se intensificó por medio de iconos e influencias revolucionarias que se convirtieron en símbolos conmovedores. Algunas de estas inspiraciones van desde Karl Marx y la activista social chilena Violeta Parra hasta el arte popular andino, el animismo y el indigenismo. Al mismo tiempo, se dan a conocer obras que se basan en las Palabrarmas o armas de palabras. Una serie de acertijos y poemas metafóricos políticamente comprometidos que presentan su concepción del lenguaje como una entidad viva.
DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN
Título: Spin TrianguleneArtista: Cecilia Vicuña
Organización: Pablo León de la Barra
Lugar: Museo Guggenheim de Nueva York
Fechas: hasta el 5 de septiembre de 2022
Horarios y tarifas: consultar
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