El artista Vari Caramés protagoniza la exposición que inaugura la Sala Canal de Isabel II de Madrid para mostrar su particular universo fotográfico lleno de recuerdos y sentimientos

Vari Caramés | Sala Canal de Isabel II | StyleFeelFree
Obra: Sin titulo. Serie Visión animal, 1997 de © Vari Caramés | StyleFeelFree

Desde la intuición el fotógrafo Vari Caramés (Ferrol, 1953) se mueve entre lo intemporal y lo indefinido, dejándose llevar por el azar. Como consecuencia, consigue efectos de los defectos, sin seguir las modas ni las tendencias del momento. Este particular universo se expande en la Sala Canal de Isabel II de Madrid en una exposición dedicada a su obra. Si bien esta muestra no pretende ser una retrospectiva estricta de su quehacer, sí que recoge la mayor parte de su producción. Este recorrido enseña su creación nutrida por la vida diaria, lo familiar y los recuerdos y sentimientos que anidan en su interior. Por ello, las fotografías que compone se sustentan de lo emocional y la cercanía, capturando así la sencillez mediante referencias veladas y sutiles.

El itinerario que propone la Sala Canal de Isabel II se articula espacial y discursivamente en torno a tres conceptos: algo, nada y siempre. Estas nociones actúan como pinceladas difusas de un corpus de trabajo íntegro y unitario. La selección de las reproducciones que completan este relato comparte los intereses propios de la producción de Vari Caramés. Estos incentivos navegan entre la importancia de lo cotidiano, la búsqueda de la atemporalidad, el encuentro con lo sorprendente y la vinculación con la magia. Son estos factores los que invitan a imbuirse en la obra del fotógrafo sin restricciones. Con total libertad, esto permite al espectador navegar y fluir por las propuestas artísticas del gallego.

Nadar en un mar de percepciones

La obra de Vari Caramés juega con las percepciones. Vemos algo que parece una persona, un automóvil, una playa, un animal, pero somos incapaces de reconocerlo con exactitud. Las formas se resbalan y escapan a una vista ordenadora, como si quisieran fundirse en un ensueño o disolverse en la ausencia. Da la sensación de que si hay algo no puede haber nada. Sin embargo, para encontrar ese algo antes hay que detectar la nada y vencerla. Esa capacidad para destilar lo esencial nos conduce a la permanencia del siempre. Es por eso que las imágenes del fotógrafo son aliadas de un tiempo sin duración que late en ritmos emocionales.

Los ingredientes propios del ADN de Vari Caramés fluctúan entre el agua, el misterio, la sorpresa o el juego. Estas características se encuentran en su obra Nadar (2010), donde se mezcla un cóctel de burbujeantes y enigmáticas sensaciones acuáticas. Existe otro reencuentro con los nadadores a través de un video creado para la exposición que estimula un estado meditativo. Además, las emociones que evocan las iconografías se plantean en un recorrido por sus fotografías más recordadas que revelan sus distintas etapas creativas. Entre ellas se encuentra su serie en blanco y negro Gabinete de curiosidades (1980-2000). Aquí, se aúnan sus obsesiones más recurrentes, como la búsqueda del misterio en lo cotidiano, lo próximo o lo sorprendente. Estos mundos del blanco y negro se traducen y reflexionan al color en Color (2000). En ella narra su universo fotográfico y experiencias vitales.

Lugares de ensueño para recordar

En todas las sugerentes series, Vari Caramés reflexiona sobre la ensoñación, la memoria, el tiempo o el silencio. Para llegar a ello, hace una aproximación experimental con la plasticidad, las texturas y la indefinición. Por ejemplo, en Tránsito (2004), el fotógrafo realiza un viaje acuarelado por la frontera entre la realidad y la fantasía. Estas imágenes invitan al espectador a soñar parajes ambiguos donde habita la magia. Igualmente, desde ese espacio de ensoñación crea Lugares (2018). Las fotografías que la componen son sitios que has soñado, pero en los que nunca has estado y probablemente ni existan. Por otro lado, Caramés continúa jugando con las sensaciones, sugerencias y evanescencias en Miraxes (2003), traducida al español como “Espejismos”.

El fotógrafo también estudia la intimidad de los paisajes y los lugares para la contemplación, así como los espacios de juego. Este es el tema principal de su serie Escenarios (2007), donde cubre estos temas con un halo de soledad y melancolía. Aunque no logremos reconocer de manera inequívoca lo que estamos viendo, tenemos la extraña sensación de que estamos a punto de poder hacerlo. Siguiendo con el tema del juego, en Recreo (2008) hace un pequeño homenaje a la infancia. Por último, Vari Caramés reflexiona sobre el paso del tiempo en Pasatiempo (2013). El propio artista dice que es “una manera de hablar de la fragilidad y la vulnerabilidad del ser humano y de sí mismo”.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: Vari Caramés. Algo, nada, siempre
Artista: Vari Caramés
Comisariado: Blanca Berlín y Nerea Ubieto
Lugar: Sala Canal de Isabel II, Madrid
Fechas: del 10 de febrero al 24 de abril de 2022
Horarios: Martes a sábados: de 11:00 a 20:30 h (visitable a partir del 10 de febrero a las 16.00 horas) / Domingos: de 11:00 a 14:00 h / Lunes cerrado
Precio [entrada a exposición]: gratuita