Rosana G. Alonso
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CentroCentro a través de la exposición ‘Rostros. Fotografía europea de retrato desde 1990’ que forma parte del marco de PhotoEspaña 2016, revela una Europa que se descubre en los individuos por medio de la fotografía de retrato

Dita Pepe | Retrato | StyleFeelFree
Obra de la serie Autorretratos con hombres, 2002 de © Dita Pepe | Foto: Y.Yu para © StyleFeelFree | Fotografía de retrato

El punto de partida es 1990. Explica Frits Gierstber, comisario de la muestra Rostros. Fotografía europea de retrato desde 1990, que justamente en la década de los noventa el individuo comienza a preguntarse por su identidad en el contexto de una reformulación de las nacionalidades. ¿Qué significa pertenecer a un estado? ¿Ese estado nos representa, nos define? Son cuestiones que empiezan a manifestarse tras la caída del muro de Berlín. Por un lado, Europa está más unida y hay un interés por parte de los artistas hacia la identidad que plasman cultivando la fotografía de retrato, que para Gierstber está íntimamente relacionada con el Humanismo, en el sentido de que se busca explicar el papel del individuo dentro de la sociedad. Pero además, en este contexto, entra internet dibujando poco a poco infinidad de rostros que se popularizan ya en el siglo XXI con los selfies.

Con la proliferación del autorretrato que colapsa las redes sociales desvirtuando su propio sentido con avanzados programas de retoque, parece muy oportuno retrotraerse hasta 1990 para hacer un recorrido por 25 años de género del retrato fotográfico. En la exposición que ofrece CentroCentro, en el marco del certamen de PHotoEspaña 2016, en la planta 5ª, con entrada libre, el retrato queda suficientemente definido a través de la participación de 33 fotógrafos. Un repaso proyectado en temas, no específicamente definidos, sino abiertos ya que lo que se plantea aquí es abarcar distintos enfoques en relación al retrato que en conjunto buscan “retar el concepto del retrato como algo íntimo y privado así como provocar una confrontación con uno mismo a través de la observación de los diferentes rostros”, señala Gierstber.

Entre las propuestas, nada más entrar, el choque visual de los jóvenes con cascos de Denis Drazacq es revelador del retrato contemporáneo. Rostros anónimos, inaccesibles y antiestéticos nos dan la bienvenida para dejar paso a continuación a los desgarradores rostros de Boris Mikhailov, un autor fundamental del desarraigo que junto a un omnipresente Thomas Ruff, fotógrafo por excelencia del retrato desidentitario que comienza a practicar en los ochenta, son los ejes centrales de la exposición a través de los cuales se articulan otras narraciones. Destacables las de Dita Pepe jugando con la imagen al modo Cindy Sherman. Son retratos de familia perfectamente escenificados, hasta el punto que la propia artista es protagonista de los mismos representando un papel en la escena familiar, cuestionando así la propia realidad.

También muy interesante el trabajo de Jitka Hanzlová que vuelve a su pueblo natal, en la República Checa, tras la caída del muro de Berlín, para explorar la idea de hasta qué punto el sitio donde has nacido tiene un peso en la identidad personal. Junto a esta, los retratos de Paola De Pietri también cuestionan el entorno donde nacemos. Así, la fotógrafa italiana, sitúa a mujeres embarazadas en zonas de extrarradio donde se van a construir áreas nuevas. Esto genera un debate sobre el futuro que van a tener estos niños que nacerán en entornos no conectados con la historia de las ciudades, sino en lugares exánimes y prefabricados.

A estos retratos se suman otros nombres esenciales como el del español Alberto García-Alix, Stratos Kalafatis, Thomas Struth, Hellen van Meene o Beat Streuli. Este último plantea además la cuestión de si las personas retratadas en espacios públicos tienen o no derechos. El fotógrafo toma fotos en la calle sin que los retratados en ningún momento sepan que están siendo fotografiados. Lo que pretende es quitar la máscara social que llevamos cuando sabemos que nos están mirando. Máscaras que en realidad han existido desde siempre, apunta Frits Gierstber, afirmando que en muchas piezas que se pueden ver en la exposición está la idea del rostro como máscara. Semblantes que nos miran y que miramos en un intento de establecer un compromiso entre la cercanía y la distancia, fomentando la empatía con nuestros semejantes.
 

Boris Mikhailov | Fotografía de retrato | StyleFeelFree

Obra de la serie Historia del Caso, 1997-1998 de © Boris Mikhailov | Foto: Y.Yu para © StyleFeelFree

DATOS DE INTERÉS
Título: Rostros. Fotografía europea de retrato desde 1990
Artista: Tina Barney, Sergey Bratkov, Koos Breukel, Michael Clegg & Martin Guttmann, Anton Corbijn, Christian Courreges, Luc Delahaye, Paola De Pietri, Rineke Dijkstra, Denis Drazacq, Alberto García-Alix, Jitka Hanzlová, Konstantinos Ignatiadis, Stratos Kalafatis, Nikos Markou, Boris Mikhailov, Jorge Molder, Lucia Nimcova, Adam Pańczuk, Dita Pepe, Anders Petersen, Jorma Puranen, Thomas Ruff, Clare Strand, Beat Streuli, Thomas Struth, Juergen Teller, Hellen van Meene, Stephan Vanfleteren, Ari Versluis & Ellie Uyttenbroek y Manfred Willmann
Comisariado: Frits Gierstberg
Lugar: CentroCentro Cibeles
Fechas: 1 de junio de 2016 – 28 de agosto de 2016
Entrada: entrada libre