Rosana G. Alonso
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Hablamos con Anna Castillo, arrolladora protagonista de la película ‘Girasoles Silvestres’ de Jaime Rosales, y candidata a la Concha de Plata a mejor actriz en el Festival de San Sebastián 2022

Anna Castillo | Entrevista en el Festival de San Sebastián | StyleFeelFree. SFF magazine
Anna Castillo en el 70 SSIFF | Fotografía: R.Xo para © StyleFeelFree. SFF magazine

Con un registro tonal que fluctúa según sus relaciones afectivas van cambiando, Julia, el personaje que interpreta Anna Castillo en Girasoles Silvestres, traza su biografía. Un recorrido que dibuja una realidad difícil de digerir porque entra en un sistema lleno de trampas. A pesar de ello, la vitalidad que le otorga Castillo sorprende. Desde un afán por mantenerse a flote, el papel principal que interpreta no pierde la esperanza de encontrar su lugar en el mundo. Y ante esta dinámica repleta de subidas y bajadas su nombre suena fuerte para alzarse con la Concha de Plata. Ella de momento ni se lo plantea ni quiere hablar de ello. Pero de la película y su interpretación si habla aclarando muchas cosas de su lugar. Aquel que la coloca en medio de tres figuras masculinas arrolladoras que no la devoran. En absoluto.

(Rosana G. Alonso) ¿Cómo entras en el proyecto de Girasoles silvestres?

(Anna Castillo) Fue hace mucho tiempo, la verdad. Me presenté al casting que hizo Jaime Rosales para el personaje de Julia. Además, él tiene un proceso de casting bastante particular. Antes de poder leer el guion tuve una entrevista y luego me reuní con Oriol para hacer diferentes escenas.

La verdad es que me hizo mucha ilusión el papel porque tenía muchas ganas de trabajar con Jaime. Sabía que el guion partía de unas fotos americanas. Luego sabía que estaba Uri y todo me parecía increíble, muy atractivo, la verdad.

Y una vez que leí el guion, me hizo mucha ilusión porque sentí que era un reto, sobre todo, a nivel emocional. El personaje que interpreto es muy emocional, pasa por estados delicados y por sitios como muy concretos que me parecían difíciles de explorar.

(RGA) Sí, es muy complejo

(AC) Sí porque creo que el dolor, la ansiedad y la tristeza es algo que todos entendemos… pero las circunstancias de Julia siendo madre y siendo muy joven, con pocos recursos, no es algo que yo haya experimentado concretamente. Pero lo puedo entender. También conozco gente en situaciones similares. Bueno, me parecía un sitio concreto que, aunque no conozco, es interesante a nivel emocional por su complejidad.

(RGA) ¿Qué pautas te dio Jaime Rosales?

(AC) Bueno, hablamos mucho del proyecto y luego tuvimos como un proceso de ensayo que consistió en estar una semana con cada chico. Al final se trataba de encontrar la relación con cada uno de ellos. Esto fue surgiendo a raíz del guion y un poco también lo que íbamos probando durante los ensayos. Eso fue como el gordo de la preparación. Luego ya durante el rodaje Jaime siempre como con muy buen criterio me dirigía. Pero también me daba muchísimo espacio.

(RGA) Eso me interesaba saber, si tenías libertad

(Anna Castillo) Sí, confió mucho en mí.

(RGA) Entiendo que conocías los trabajos previos de Jaime Rosales…

(AC) Claro, sí

(RGA) Pero esta peli es muy diferente

(AC) Sí, si lo es

(RGA) Está más enfocada en los públicos. Y no lo digo como algo peyorativo porque creo que está incluso mejor realizada que otros trabajos más autorales

(Anna Castillo) Yo en realidad tenía muchas ganas de trabajar con Jaime por la parte romántica del cine. Tiene como una visión y una manera de hacer que a mí me parece como muy romántica hacia el cine. Siempre rueda en negativo, siempre tiene un punto de vista muy concreto. De pronto en una película lo importante es la improvisación, en otra es el punto de vista de la cámara. Hay algo como muy idílico en esa manera de trabajar, como de experimento. Por eso, me apetecía mucho currar con él. Pero es verdad que esta película para mí también es la que más conecta con el público, en la que más se puede empatizar, en sus carnes, de alguna manera. Es como la más cercana y eso me parece muy guay.

(RGA) ¿Cuántos años hace que has empezado con tu carrera como actriz 10 o 12, no?

(AC) 12 años o así.

(RGA) Pues a pesar de que todavía eres muy joven y ya llevas muchos premios detrás, ahora creo que estás en un momento inmejorable

(AC) Gracias

(RGA) Pero es que además Girasoles silvestres es un regalo de papel para una actriz, aunque también un reto importante porque afronta muchas subidas y bajadas

(Anna Castillo) Si, para mí —que es una cosa que descubrí viéndola— es como tú dices, un navegar y una evolución de una chica con muy pocos recursos emocionales y con pocos recursos económicos. Se maneja entre masculinidades tóxicas tremendas y eso, es lo que planteas, que va navegando tratando de estar bien, protegiendo a sus hijos, y poniendo su deseo de construir un lugar en el mundo. Sí, yo creo que es un personaje muy bonito, la verdad, un regalo.

(RGA) Comentabas que Jaime se inspiró en un reportaje fotográfico estadounidense, pero la película se trasladaba muy bien a la idiosincrasia española, es muy temperamental. ¿Cómo se logra eso? ¿Cómo es la evolución de la idea original?

(AC) Está inspirado en un reportaje fotográfico que hizo una fotógrafa estadounidense a un chico que acababa de salir de la cárcel y se iba a ver a su novia y la novia tenía dos niños. Eso sería como la primera historia, que es la historia con Oriol Pla. O sea, esa historia está muy basada en ese reportaje fotográfico e inspirada en ellos. Pero luego imagino que se cuestiona qué pasa con la chica. A partir de ahí se desarrollaron los otros dos personajes que son los de Quim Ávila y Lluís Marqués.

(RGA) ¿Y del papel al rodaje cómo conectas con Julia? ¿Cómo sientes ese personaje?

(AC) Para mí Julia representa un tipo de mujer que es muy común, algo que he visto mucho en mi familia y amigas. Es un tipo de mujer que vive y sobrevive en un sistema patriarcal que la carga mucho a nivel mental, por los hijos, las responsabilidades… Bueno, por su manera de habitar en el mundo, ¿sabes? Representa a muchas mujeres que conozco y que he conocido en mi barrio.

(RGA) ¿A qué barrio te refieres?

(Anna Castillo) Nou Barris

(RGA) ¿Personalmente consideras que tienes algo en común con ella?

(AC) Si yo me hubiera quedado, si yo no hubiera sido actriz y me hubiera quedado en mi barrio de Barcelona, que es el barrio donde está rodada esta película, seguramente me hubiera convertido en algo parecido.

Seguramente algo de Julia me hubiera tocado a mí. Julia podría ser yo cuando tenía 13 años en algún momento dado. Bueno, yo sería distinta porque ella es como más comedida, más cuidadora, muy protectora, muy buena. Y yo soy otra cosa. Pero reconozco que en mi barrio hay mucha gente como Julia.

(RGA) ¿Qué es lo que más te gusta de Julia y lo que menos?

(AC) Lo que menos, seguramente, es el conformismo. Aunque evoluciona, hay un punto conformista en ella y tiene que ver con que los niños estén bien. También tiene que ver con sobrevivir, aunque es algo que no puedes juzgar si no lo vives. A mí me ocurría que leyendo el guion y viendo la peli había algo que echaba de menos. Es como, tía necesitas más y no te lo dan, ¿sabes?

Y luego lo que más me gusta de Julia es que para mí ella es cuidadora, y eso es precioso, es un ángel.

(RGA) Y en este momento social en el que estamos y en el que se empieza a notar el cambio de paradigma de la percepción de la mujer en el cine, ¿cómo ubicas este papel?

(Anna Castillo) Yo es que con esta peli entro un poco en conflicto en el sentido de que estamos hablando de algo que me interesa mucho que es una realidad de mujeres con pocos recursos emocionales, y con pocos recursos económicos, que son jóvenes, y que son madres, y que viven en un sistema patriarcal que las oprime. Y me parece muy interesante hablar de esto. Lo que me deja un sabor un poco agridulce es que la peli es tan realista que no hay un final feliz como tal. Entonces ahí entra mi conflicto porque me gustaría que hubiera como más esperanza dentro de todo esto que estamos hablando. Hay una evolución, pero todavía no hemos llegado al final feliz. Para mí esa es la dicotomía. De todas maneras, agradezco y me hace muy feliz hablar de este tipo de mujeres y en este contexto social.

(RGA) ¿Qué crees que Jaime Rosales pretendía? El final no sé muy bien cómo interpretarlo…

(AC) Yo creo que Jaime quería hablar de las relaciones… Eso es algo que yo le pregunté en un momento dado. ¿Hay un mensaje concreto? Y no lo tengo claro. Él quería hablar y transitar por las relaciones y entender cómo acompañar a esta chica. Pero no quería dar un mensaje o una lección. En un primer momento yo sí lo necesitaba y se lo pregunté. Pero luego entendí que no era tan necesario…

(RGA) Es posible que quisiera lanzar un mensaje de esperanza en torno a la pareja

(AC) Para mí lo que dices de esperanza es evolución. Es una chica que de repente va entendiendo, va creciendo y evolucionando de alguna manera, a nivel emocional. Y sí, eso es esperanzador.

(RGA) Y aunque Julia siempre está saltando de hombre a hombre al final a través de ellos…

(AC) Crece

(RGA) Encuentra un camino de emancipación, ¿no crees?

(Anna Castillo) Claro, sí, sí, va evolucionando, va creciendo, va entendiendo lo que quiere, lo que no quiere y cada vez, bajo mi punto de vista, va sintiéndose un poco mejor aunque no esté del todo bien.

(RGA) ¿Cómo fue el trabajo con los chicos, con los actores?

(AC) Pues una suerte, la verdad. O sea, tanto con Oriol, como Quim, que le conozco desde que éramos muy jóvenes, como Lluis, pues muy bien. Les quise mucho…

(RGA) Me refiero a cómo interactúa tu personaje con ellos. Son muy distintos y cada acto plantea una experiencia diferente

(AC) A mí hay algo que me parece curioso. Julia sigue siendo la misma con los tres, con Óscar, Alex y Marcos, pero respira distinto en cada historia porque vive cosas diferentes. Y encontrar la coherencia con roles tan distintos era algo muy guay. Para ello tuve que dejarme llevar por la energía de cada uno de ellos. Fue algo que se fue construyendo durante los ensayos y el rodaje.

(RGA) Ahí radicaba precisamente la complejidad de tu personaje. Yo creo que además sobresales entre ellos, algo que era muy complicado. Era complicado, además, porque pienso que Jaime estaba trazando un panorama de masculinidades, tratando de demostrar que hay muchos tipos de hombres…

(AC) Pero si lo piensas es que yo nunca he sido igual en todas mis relaciones de pareja. Y sobre todo cuando era más joven, ahora, o en las anteriores. Quiero decir, cada persona te despierta partes concretas de ti. Y de repente te enamoras locamente de alguien que sabes que te va a tratar fatal. O estás en un punto de tu vida y eres de una manera y luego, de pronto, tu cabeza y razón toman el mando y te vas con alguien que igual no te hace tan feliz, pero te conviene por lo que sea. Y pasas a otra temperatura, a otra atmósfera. Es decir, hay algo que veo en la peli que para mí tiene sentido y por eso, aunque respire distinto al personaje, siento que tenía que ser así.

(RGA) ¿Cuál fue el momento más difícil del rodaje? Hay escenas muy duras en la película, pero, ¿cuál fue la más complicada?

(Anna Castillo) Pues mira, el más difícil creo que fue, sobre todo por cómo estuvo rodado, el día en que se pierde mi hija que estoy en la comisaria. Ese día fue muy largo, fueron ocho horas de mucho llanto, como muy desesperada. Lo recuerdo como especialmente duro.

(RGA) La escena de maltrato, ¿no fue compleja?

(AC) Si, pero no sé, esa escena de repente era tan dinámica, estaba con Uri y él llevaba todo el peso. Yo me dejaba llevar. Esa escena me arrasó, pero la de la comisaría es que fue muy larga, como muy dura.

(RGA) Conociendo la filmografía de Jaime esperábamos además otra cosa [evito el spoiler]

(AC) No, claro, claro, menos mal que no, era lo que me faltaba.

(RGA) Ya, pero además eso hubiese conducido la historia hacia otro lugar

(Anna Castillo) No, claro, imagínate…[ríe]