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El Museo Leopold de Viena dedica una exposición a la artista belga Berlinde De Bruyckere conocida por sus realistas esculturas de lo humano fragmentado y sentido
Formas del dolor o del placer. Formas humanas que se rinden al placer o se extasían en la carne transmutando el dolor. Los misterios de lo material rozando lo inmaterial. También la vergüenza de sentirse carne. Carne que no deja de ser carne y ansía ser otra cosa. Cuerpos necesitados. Cuerpos desventurados. Desamparados y siempre frágiles. La obra de la artista belga Berlinde De Bruyckere (Gante, Bélgica. 1964) que ahora se exhibe en el Leopold de Viena, el museo que alberga la mayor colección del mundo del conocido expresionista austríaco Egon Schiele, se rinde a los misterios de la vida reflejados en un trabajo que se recrea en la mortalidad avanzando a través de inscripciones históricas que surgen de la iconografía clásica de la historia del arte para confrontarse con el presente. Sus impactantes esculturas que representan el cuerpo humano en su belleza y vulnerabilidad, abordan cuestiones existenciales a cerca de la vida, la muerte, el dolor y el deseo, en un intento de recuperar lo esencial de la existencia para transcenderla.
Trabajando con cera, pieles de animales, cabello, textiles, metales y madera, Berlinde De Bruyeckere es una de las artistas más sugestivas e interesantes de la actualidad porque su obra aferrada a ese pathos que decían los griegos, se experimenta con la simple vista que es capaz de despertar el resto de los sentidos que buscan desesperadamente resituarla sin saber muy bien el lugar que le corresponde. Como espectadores, inmersos en un torbellino de repulsión, piedad y afecto, sentimientos a través de los cuales tratamos de entender las metamorfosis que operan en De Bruyeckere, encontramos dos alternativas. Una parte de nosotros quiere desesperadamente descubrir la alquimia que recupere la carne mortificada, que reconstruya los cuerpos fragmentados y doloridos para deshacernos del dolor que nos provoca la propia obra. Recomponiendo la estructura, tal vez haya un lugar para el placer. Pero la zona contaminada de nuestro inconsciente a través de la cual miramos las deformaciones aisladas, nos invita a rendirnos al dolor que nos lleva a lugares de la memoria donde la aflicción habita. Irresistibles también pueden ser los lugares en los cuales encontrándonos vencidos y humillados, sentimos que la carne que invade nuestro ser se descompone recordándonos que la levedad del ser, siendo insoportable, es la que nos hace tener conciencia para vernos como lo que somos.
Obra: Piëta, 007–2008 de © B. De Bruyckere | Foto: Mirjam Devriendt | ISelf Collection, London | StyleFeelFree
Título: Suture
Artista: Berlinde De Bruyckere
Comisariado: Stephanie Damianitsch
Lugar: Museo Leopold de Viena
Fechas: 8 de Abril de 2016 – 5 de Septiembre de 2016
Horario: Todos los días de 10:00h a 18:00h (Excepto: Jueves de 10:00h a 21:00h / Martes cerrado)
Entrada: 13€ [ Reducida: 8€ (Estudiantes, parados, y discapacitados menores de 28 años), 9€ (estudiantes universitarios, menores de 28 años) , 9,50€ (retirados a partir de 60 años) ]