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La trayectoria artística de Maria Lassnig, desde sus primeros trabajos en la abstracción, hasta su toma de conciencia corporal a través de la figuración, es un recorrido que en Hauser & Wirth invita a cuestionar el yo emocional en el plano físico
Hay tantos caminos por recorrer a nuestro alrededor, como modos de hacerlo. La tentación de transitarlos a veces puede anticiparse urgente, como si lo exterior fuese lo único importante, lo único en lo que merece la pena adentrarse, ya que no precisa una implicación de un ser de las cosas que para Friedrich Nietzsche en El ocaso de los ídolos era visible en los signos del no-ser, de la nada. A pesar de todas las contradicciones, o más bien por ellas mismas, la experiencia interna no deja de ser la herramienta que nos proporciona el conocimiento más enriquecedor, el que nos sitúa a nosotros mismos como eje de la misma experiencia, que nos permite comprender la diferencia entre un estado de aislamiento dentro de una colectividad que exige amoldamiento, y un estado de soledad creativa que nos facilita las claves para sentirnos libres, si atendemos a las apreciaciones de una filosofía de origen indio que buscó la verdad alejándose de esa apreciación que Nietzsche confería errónea a la unidad, la identidad o el ser.
En este sentido, la trayectoria de Maria Lassnig (1919 – 2014, Austria), que recientemente hemos podido ver en la exposición retrospectiva A painting Survey, 1950-2007, en las dos salas de la galería Hauser & Wirth de Londres, es un encuentro con una identidad sentida en el propio cuerpo. «La verdad reside en las emociones producidas dentro del armazón físico», afirmó la artista. No obstante hasta inmiscuirse de lleno en lo que denominó conciencia corporal, una ocasión de investigar en su propio interior corpóreo a través de una elocuente figuración que busca respuestas que traspasan el hábito físico, indagó en una etapa inicial de formulación abstracta influida por el Vienna Art Club, los círculos vanguardistas franceses y su relación con escritores como Paul Celan, Friederike Mayröcker y Oswald Wiener.
En adelante a esta exploración, en los años cincuenta, concretada con un lenguaje visual abstracto en evolución, que fue adquiriendo formas cada vez más reconocibles; en los años sesenta Maria Lassnig comenzó a escarbar en una figuración singular de inyección fisiológica, que en sus primeras tomas de contacto, seguía teniendo acusados matices indefinidos concretados en paisajes abstractos gestuales como Tachismo 4 (1958) o Sin título (1960). De aquí pasó, a mediados de los sesenta y hasta los ochenta, período en el que volvió a escrutar la dimensión abstracta, a experimentar una ciencia del yo ampliada por la vivencia subconsciente de un ser sexual y emocional, conectado a existencias ajenas, aspecto que se evidenció en los noventa, para volver a retomar la conexión con un yo, ahora más espectral, desde finales de los noventa y en adelante. Una figura, la humana, que inspiró como objeto de estudio, desde un planteamiento controvertible, a artistas como Martin Kippenberger y Paul McCarthy. Pero especialmente apreciable, desde un condicionamiento de género subvertido, en mujeres artistas como Joan Semmel o Lee Lozano, más contemporáneas a la artista, que exploraron plenamente la dimensión física en lo sexual. Una cuestión irrenunciable al que se sumaron muchas artistas, especialmente las que trabajaron en las décadas de los sesenta y setenta, y que a día de hoy sigue siendo el tema central de creadoras como Anne-Marie Schneider.
Vista de sala de la exposición Maria Lassnig. A painting Survey, 1950-2007 en Hauser & Wirth, Londres [relación de obras de izq a dcha: Field-division black-grey 8 (1953), The earthly race (1963) y Ring of thorns / Woman in ring of thorns (1963 / 1964)] | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree
Obra: Re-lations VI (1994) de © Maria Lassnig | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree
Título: Maria Lassnig. A Painting Survey, 1950 – 2007
Artista: Maria Lassnig
Comisariado: Paul Schimmel
Lugar: Hauser & Wirth, Londres, galerías Norte y Sur
Fechas: 1 de marzo de 2017 – 29 de abril de 2017
Entrada: acceso libre