Rosana G. Alonso
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Reivindicando lo humano y todo lo que lleva implícito, el artista Carlos Bunga interviene el Palacio de Cristal del Parque del Retiro con una instalación arquitectónica de cartón

Contra la extravagancia del deseo  | Palacio de cristal | StyleFeelFree

Vista de la exposición Contra la extravagancia del deseo en el Palacio de Cristal | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree

En interacción con el tiempo y el lugar la instalación de Carlos Bunga (Oporto, 1976) en el Palacio de Cristal redimensiona la experiencia del espectador. Para esta obra, que se argumenta con un título muy evocativo, Contra la extravagancia del deseo, no ha trabajado con maquetas ni dibujos. Es un trabajo procesual realizado con planchas de cartón y cinta adhesiva, que será transformado en el proceso. El propio artista considera que es “una obra abstracta que invita a la subjetividad de cada uno, a las interpretaciones que cada cual haga”. Aquí, el espectador no solo contempla esta pieza, sino que se integra con ella y la transforma. Por otra parte, en este site specific conviven una serie de conceptos con los que lleva trabajando Bunga desde hace tiempo. A saber, la memoria, la precariedad, la historia, la fragilidad, la temporalidad. Son nociones que experimentan el lugar recuperando su legado.

En palabras de Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, “es como una coreografía disonante en el propio espacio”. Lo explica al constatar la dualidad entre la precariedad de los materiales a los que recurre el artista y la majestuosidad del edificio. Esto es, si el Palacio “reflejaba una utopía de sociedad contemporánea del siglo XIX” Bunga hace lo mismo pero a través de una estructura de cartón. Utiliza un material frágil y pobre revestido de pintura blanca escarchada que es grito, y al mismo tiempo, homenaje. Según afirma el artista es “un grito de resistencia sobre el poder, pero también un homenaje sobre aspectos que muchas veces no queremos ver”. Un homenaje que mira “a todas aquellas personas que, como mi madre, fueron obligadas a dejar su casa, su país, por supervivencia”.

 

Carlos Bunga  | Palacio de cristal | StyleFeelFree

Retrato de Carlos Bunga en el Palacio de Cristal | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree

 

Arquitecturas nómadas

Carlos Bunga entiende que todas estas experiencias dolorosas que habitan en los espacios transitorios tienen que ver con el nomadismo. Él mismo se considera un nómada ya que su biografía comienza con un viaje. Su madre llegó a Oporto, donde el artista nació, embarazada de él y con su hermana de dos años. Lo hizo por necesidad ya que su país, Angola, estaba atravesando la Guerra de la Independencia. Una vez en Portugal, la familia fue reubicada a unas casas preconstruidas. Estas fueron propiciadas por el Fondo de Fomento de la Vivienda de Portugal en 1983. Eran inmuebles destinados a familias con escasos recursos, así como a un pequeño porcentaje de refugiados angoleños. Teniendo en cuenta su autobiografía, presente en su trabajo, Borja-Villel considera que su “arquitectura tiene un elemento de construcción temporal relacionada con las construcciones espontáneas que se acumulaban alrededor de las fábricas en plena Revolución Industrial”.

En el emblemático edificio del Parque del Retiro estas espectaculares moles arquitectónicas parecen construidas para la mirada de aquel niño que nace ya desubicado en un entorno circunstancial. Esta mirada inocente que proyecta Bunga está representada en la escultura de una figura infantil que lleva por cabeza una casa. En una esquina del Palacio mira la arquitectura improvisada que se erige y cimienta nada más entrar a este recinto museístico. La distancia que recorre es la misma que puede franquear cualquier observador ya que hay muchos lugares de tránsito que dejan respirar a la obra. Además, Carlos Bunga ha construido su arquitectura interior efímera contando con las condiciones climáticas y de conservación tan particulares del Palacio. Para ello, ha tenido en cuenta la naturaleza que reivindica su espacio en la construcción de cartón, abriéndose paso a través de la hojarasca de la pintura.

 
Carlos Bunga | Palacio de Cristal | StyleFeelFree

Vista de la exposición Contra la extravagancia del deseo en el Palacio de Cristal | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree

 

La vida como metáfora

En esta intervención Carlos Bunga hace públicas historias fuera de foco. Por eso, advierte que “la extravagancia del deseo —remitiéndose al título de la obra— nos lleva a donde estamos ahora, a la hipocresía”. Él reflexiona que esta extravagancia “es una actitud de resistencia por todo aquel material que nos rodea y aleja cada vez más de la esencia espiritual que debería imperar en nuestras vidas”. Sobre esto explica que “tenemos una obsesión con lo eterno y esa obsesión nos hace un poco más frágiles”. Por ello mismo, subraya que nuestra necesidad de construir arquitecturas que nos sobrevivan es una forma de buscar la inmortalidad. Por el contrario, su trabajo, en sus propias palabras, “es como una planta”, un ser vivo que nos recuerda, precisamente, de lo que estamos hechos. “No somos máquinas, somos personas”, sostiene el artista.

Al respecto de estas advertencias Bunga hace hincapié en que “el ser humano se hace fronteras”. “Somos muy duros con nosotros mismos”, considera. Por eso, este tipo de proyectos como el que presenta, según él mismo reflexiona, son importantes para recordarnos que somos humanos en proceso de transformación, somos humanos que necesitamos de nuestros sentidos para reconocernos. En cuanto a este particular, que nos humaniza, diferenciándonos de las inteligencias artificiales, tocar es esencial. Para comprender, en consecuencia, de qué están hechas las cosas, de qué estamos hechos.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: Contra la extravagancia del deseo
Artista: Carlos Bunga
Organización: Museo Reina Sofía
Lugar: Palacio de cristal del Parque del Retiro
Fechas: del 8 de abril al 4 de septiembre de 2022
Horarios: consultar
Precio [entrada a exposición]: entrada gratuita