Rosana G. Alonso
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Desde sus primeras fotografías de calle en blanco y negro, hasta la expresividad conceptual de sus últimas series, la Fundación Mapfre sigue el rastro de Anthony Hernandez en la exposición que le dedica en su sede de Bárbara de Braganza

Anthony Hernandez | StyleFeelFree
Obra: Screened pictures #2 [Imágenes filtradas nº 2], 2017 de © Anthony Hernandez | Foto: © StyleFeelFree

Anthony Hernandez (Los Ángeles, 1947) a lo largo de su trayectoria artística en el campo de la fotografía, ha ido adoptando diferentes estilos, temas; e incluso, tiende a cambiar con frecuencia de formato. Si hay un binomio que define su itinerario es observación-evolución. La fotografía se convierte de esta forma en un medio para el aprendizaje que tiene que ver con el descubrimiento. De todo lo que jalona la vida, enfrentada al arte, que enseña a mirar, para revelar. Así lo descubrimos en la exposición que hasta el próximo 12 de mayo podemos ver en la sala Bárbara de Braganza (Madrid), de la Fundación Mapfre.

Alrededor de una centena de fotografías componen la retrospectiva, dividida en ocho secciones temáticas, que apuntan a estos virajes en la dilatada carrera de Hernandez que cubre más de cuarenta y cinco años. Desde sus inicios como fotógrafo de calle, hasta su última serie, Screened Pictures [Imágenes filtradas], que lo posicionan, a día de hoy, como un fotógrafo capaz de reinventarse, saltando del siglo XX al XXI sin perder frescura. De hecho, está más de actualidad que nunca. Como él mismo apuntó en la rueda de prensa, con motivo de esta exposición, sus fotografías irán directas de la sede de la Fundación Mapfre a Venecia, por interés de Ralph Rugoff, director de la galería Hayward de Londres que este año dirige la 58 edición de la Muestra Internacional de Arte de la Bienal de Venecia 2019.

Hijo de inmigrantes mexicanos Anthony Hernandez se crió en Los Ángeles pero la ciudad que retrató, como reconoce Erin O’Toole, comisaria de este recorrido, “no es la que sale en la televisión y el cine, sino una ciudad más cotidiana y sombría”. Por ello, evita precisamente el ideal hollywoodiense y las alegorías oficiales de las élites blancas. Estas representan tan solo un porcentaje ínfimo de la población, en comparación con el conjunto que suman los latinos, negros y asiáticos de Los Ángeles. No obstante, la profundidad que caracteriza su trabajo está más enraizada en el individuo, sin destacar su condición, a pesar de que esta es determinante para el espectador que atisba las señales del desarraigo, intrínsecas a un modo de situarse en el mundo, afectado por lo que se ve.

Como apunta Nadia Arroyo, directora de cultura de la Fundación Mapfre, uno de los rasgos más característicos de Hernandez es “la importancia que tiene lo humano, incluso en aquellas imágenes en las que ya no se aprecia su rastro”. De hecho, en la serie Landscapes for the Homeless, así lo señala O’Toole, “Anthony Hernandez humaniza a los sujetos ausentes prestando atención a lo que han dejado a su paso, como haría un arqueólogo”. Esta serie, realizada a finales de los años ochenta y principios de los noventa, sirve de modelo para entender como la belleza no tiene por qué ir separada de la brutalidad dramática del gesto, muy visible también en Lewis Baltz, fotógrafo con quien comparte muchas inquietudes, especialmente, tras abandonar la fotografía de calle que entronca con Garry Winogrand a quien conocería en Nueva York por mediación de John Szarkowski, por aquel entonces director de fotografía del MoMA.

Fotógrafo de itinerarios compartidos: Winogrand, Baltz y Ghirri

En efecto, es inevitable acercarse al trabajo de Anthony Hernandez buscando puntos de conexión con otros fotógrafos. En cierto sentido, porque a pesar de la naturaleza propia e irreconocible de Hernandez, establece muchos paralelismos con algunos de sus contemporáneos. Para empezar con Garry Winogrand, más por entrar en un terreno, el de la calle, en el que este se movía como pez en el agua, con su característico éxtasis de vivir, que por los rasgos de las fotografías de uno frente a las del otro. En Winogrand se identifica sobremanera la colosal energía de momentos que dinamiza con su característica inclinación de la toma. En Hernandez, sin embargo es más notable una “búsqueda de la poesía visual que está a lo largo de toda su obra”, como señala Nadia Arroyo.

Es en cambio en la correlación con Lewis Baltz, a quién también conocería por recomendación de otro comisario, en este caso de Fred R. Parker del Pasadena Art Museum, donde encontramos muchos más puntos en común con su trabajo. Hay conexiones formales evidentes y no cabe duda de que el descubrimiento de la fotografía conceptual abrió nuevos horizontes a Hernandez, siempre dispuesto a revisar sus modos y transformarse para enfocar la realidad imperceptible.

Ambos autores, tanto Winogrand como Baltz, vienen a la memoria, por otra parte, porque a los dos les ha dedicado una retrospectiva la Fundación Mapfre. Recordarlas es vital para situar convenientemente a Anthony Hernandez en un panorama que tiende una mano a lo inefable. Situar a Hernandez es también colocarlo en un lugar que tiende puentes no solo a la fotografía estadounidense desde el último tercio del siglo XX, sino con la fotografía europea del mismo periodo que nos remite, por ejemplo, a Luigi Ghirri, a quien hemos podido estudiar más detenidamente en la reciente exposición en el Museo Reina Sofía, también un elocuente observador de su propio entorno que sintoniza con la imagen meditada de Hernandez, un fotógrafo que sigue transformándose e investigando la forma sin descanso.
 

Venice Beach | StyleFeelFree

Obra «Venice Beach» #5 [Venice Beach nº 5], 1970 de © Anthony Hernandez | Foto: © StyleFeelFree

Anthony Hernandez | StyleFeelFree

Serie Landscapes for the Homeless #14″ [Paisajes para los sintecho, nº 14], 1989 de © Anthony Hernandez | Foto: © StyleFeelFree

Anthony Hernandez | StyleFeelFree

Serie Forever #69 [Para siempre nº 69], 2009 de © Anthony Hernandez | Foto: © StyleFeelFree

DATOS DE INTERÉS
Título: Anthony Hernandez
Artista: Anthony Hernandez
Comisariado: Erin O’Toole, Comisaria Asociada de Fotografía, Baker Street Foundation, San Francisco Museum of Modern Art
Lugar: Sala Fundación MAPFRE Bárbara de Braganza (C. Bárbara de Braganza, 13. Madrid)
Producción: SFMOMA en colaboración con Fundación MAPFRE
Fechas: del 31 de enero de 2018 al 12 de mayo de 2019
Horario: consultar
Precio [entrada a exposición]: consultar