Rosana G. Alonso
Últimas entradas de Rosana G. Alonso (ver todo)

La Fundación Mapfre de Madrid propone, en la exposición ‘Jawlensky. El paisaje del rostro’, un singular trayecto que explora el rostro en la búsqueda de una espiritualidad latente en él

Hoy los rostros casi han desaparecido del paisaje social. Ataviados con un trozo de tela que los cubre parcialmente, apenas nos vemos. La pandemia del covid-19 nos ha borrado en parte, cambiando principalmente nuestros modos de relacionarnos y reconocernos. En la trayectoria artística de Alexéi Von Jawlensky (Rusia, 1864 – Alemania, 1941) las facciones humanas fueron una fuente de exploración continua. Lo vemos ahora en la Fundación Mapfre de Madrid con la exposición Jawlensky. El paisaje del rostro. Una muestra que invita a un paseo íntimo que, por otra parte, mantiene un diálogo con la obra de la fotógrafa Tomoko Yoneda, que se exhibe al mismo tiempo que esta. Dos recorridos muy distintos que conviven en Recoletos 23 desde que se decidiese prescindir, por el momento, de la sala de Bárbara de Braganza.

Sobre la decisión de agrupar las muestras de pintura y fotografía en un mismo lugar nos habla Nadia Arroyo, directora del Área de Cultura de la Fundación Mapfre, que ha conversado con este medio sobre las exposiciones que se inauguran esta semana. “Hemos concentrado toda la actividad de Madrid en Recoletos. Ha sido una reflexión que hemos hecho y que creo que es acertada porque hay un público muy fiel de foto y otro de pintura que ve muy poca fotografía. En la Fundación Mapfre tenemos las dos programaciones y al centrarlas todas en un mismo edificio esto se hace mucho más visible. Ahora los dos públicos podrán cruzarse”. Ello implica también que los discursos se acrecientan proponiendo una interrelación muy fértil que en este caso, entre Jawlensky y Yoneda, construyen dos relatos que se complementan.

Si en Tomoko Yoneda nos sumíamos en una indagación que comienza cuestionando el pasado con imágenes muy poéticas, en el caso de Jawlensky lo que vemos, según expresa Nadia Arroyo, es “un gozo de la pintura, de la materia, del color, del trazo del pincel” que en realidad es una manifestación de la vida. Así como una búsqueda de la espiritualidad en un momento en el que la incertidumbre se ha apoderado de nuestras vidas. De esta forma, pasar de la fotografía a la pintura, se resuelve en una experiencia que permite descubrir lo esencial. De una huella que señala los hechos históricos que ha vivido la humanidad desde una concepción lírica extraordinaria, a otra que busca en el rostro una señal espiritual que nos fraterniza.

Hacer camino, recobrar la esperanza

Hay otro punto importante a destacar en el itinerario que sobre Jawlensky organiza Fundación Mapfre. A pesar de su complejidad y de que en ella han participado más de 30 prestadores, según nos confirma Arroyo, se ha mantenido prácticamente intacta. “Salvo un préstamo que venía de EEUU y que cayó porque pertenecía a un ayuntamiento que no permitió que saliese la obra, el resto se ha mantenido”, comenta. Al respecto se siente muy satisfecha porque “pensé que podían empezar a caer en cascada los préstamos. Sobre todo porque la virulencia de la tercera ola, podía invitar a algunos temerosos a cancelar”. No ha sido así, lo cual es también un indicio de que la vida y el arte continúan a pesar de la pandemia.

Ello también da esperanzas a Fundación Mapfre que no prevé cambios en la programación, que de hecho se mantiene. “Son proyectos a tres años y van en la línea habitual”, comenta Nadia que además nos revela los nombres de las próximas exposiciones que están pendientes para el verano y el otoño próximos. Se trata de un homenaje a Joan Miró —al finalizar los 5 años que su obra ha permanecido en depósito en la Fundación— y otra gran muestra dedicada a Giorgio Morandi.

Jawlensky. Un recorrido iluminado

Volviendo a la obra de Alexéi Von Jawlensky, es necesario ubicarle en su contexto. Participó en algunos de los acontecimientos más relevantes del arte del siglo XX, siendo uno de los principales protagonistas de la formación del expresionismo alemán. No obstante, nunca llegó a abrazar de forma plena la abstracción. Es un artista que indaga en las facciones humanas, en una búsqueda espiritual, que lo convierte en uno de los más destacados impulsores de un lenguaje libre y expresivo en el que forma y color sirven para manifestar la vida interior.

Conviene considerar también que la asociación entre lo espiritual y el arte está especialmente arraigada en la mentalidad del pueblo ruso, para el que los iconos religiosos encarnan una abstracción de la divinidad. Jawlensky dedicó buena parte de su obra a realizar imágenes modernas de estos iconos. Una y otra vez volvió sobre ellos. Sus últimas obras, las Meditaciones, son ya el culmen de sus pretensiones. Consigue unir la figuración inherente al icono y la ejecución formal de este, la abstracción. Así logra ensamblar dos ámbitos que se han considerado excluyentes en la historia del arte.

El recorrido que nos propone la Fundación Mapfre es esclarecedor para ver la evolución de Jawlensky. De sus primeros años, en los que se percibe la influencia de Cézanne, Van Gogh y Gaugin pasando por cierta inclinación fauvista; hasta las obras finales en las que destacan las Meditaciones, como paradigma de lo espiritual. Un itinerario que según avanza se ilumina. Viendo como el rostro se vuelve faz, y a su vez esta, una abstracción que sigue estando representada por un semblante. Ahí reconocemos el rostro de un Cristo, que para Jawlensky es un rostro global, según explica Nadia Arroyo. Un rostro en el que recocemos la tragedia de ser y su dolor inherente.
 

Jawlensky | Fundación Mapfre | StyleFeelFree

Obra: Füssen VI. Nieve en el prado, 1905 de © Alexéi Von Jawlensky | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

Jawlensky | Fundación Mapfre | StyleFeelFree

Vista de la exposición con obras de © Alexéi Von Jawlensky | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

Jawlensky | Fundación Mapfre | StyleFeelFree

Panorámica de la exposición con obras de © Alexéi Von Jawlensky | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

DATOS DE INTERÉS
Título: Jawlensky. El paisaje del rostro
Artista: Alexéi Von Jawlensky
Comisariado: Itzhak Goldberg
Organización: Fundación MAPFRE, Madrid; Musée Cantini, Marsella, y La Piscine, Musée d’Art et d’Industrie André Diligent, Roubaix
Lugar: Fundación MAPFRE Sala Recoletos
Fechas: del 11 de febrero al 09 de mayo del 2021
Horarios y tarifas: consultar
Visitas guiadas: de martes a viernes a las 12:30 y 18:30 horas