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La exposición retrospectiva que Fundación Juan March dedica a Fortunato Depero lo descubre como uno de los artistas más polifacéticos del Futurismo Italiano

La Fundación Juan March acoge una exposición retrospectiva de uno de los artistas más polifacéticos y proféticos del Futurismo Italiano. La muestra es una ocasión única para contextualizar uno de los movimientos más polémicos, radicales y exultantes del siglo XX caracterizado por el uso del color y la geometría al servicio del dinamismo y la tecnología. Además de Depero, pueden verse obras de otros artistas como Marinetti, Giacomo Balla o Umberto Boccioni.
La exposición Depero Futurista (1913-1950) que puede verse en la Fundación Juan March de Madrid hasta el 18 de Enero del próximo año, representa un compromiso con el público, no con la demanda. Así de explícito se ha mostrado Javier Gomá, director de la Fundación Juan March, en la presentación a los medios dejando claro el objetivo y el empeño de la Fundación en dar cabida a «artistas al margen de la historia canónica de las vanguardias pero que merecen pertenecer a ese relato que conforman las vanguardias del siglo XX». El artista italiano Fortunato Depero (1892-1960) es de hecho un artista más que olvidado, relegado. Y por varios motivos. Para empezar porque su obra está contaminada por una aproximación al futurismo ideológica que lo acerca al fascismo por razones cronológicas ya que la mayor parte del trabajo de Depero tuvo lugar en la posguerra italiana. «Han tenido que pasar décadas para que se pudiera hacer un tratamiento diferenciado entre fascismo y futurismo», puntualiza Manuel Fontán del Junco, director de exposiciones de la Fundación Juan March. La otra razón es que la obra de Depero —que fue admitido en el movimiento futurista a principios de 1915— es fronteriza entre la de los futuristas pioneros y la de los continuadores de la estética y la poética futuristas. Si a esto le sumamos que «hasta ahora ha existido una visión pinturocéntrica de la historia del arte» —continúa Fontan—, se puede entender la escasa popularidad de este artista fuera de Italia. Esta muestra representa así un ambicioso proyecto para contextualizar su legado en la jerarquía que le corresponde dentro del panorama actual del arte. Casi 300 obras que son un ejemplo de su máxima de «aplicar el arte al mundo para cambiarlo». Su ímpetu y energía la aplicó de hecho a muchos formatos sin desdeñar la funcionalidad y con una visión más futurista de lo que en su época podía percibirse. Por eso, su trabajo, en el presente, adquiere una dimensión nueva en la era digital que aquí, en la exposición, está orientada a ofrecer una evolución constante en su trayectoria: desde su época como pintor simbolista y abstracto que le llevó hacia el futurismo, pasando por su impronta en el teatro y finalmente, la producción en el ámbito publicitario así como sus espectaculares tapices. Un recorrido fascinante que además ofrece una selección de obras de otros futuristas Marinetti, Giacomo Balla, Umberto Boccioni… para contextualizar a Depero. Propuestas estas que sorprenden por su estética radical en el uso del color y la abstracción geométrica que tienen el propósito de exaltar la interacción dinámica de la materia con el espacio circundante.
Con motivo de la exposición, cabe destacar el extenso catálogo, editado en español y en inglés, que presenta una amplia selección de textos consagrados del futurismo. Pero sobre todo sobresale la edición especial atornillada, reproducción del formato de Depero Futurista, 1913-1927 que pudo verse en una exposición anterior en la Fundación Juan March, La vanguardia aplicada (1890–1950), y que sustancialmente, fue el detonante que propició la investigación para llevar a cabo la muestra que ahora puede verse en esta institución cultural.