Testimonios del ahora en la Casa de Velázquez 

Los artistas becados el año pasado en la Casa de Velázquez se reúnen en ‘Itinérance’, una exposición que aborda un retrato vivo y colectivo de su año de residencia

Cada año la Casa de Velázquez acoge en residencia a varios artistas becados para realizar sus respectivos proyectos en la Académie de France à Madrid. En este caso, los creadores beneficiados de este programa fueron Najah Albukai, Carmen Ayala Marín, Maxime Biou, Mathilde Lestiboudois, Mery Sales, Chloé Belloc, Lise Gaudaire, Ana López Luna, Alberto Martín Menacho, Eva Malherbe, Adrien Menu, Pablo Pérez y Arnaud Rochard. Ahora, todos ellos se reúnen en la exposición Itinérance que recoge las piezas más significativas de su año de residencia. Los creadores, que comenzaron su trabajo en septiembre del año pasado, plantean un retrato colectivo que manifiesta y resalta diversas prácticas creativas. Planteadas desde diferentes enfoques, encontramos una recopilación de las piezas que son un testimonio vivo de su evolución a lo largo de estos meses. Recurriendo a diferentes técnicas han ido articulando su proyecto ahondando en su concepción, materialización y pluralidad de perspectivas.

Desde su llegada a la Casa de Velázquez todos los creadores se han visto envueltos en un ambiente creativo que ha enriquecido todo su trabajo. La tónica constante que se mantiene durante toda la exposición es la de poner de manifiesto una serie de reflexiones actuales acordes a problemáticas vigentes. Entre estas, cabe destacar el letargo y aislamiento del individuo frente a una colectividad globalizada o el uso del cuerpo como instrumento y herramienta de producción. Asimismo, experiencias relacionadas con la devastación ecológica que afectan al medio ambiente. E igualmente, la búsqueda de reconexión con la sabiduría mediante el manejo de relatos y testimonios ecofeministas. Son temáticas que componen una narración conjunta que después de mostrarse en la Casa de Velázquez de Madrid viajará a París y Nantes.

Un relato plural

En Itinérance encontramos diversidad de recursos como los que propone Najah Albukai, artista sirio y activista pacifico que aborda dibujo, grabado y pintura. Él muestra una selección de obras que reflejan seres castigados y torturados. Haciendo una analogía con su propia experiencia en manifestaciones pacíficas contra el régimen de Bachar al Ásad presenta una obra introspectiva. Por otra parte, Carmen Ayala Martin hace referencia a la mujer buñueliana abordando temas como la sacralización y el feminismo. Otra de las artistas que llama la atención es Mathilde Lestiboudois que representa paisajes metafísicos, lienzos abordados recurriendo a elementos arquitectónicos. También Mery Sales y Maxime Biou contribuyen a la técnica pictórica.

En cuanto a las artes visuales, están protagonizadas por artistas como Chloe Belloc que combina escritura, fotografía y cine. Son medios que usa para la reconstrucción de una herencia individual que pasa por la reapropiación de un saber femenino colectivo. Su investigación parte de las voces de las meigas gallegas por influencia de su abuela que reveló, de forma velada, sus secretos y saberes ancestrales. Siguiendo el recorrido, encontramos la obra de la fotógrafa Lise Gaudaire y los dibujos de Eve Malherbe. Igualmente, las instalaciones de Anna López Luna en torno a las mujeres mineras españolas y Adrien Menu. También descubrimos las piezas en gran formato de Arnaud Rochard y una selección de cuadros en superposición de Pablo Pérez Palacio. Para completar esta exposición el cineasta Alberto Marín Menacho observa y analiza las zonas rurales del sur de Extremadura a través del prisma de la juventud.
 

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