Mug | Las caras de la belleza y la verdad 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Hay motivos para pensar que el héroe de ‘Mug’ está inspirado en ‘El hombre elefante’ de David Lynch, sin embargo, la película de Malgorzata Szumowska busca en el humor negro un modo de evitar directamente el drama que afronta

En el extraordinario retrato de El hombre elefante de David Lynch, inspirado en Joseph Merrick, descubrimos la dignidad de un hombre sometido a toda clase de humillaciones, que sin embargo, no hicieron mella en su personalidad. Lejos de sentir rencor por la monstruosidad de una sociedad que lo rechazaba, su carácter dulce e inocente, como atestiguan fuentes de la época, fue lo más sobresaliente de su idiosincrasia. Ello acabó imponiéndose y el final de su corta vida fue al menos considerablemente apacible.

El personaje que dibuja Malgorzata Szumowska y Michal Englert en el guion de Mug parece estar inspirado precisamente en el lynchiano. Aunque esta referencia no ha sido expresamente mencionada por sus guionistas, por encima de Jacek, el héroe de Mug, sobrevuela la presencia de Joseph Merrick, en su modo de no revelarse a su trágico destino. Hay dos datos que en cambio sí son inspiración directa y están subordinados al filtro de lo real. Por un lado, está la persona que a la que se le realizó al primer trasplante de cara del mundo, practicado para salvar la vida de un paciente, en el Centro de Oncología de Gliwice (Polonia). Por otro, la construcción de la escultura más grande de Cristo, en otra localidad polaca, Świebodzin, que sirve no solo de telón de fondo, sino de punto inflexión sobre el que gira toda la historia y sus adyacentes.

A partir de estas efemérides, el relato cobra vida propia y Jacek se dibuja, no tanto para escenificar unos hechos, sino para a partir de ellos, hacer una crítica social que atañe a lo meramente humano. El interés de Szumowska está precisamente en escarbar en una Polonia provinciana y absorta en su estrechez de miras, de la que difícilmente se puede huir, cuando el entorno y las condiciones de este, son un lastre para avanzar. En este sentido el accidente que sufre el protagonista, sirve de revulsivo que genera una oportunidad de transformación. Y este punto es determinante para el enfoque.

Mug se concibe como una historia que para abarcar todos estos aspectos recurre a un cierto grado de humor negro que no obstante, no acaba de encontrar el tono adecuado en una narratividad muy lineal y repleta de anécdotas a la espera del drama que se avecina. Sin embargo, como filme de denuncia que desnuda la condición humana es una película reveladora al enfrentarse a la prueba de la verdad. Aquí, la máscara, lejos de esconder, se convierte en espejo a través del cual mirar las deformidades humanas, que no habitan en lo físico. Las sociedades que estamos construyendo están pensadas para no cuestionar el sentido de la belleza y la verdad. Y la labor de los cineastas es precisamente la de cuestionar estos conceptos, algo que Mug se esmera en hacer con determinación.
 

Tráiler de Mug | StyleFeelFree Youtube