Rosana G. Alonso
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Vuelven nuevamente al Documenta Madrid como comisarios artísticos y con las ideas muy claras sobre su visión de una cinematografía que explora lo real, para completar un mapa de la actualidad más urgente

Documenta Madrid 2021 | StyleFeelFree
Imagen del cartel de Documenta Madrid 2021 de Inka & Niclas Lindergård | StyleFeelFree

Solo han pasado seis meses desde la anterior edición de Documenta Madrid, pero con la voluntad de recuperar el mes de mayo, el festival retorna más necesario que nunca para hablar de lo que está ocurriendo en el mundo. Lo hará del 26 de mayo al 6 de junio en formato presencial, y a partir del 31 de mayo desde la plataforma Filmin. En un tiempo record, se ha vuelto a diseñar un programa muy ambicioso que cuenta con 24 películas que competirán en las secciones nacional e internacional. Además, seguirá estando respaldado por sedes como el Museo Reina Sofía, Filmoteca Española o el Círculo de Bellas Artes. Concretamente, el Reina Sofía dedica un ciclo a Luke Fowler y Filmoteca Española repasa el trabajo de Djibril Diop Mabéty y Mati Diop. Por otra parte, una nueva sección, Back and Forth, recogerá obras restauradas de grandes cineastas como Pedro Costa.

Con tal despliegue, es difícil imaginar que algo se haya podido quedar en el tintero. No obstante, Cecilia Barrionuevo, co-comisaria artística junto a James Lattimer considera que “siempre quedan cosas por el entusiasmo que tenemos tanto nosotros como el resto del equipo. Pero también están los límites, las posibilidades y el número de días con los que cuenta el festival”. Versión que respalda su compañero, James Lattimer apreciando, igualmente, que “para la audiencia tener tantas cosas simultáneamente es complicado y es necesario encontrar un equilibrio”. Ambos parecían estar muy compenetrados respaldando sus afirmaciones respectivamente, en una sala Azcona deseosa de recobrar el entusiasmo por el cine, donde compartieron su propuesta artística con StyleFeelFree.

Lo primero que advertimos sobre la programación es que esta edición de Documenta Madrid 2021, aunque no es una continuación de la anterior, sigue una misma línea. “Para nosotros es un lujo en ese sentido poder repetir, porque empezamos el año pasado con algunos cambios, algunas ideas, y este año podemos continuar en la misma línea”, explica Lattimer. El duo comisarial tiene una visión del cine muy global que mira al presente. Lo argumentan muy bien al manifestar que “intentamos tener una visión del cine que trata de ver el paisaje completo y lo más amplia posible”. Por eso, según aclara Cecilia Barrionuevo, “intentamos percibir los movimientos que el abordaje de lo real va teniendo cada año y en base a eso, elaborar el programa”. Un programa que a simple vista no parece tener una unidad temática, aunque pudiera tener más conformidad estilística. “Más que sobre una temática es sobre un movimiento”, matiza Cecilia.

¿Cómo encajar las piezas de un puzle en un paisaje contemporáneo tan espinoso? La respuesta la tiene James Lattimer sosteniendo que “nos encontramos en una situación muy compleja en un mundo muy complejo”. Y continúa haciendo referencia a la forma de abordar esta cuestión. “Para poder presentar esta complejidad hay que también enfrentarlo con cierta complejidad”. De hecho, las formas híbridas son un signo del arte de nuestros tiempos. Así lo reflexiona el comisario analizando que “creo que este tipo de hibridación es muy contemporáneo”. Sin embargo, según puntualiza Cecilia Barrionuevo, “esto no significa que todas las películas sean híbridas”. Y explica a continuación la puesta en común de todas ellas. “No hay algo igual en las películas seleccionadas ni en cuanto a su forma, ni en cuanto a su contenido. Pero a todas les une una representación humanista de la realidad, fuera de visiones más apoyadas en la misantropía”, sentencia.

Hay otro aspecto que apunta Lattimer y que refuerza las declaraciones de Cecilia Barrionuevo al decantarse por una cinematografía que apela al humanismo. Es una manera de “ver el mundo con un tipo de cariño o ternura, aunque el mundo se encuentre en tiempos tan difíciles”. Lo que implica “un acto de reaccionar ante las cosas malas que están pasando”. ¿De qué forma se reacciona, teniendo en cuenta que se ha eliminado la sección Fugas? ¿Quizás existe ahora una predilección por lo vanguardista que revienta las etiquetas? Lo esclarece Barrionuevo al revelar que “la división entre ficción y documental cada vez es más complicada de mantener, igual que es difícil mantener una división entre formatos más tradicionales y otros más experimentales”. Y continúa señalando que “nos parecía que mantener esa división era algo que iba en contra de los mismos movimientos del cine hoy en día”.

Cecilia Barrionuevo se reafirma en su tesis al insistir en la decisión de unificar criterios que abolan las diferencias entre vanguardia y tradición. “No es que el festival se vuelva experimental, sigue siendo cine de lo real, pero abarcándolo desde sus múltiples posibilidades”. En realidad, según reseña, todo ha seguido un proceso natural. “Nos parecía más orgánico y de alguna forma fue algo que surgió”. James Lattimer lo ejemplifica dando algunos títulos que van en una u otra dirección. “Por una parte en la sección Back and Forth hay cosas digamos que muy experimentales”. Pero estas, según dilucida, conviven con formatos más convencionales. Y pone el ejemplo de la nueva película de Frederick Wiseman, City Hall, que trabaja con ideas clásicas del documental. Por eso, quiere concretar que “en realidad no pensamos, ‘necesitamos cosas más vanguardistas’, sino que se trata de si para su fin las formas que se usan funcionan”.

Más allá de decisiones formales, el programa de este Documenta Madrid 2021 busca además que exista una continuidad. Cecilia Barrionuevo destaca a Lourdes Portillo como muestra, una cineasta que ya había estado en el festival anteriormente y que en esta ocasión lo hace con una película que cumple veinte años. Se trata de Señorita extraviada, una evocadora pieza que documenta el secuestro, la violación y el asesinato de más de 350 mujeres en Ciudad Juárez (México), a través del testimonio de los familiares de las víctimas. Incluso con inevitables destellos, que sin duda los habrá, Barrionuevo tiene muy claro que lo importante es el conjunto programático. “Tratamos de hacer un buen tejido, un buen entramado entre todas las seleccionadas, para que entre ellas pudieran generar buenos diálogos”. Y para ilustrarlo nos invita a pensar en un cuadro. “En la composición de un cuadro si quitas un elemento desbalanceas el resto”.

Según defienden Cecilia Barrionuevo y James Lattimer no hay película que no tenga su razón de estar en este Documenta Madrid 2021. Ello es una buena invitación a verlas todas, o al menos, una invitación para que vayamos dibujando un buen recorrido que ilumine las zonas oscuras. Quizás después de estos días, una vez que el festival llegue a su fin, podamos ver el paisaje en su totalidad y comprender, con cierta empatía por lo humano, de qué va esto de la vida. Al menos, eso es lo que esperamos.