D. Díaz

Destacando por sus ingeniosos y divertidos diálogos, ‘Crónica de un amor efímero’ ensaya acerca de las consecuencias que acarrea amar sin responsabilidad afectiva

Crónica de un amor efímero | Película | StyleFeelFree. SFF magazine
Imagen de la película Crónica de un amor efímero | StyleFeelFree. SFF magazine

Hubo un tiempo en el que, entre parejas, no era común formular esa cuestión que tanto se repite hoy día: “¿qué somos?”. En cierto modo, todo era más simple, o se era o no se era. Actualmente, podría decirse que, en lo que respecta a Occidente, la popularidad de la monogamia no se encuentra en su punto más álgido. Como consecuencia, las relaciones sentimentales han mutado de formato, adoptando dinámicas más abiertas y, por tanto, menos comprometidas. Es una de estas relaciones, precisamente, la que la pareja protagonista de Crónica de un amor efímero mantiene desde su inicio. La noche que Charlotte conoce a Simon, pese a saber que éste está casado, decide llevárselo a su apartamento. Desde este momento, el carácter de ambos protagonistas queda definido. Por un lado, define a una mujer segura y atrevida. Por otro, un hombre voluble al que la corriente siempre consigue arrastrar consigo.

La hoja de ruta de esta pareja pasa por una recíproca intención de limitarse a improvisar sin expectativas. De esta forma, lo que ambos pretenden es que el tiempo que pasen juntos sea una constante aventura. Sin embargo, por irónico que parezca, no planear termina resultando un plan. Ya desde el guion, esto se contempla como una inverosimilitud intencionada que siembra una progresión dramática. Principalmente, la función de este recurso pasa por poner a los personajes contra las cuerdas y obligarles a reformular sus planteamientos. Al mismo tiempo, es el resultado de lo que parece su primera crisis como pareja, la cual, cuando consiguen sobrepasarla, les hace más fuertes. Por su parte, Charlotte visualiza a Simon como un amante que aporta estímulos a su vida, pero nunca habla de amar. Es más, las pocas veces que se aventura a dejarse llevar por dicha idea, acaba precipitándose en un abismo.

Para ella, la mera idea de comprometerse hace que la tierra bajo sus pies empiece a temblar. La trama, motivada por esta idea y sin esperar a que surja un desenlace natural, introduce un tercer personaje que evita que el relato se estanque gracias a su función disruptiva. Antes de que esto suceda, la obra se esfuerza en remarcar que, tanto Charlotte como Simon ya sabían lo que iba a pasar. A lo largo de la cinta, cada vez que surge el tema del compromiso, Emmanuel Mouret realiza un Zoom In directo a los rostros de sus protagonistas. Dichos re-encuadres connotan un mutuo entendimiento en el que sobran las palabras. Hablando de estas, los diálogos funcionan muy bien en cuanto a comicidad. En líneas generales, Crónica de un amor efímero supone un ensayo acerca de las consecuencias de amar sin compromiso, sin responsabilidad afectiva.
 

Consulta los ESTRENOS DE LA CARTELERA DE CINE DEL 2023 con valoraciones de películas