El movimiento de la nueva fotografía y el arte visual llega a PHotoESPAÑA 2024 

El festival PHotoESPAÑA celebra su vigésimo séptima edición en Madrid presentando el movimiento perpetuo de la fotografía en grandes retrospectivas y propuestas de artistas visuales emergentes

Día a día nos desborda el número de imágenes que recibimos. No solo eso. Hacerlas se ha convertido en casi una necesidad. Ante el momento presente, PHotoESPAÑA 2024 ya no se pregunta qué es la fotografía, sino qué puede llegar a ser. El festival español dedicado al medio regresa un año más para tratar de responder esta pregunta. En su vigésimo séptima edición, presenta el trabajo de alrededor de 300 artistas visuales en más de 80 exposiciones. PHotoESPAÑA se celebra en varios puntos del país, principalmente en Madrid. Sedes como el Círculo de Bellas Artes o CentroCentro continúan acogiendo exposiciones, mientras que el Teatro Real se incorpora, por primera vez, a esta iniciativa. Ahora, bajo la dirección de María Santoyo, este consolidado evento en torno a la fotografía plantea el movimiento —entendido de varias formas— como eje principal de la edición.

PHotoESPAÑA 2024 escoge el movimiento perpetuo como hilo conductor del festival, por considerarlo esencial en la disciplina. Las exposiciones de este año muestran cómo la representación del movimiento ha sido fundamental desde los orígenes de la fotografía hasta los ejemplos más experimentales y transgresores de la actualidad. De igual modo, se llevan a cabo performances dinámicas en cuanto al uso creativo del lenguaje corporal. El movimiento también se manifiesta simbólicamente. Cobra protagonismo, en primer lugar, el compromiso de la fotografía por captar los cambios territoriales, sociales y políticos. En segundo lugar, se pone de relieve el desplazamiento de los artistas visuales a nuevos lugares donde desarrollar su labor.

En un nuevo ciclo, PHotoESPAÑA 2024 desea transmitir la fotografía como un medio dinámico, fluido, inagotable y en permanente transformación. El festival quiere dedicar especial atención a las nuevas prácticas, formatos y canales de creación y producción. Esta edición destaca a las figuras emergentes del panorama internacional, que hoy redescubre identidades y colectivos considerados periféricos en el siglo pasado por cuestiones de género, origen o condición sexual. Asimismo, se centra en la libertad y transdisciplinariedad de la generación de artistas nacidos en la España democrática. Como cabría esperar, tampoco se olvida de las grandes firmas de las décadas anteriores, que han hecho de la expresión visual un arte atemporal.

Fotografía colectiva en torno al movimiento perpetuo

Entre las exposiciones que más sobresale está la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes acoge una muestra colectiva crucial en PHotoESPAÑA 2024. Perpetuum mobile reúne los trabajos de 27 fotógrafos españoles nacidos en las primeras décadas del siglo XXI. Esta generación cuenta con una presencia femenina masiva, en un ámbito anteriormente dominado por los hombres. Caracteriza a los artistas seleccionados la experimentación formal y conceptual. Por un lado, su obra desborda la bidimensionalidad de las fotografías. Por otro, asume la naturaleza subjetiva y polisémica que deriva del uso y lectura de las imágenes.

Perpetuum mobile propone una estructura abierta que ilustra el ensanchamiento de los límites de la creación fotográfica. También revela las mutaciones que han ido transformando a lo largo de casi dos siglos el estatuto fundacional del medio, la mímesis de la realidad. La mayoría de quienes forman el colectivo se desentienden de sancionar lo que es real o no, generando imágenes que se mueven en las fronteras de la ficción. Además, los fotógrafos de esta muestra se distinguen por utilizar nuevos soportes de representación —los habilitados por la tecnología digital— sin dejar de lado procedimientos antiguos que conectan sus obras con el pasado.

Desde otra perspectiva, la exposición Paisajes efímeros del sol, en Casa Árabe, una muestra colectiva de artistas de África y Oriente Medio, evoca el movimiento desde otra perspectiva. En cuatro capítulos, reúne trabajos que ofrecen una mirada nueva sobre diversos aspectos de las sociedades árabes. Una de estas secciones es Naturaleza en fuga que representa la amenazada existencia del río Nilo y los oasis magrebíes. En añadido, Éxodos aborda las diásporas causadas por la orfandad y las guerras. El tercer capítulo es La vida en círculos que muestra a las mujeres que sostienen sus hogares con puestos de venta ambulantes, o la vida en un campo de refugiados palestinos. Por último, Mutaciones se aproxima a las maneras en que lo tangible se encuentra con los mundos ancestrales, poéticos y místicos.

Maestros y artistas visuales emergentes

Si algo caracteriza a PHotoESPAÑA es su inclusión de fotógrafos consagrados —en su mayoría, con trayectorias ya finalizadas—, con la exposiciones de valores emergentes. Entre los primeros encontramos el trabajo de Barbara Brändli en CentroCentro. Radicada en Caracas, la autora retrató a artistas, músicos, actores, bailarines, artesanos, modelos, políticos y empresarios de la sociedad venezolana. Por este motivo, su figura resulta inestimable para la memoria histórica venezolana. PHotoESPAÑA 2024 valora el interés de la artista por el gesto y la pose en fotografía, relacionado con su trabajo anterior como modelo y bailariana amateur. Por otra parte, el festival rinde tributo a Gonzalo Juanes, representante asturiano del grupo fotográfico AFAL. La primera etapa de su carrera se compone de retratos de sus paisanos y de la vida diaria en Gijón, siempre en blanco y negro. Su trabajo a partir de los sesenta se desmarca de lo anterior por el uso del color para la fotografía documental. La obra de Juanes, oculta y poco reconocida hasta hace veinte años, se considera pionera en este aspecto.

Frente a las largas trayectorias, PHotoESPAÑA 2024 también acoge la práctica de fotógrafos en activo. En este sentido, Albertine Meunier, en el Instituto Francés, trabaja en el campo del arte digital, con Internet como principal fuente de inspiración. La creadora cuestiona el nuevo mundo que nos rodea desde un punto de vista crítico y al mismo tiempo lúdico. Recientemente se ha dedicado a la creación de imágenes con inteligencia artificial. En otro orden de cosas, sobresalen propuestas emergentes como la de Widline Cadet. La artista haitiana aborda temas como la experiencia migratoria o el legado intergeneracional. Para ello, combina imágenes de archivos familiares con las que la creadora realiza de parientes, amigos, desconocidos y ella misma. Juntas forman un único corpus en el que coexisten diferentes generaciones y capas temporales. Basándose en sus fotografías, Cadet formula hipótesis sobre su pasado y el de su familia. Crea, así, una historia dividida entre realidad y ficción.
 

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