Rosana G. Alonso

Del dibujo a la imagen pintada, pasando por el cine, la obra de Anne-Marie Schneider resitúa al espectador en el Museo Reina Sofía para que retome sus relaciones con los espacios habitados y sentidos

El primer espacio habitado, en el papel en blanco, es una línea. Así lo representa Anne-Marie Schneider (Francia, 1962) en su obra sans point  (sin punto, 1991) que da comienzo a la exposición antológica que el Museo Reina Sofía le dedica. A partir de aquí, las líneas se suceden configurando imágenes atropelladas que explican tropiezos. Fracasos, imposibilidades, pérdidas, anhelos… En ocasiones el anhelo alcanzado, cuando dejando de ser, comienza a ser, también representa otra pérdida. Esto se hace evidente en la obra audiovisual Mariage  (Boda, 2003) en la cual los primeros fotogramas nos hacen partícipes de un deseo que acaba descompuesto. Quizás por la mediación otra. Nada es certero. Los otros están siempre ahí. Confunden al yo. Lo aniquilan, incluso. A veces a la fuerza, desposeyéndole de lo que considera suyo. ¿Acaso no le pertenece si lo habita? En este sentido, cobra un papel crucial la serie de dibujos que la artista ilustró sobre el desalojo de los sin papeles  que estaban refugiados en la Iglesia de Saint-Bernard en París, en 1996. La realidad siempre es más fructífera para la imaginación que la fábula. Esta es necesario deshabituarla. Pero ambas, la ficción y lo empírico, impregnan toda la obra de Anne-Marie. Se contaminan. Se abusan. La narración fluye constantemente. Hay una intención voluntaria de contar historias para salir de una soledad latente que se excede en la custodia del espacio, que corrompe el propio cuerpo distorsionándolo, alargándolo, enloqueciéndolo, extasiándolo, volviéndolo otro; o nada, o todo; o la vida y la muerte estrechadas en un abrazo íntimo. Tan cotidiano como un beso, un gesto, un cuerpo. Tan prosaico, como enajenado, como vehemente.

Casi siempre historias propias, sentidas, dolidas. El trazo cuando se proyecta así, como dolor que se inflige, tiene una energía que comunica. Las historias otras, también arañan. Anne-Marie Schneider más que pintar o dibujar, araña el papel o el lienzo en un intento de salir del espacio, de ocupar el lugar ajeno, que es propio también, de explicar el qué tratando de encontrar un porqué. La identidad, la fractura, la sexualidad, la fragilidad, la flexibilidad, la evidencia que no encuentra explicación en los medios. Se hace necesaria la voz. La propia. Para subvertir el orden. Para hacer justicia. La objetividad indudablemente tiene que ser subjetiva, no articulada por los demás, envuelta en mentiras moduladas por axiomas erróneos que llevan a pensar que todo hecho realizado tiene un modelo o un molde en el que se recuesta, se echa. Perversas referencias.

Claro que las referencias están ahí. Pero por ser mujer y artista, si es que es necesario incidir en ello, no tiene por qué ser más obligado enumerar méritos; o dudar de lo que es fehaciente. No voy a incurrir en el mismo error. Anne-Marie Schneider tiene una voz suficientemente propia que articula a través del dibujo, medio que “convierte en un elemento de escritura a través del cual entiende el mundo y se relaciona con él”, resalta Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía y comisario de una exposición que asegura, es un trabajo de equipo.

Schneider, indudablemente comprometida, voluntaria y real. Es capaz de explicar con una línea o pocas más; con impulsivas manchas de color que encierran paisajes rabiosamente emotivos, que lo reconocible, lo únicamente reconocible, es la necesidad de ser en el espacio. Sin etiquetas. Estoy aquí. Este es mi lugar, luego lo delimito. Aquí. Estoy. Yo. I (sans point)
 

Anne-Marie Schneider | StyleFeelFree

Vista de sala en la exposición de Anne-Marie Schneider | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree

Anne-Marie Schneider | StyleFeelFree

Obra: La Belle et la Bête. Bling Duck, 2009 de Anne-Marie Schneider | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree

Anne-Marie Schneider | StyleFeelFree

Obra de Anne-Marie Schneider | Foto: R.Xo para © StyleFeelFree

Fragmento introductorio de Mariage  (Boda, 2003) de © Anne-Marie Schneider | StyleFeelFree

DATOS DE INTERÉS
Título: Anne-Marie Schneider
Artista: Anne-Marie Schneider
Comisariado: Manuel Borja-Villel
Lugar: Museo Reina Sofía
Fechas: 15 de noviembre de 2016 – 20 de marzo de 2017