‘To Unravel a Torment’, exposición acogida por el Museo Serralves de Oporto, recorre el trabajo de Louise Bourgeois para descubrir los sentimientos de temor y dolor que dominaron la vida de la artista
Superar una situación traumática nunca es fácil, pero ¿qué ocurre si los temores y sensaciones que el trauma trae consigo se materializan en forma de arte? Esto es lo que Louise Bourgeois (París, 1911 – Nueva York, 2010) hizo para procurar sanar sus heridas emocionales. Diez años después de su fallecimiento, la muestra del Serralves (Oporto, Portugal), To Unravel a Torment, recoge 32 obras de la artista. A lo largo del recorrido, el visitante podrá contemplar piezas que Bourgeois creó como resultado de situaciones y experiencias dolorosas que sufrió a lo largo de su vida. Entre las temáticas que aborda, la familia, la sexualidad o la muerte son asuntos continuamente tratados para hacer frente a sus más profundos miedos.
En To Unravel a Torment, Louise Bourgeois expresa sentimientos universales y la vulnerabilidad de los individuos, siempre desde su propia experiencia. La artista, quien recibió durante años ayuda psicológica, aprendió a reconocerse, acercándose a su universo introspectivo. De esta forma, en su trabajo se puede apreciar este autoconocimiento, por medio de una narrativa muy personal. Sobre esto explicaba que “el espectador puede que piense que no existen figuras en mi obra. Y es que el aspecto de mis figuras es abstracto. Estas son la expresión —en términos abstractos— de emociones y estados de alerta. Los pintores del siglo XVIII creaban temas de conversación; mis esculturas, en cambio, crean temas de confrontación”.
Mediante escultura, textiles o dibujos lo que vemos ahora, son algunas de sus obras más innovadoras.
Tanto la vida como la obra de Bourgeois se vieron altamente marcadas por el impacto que tuvo su relación con sus padres. La muerte de su madre, que falleció por los efectos colaterales de la gripe española cuando la artista tenía veinte años, la llevaron a intentar suicidarse por primera vez. Su padre, que fue infiel a su madre en numerosas ocasiones, trataba con desprecio a la artista; y su muerte en 1951 no hicieron más que agravar los problemas psicológicos de su hija. Enredada en una depresión marcada por los sentimientos de culpa, traición y abandono, Louise Bourgeois recibió durante unos diez años atención psicoanalítica. El resto de su vida se mantuvo en contacto estrecho con las teorías que le habían ayudado, junto con el arte, a ir recuperándose de sus traumas.
Entre las obras a destacar de la artista se encuentra Mamá (1999), una de sus piezas más emblemáticas. A través de esta enorme araña que se puede visitar en el Parque de Serralves, Louise Bourgeois rememora la figura de su propia madre, una tejedora de tapicería. La artista establece una conexión entre ambas, pues las dos son capaces de tejer y de reparar dicho tejido cuando es dañado. Asimismo, mientras que la araña protege sus huevos, la madre cuida de sus hijos. La figura del arácnido también le sirve para representarse a ella misma: el animal es capaz de crear la telaraña con su cuerpo, al igual que ella crea esculturas desde su interior psicológico. Así, esta y otras piezas como The Quartered One (1964) o Je t’aime (2005) reflejan sin escrúpulos las sensaciones de Bourgeois, recordando al visitante la importancia de enfrentarse a sus propias emociones.
Título: To Unravel a Torment
Artista: Louise Bourgeois
Comisariado: Emily Wei Rales
Organización: Philippe Vergne, director del museo y Paula Fernandes
Lugar: Fundación Serralves
Fechas: del 4 de diciembre de 2020 al 20 de junio de 2021
Horarios y tarifas: consultar
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