El FICX 2023 premia la audacia y la valentía 

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Rosana G. Alonso

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En una edición en la que tuvo cabida un cine que abarcaba un amplio espectro autoral, el palmarés del Festival de Cine de Gijón se hace eco de las obras más arriesgadas y comprometidas tanto con el medio cinematográfico como con la realidad circundante

Selma Doborac, Radu Jude, María Aparicio, Luis (Soto) Muñoz junto a Alfredo Picazo y María Gisêle en colaboración con Julia de Catro. Las películas de estos cineastas reciben, cada uno en su categoría correspondiente, el premio al mejor largometraje en la 61 FICX. Selma Doborac lo hace en la sección Retueyos que reconoce el ímpetu de las carreras más prometedoras con De Facto, que sorprendió con su ingenioso artefacto minimalista y abstracto para documentar el horror. Por su parte, Radu Jude, con No esperes demasiado del mundo, es el triunfador en Albar, destinada a autores consagrados. Su cinta, repleta de ironía y un guion locuaz y disruptivo, es una demostración de ingenio y resolución creativa para abordar aquello que nos interpela.

Igualmente, María Aparicio, que firma Las cosas indefinidas, obtiene el reconocimiento a Mejor Largometraje dirigido por una mujer que otorga CIMA. Lo hace con un filme tan profundo como lírico en su concepción de lo que podríamos considerar un bouquet fílmico, tanto textual como inducido por la experiencia emocional, que aborda la vida conectada al cine a partir del concepto de ceguera.

Destaca, asimismo, el premio FIPRESCI a mejor largometraje, de la sección Tierres en Trance, que se lleva el dúo que conforma Luis (Soto) Muñoz junto a Alfredo Picazo. Ellos son los creadores de Los restos del pasar, una cinta que rememora el pasado asociado a un remoto pueblo cordobés. Y para acabar de componer este mosaico María Gisèle y Julia de Castro son las responsables de la mejor película según el Jurado de Cine Español. En este caso se trata de On the Go, una road-movie que proclama la libertad, el descubrimiento, la huida y el hedonismo por bandera.

Junto a estos nombres brillan también otros que han sorprendido por su arrojo, su compromiso con aquello que el cine ha estado silenciando; o bien, por su hacer conectado a valores que estamos perdiendo. Entre estos despuntan figuras tan indispensables como la de Catherine Breillat —Premio Especial del Jurado Albar por El último verano, Lisandro Alonso con Eureka —Premio a la Distribución de Albar— o Elene Naveriani con Blackbird Blackbird Blackberry que, según ella misma declara, su práctica teje “un lenguaje de resistencia ante la negación y el olvido”.

En un año en el que el cine asturiano ha tenido un papel protagonista también sobresalen algunas obras firmadas por autores nacidos en Asturias. De estos, Samu Fuentes, con Los últimos pastores, es el más laureado. Recibe una Mención Especial, en la categoría de guion, del Jurado de Cine Español; y el premio RTPA al Mejor Largometraje Asturiano. Del mismo modo, Elisa Cepedal, con El Cine, 5 recoge el Premio Europa Film Festivals –Europa Joven, y José Antonio Quirós el Gran Premio del Público. Es una señal de que, poco a poco, se está creando una genealogía que identifica una tierra a una tentativa compartida. Y en su caso, a unos valores, un lenguaje o unas tradiciones que remiten a una cultura, en muchos casos, en riesgo de extinción.

Con el palmarés de esta 61 edición del FICX ya revelado llama la atención, al menos, un dato. Aunque son varias las secciones a concurso valoradas por distintos jurados, todos parecen ponerse de acuerdo en premiar lo que podríamos definir como un cine contemporáneo que investiga en el medio cinematográfico para deslumbrar al espectador. El lema de esta edición, “déjate deslumbrar por el mejor cine de autor”, se hace así efectivo. Y aunque el equipo de programación del FICX ha querido abrir el abanico a todos los públicos, lo cual, en sección oficial, quedó muy patente en Albar donde aparecían nombres como Hang Sangsoo, Philippe Garrel o Catherine Corsini, la realidad es que la industria opta por distinguir los trabajos más audaces. Algo que los públicos fieles a Gijón agradecerán. No deja de ser un apoyo a la identidad de un certamen sexagenario que siempre evitó la fórmula.

Los jurados de esta edición han estado conformados por Elena Martín Gimeno, Marian Álvarez y Kieron Corless en la Competición Albar. En cuanto a la Competición Retueyos esta ha estado integrada por Pilar Palomero, Ugo Broussot y Ana Pfaff. En añadido a estos, se suman como vocales del Cine Español Natalia Cabral, Juan Vicente Córdoba y Alejandro Mora. En cuanto al Jurado FIPRESCI han sido miembros del mismo Barbara Lorey, Shahla Nahid y Manu Yáñez.