México reconoce la aportación de la artista Nancy van Overveldt al arte mexicano dedicándole una retrospectiva que abarca setenta años de trayectoria

Nancy van Overveldt | Salón de la Plástica Mexicana | StyleFeelFree
Obra: El lago de los cisnes, 1987 de © Nancy van Overveldt | StyleFeelFree

Nancy van Overveldt (Países Bajos, 1930-2015) pasó gran parte de su vida en México llegando a formar parte del Salón de la Plástica Mexicana. En este país descubrió un universo mágico que influyó de manera determinante en su producción. Sus gentes, fiestas y tradiciones; sus paisajes y música la cautivaron. Ahora, la retrospectiva Nancy van Overveldt: Una pintora holandesa enamorada de México muestra en el Salón de la Plástica Mexicana setenta años de su trayectoria artística. Un total de 60 obras realizadas entre 1943 y 2009 integran esta muestra organizada por el Inbal en colaboración con la Embajada de los Países Bajos y la Fundación de la Colección Nancy van Overdeldt.

La carrera artística de Overveldt se inició a edad temprana participando activamente en los movimientos artísticos de su país natal. Además, con tan solo 13 años recibía el Premio Juvenil de Dibujo. Este premio le abriría las puertas para acceder, en 1946, en la Real Academia de Arte de La Haya. Más adelante, en 1950 se trasladaría a París para ingresar en la Academia André Lhote donde conocería las nuevas tendencias de la pintura. Dos años después llegaría por primera vez a México y colaboraría como asistente de Mathias Goeritz. Es precisamente el artista de origen alemán quien la introduciría en la vida artística mexicana. Un ámbito en el que destacaban figuras como Diego Rivera y Frida Kahlo, Remedios Varo, Leonora Carrington, Ángela Gurría o Rufino Tamayo entre otros artistas de la época.

Una artista en constante movimiento

Uno de los rasgos que caracterizaron el trabajo de Overveldt fueron el ritmo y el dinamismo de sus líneas. Si bien, las pinturas de la artista desarrollaron temas como la constante transformación, la dinámica, el espacio, el tiempo. Sin duda, los acontecimientos bélicos durante su adolescencia marcaron su postura frente a la vida. En consecuencia, el constante movimiento del mundo y el ser humano inmerso en su vorágine fueron cruciales a la hora de enfrentarse al lienzo. Asimismo, fue una gran amante de la naturaleza. También prestó gran interés por el folclore y las músicas locales mexicanas. Esto se refleja en algunas de sus piezas abstractas de gran colorido.

En una entrevista realizada poco antes de su muerte afirmaba que en los Países Bajos pintaba de forma muy distinta a como lo hacía en México. Según ella misma señalaba, en este país la pasión estaba en todas partes. No obstante, debido a sus aportaciones al arte nacional, en 1966 se le dedicó una exposición en el Palacio de Bellas Artes. A su vez, la exposición que ahora nos ocupa se realiza en reconocimiento de su labor enriquecedora de la propuesta visual del arte mexicano. Paralelamente, Nancy van Overveldt es todo un ejemplo de intercambio entre culturas.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: Nancy van Overveldt: Una pintora holandesa enamorada de México
Artista: Nancy van Overveldt
Organización: Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en colaboración con la Embajada de los Países Bajos y la Fundación de la Colección Nancy van Overveldt
Lugar: Salón de la Plástica Mexicana – SPM, Ciudad de México
Fechas: del 5 de mayo al 12 de junio
Horarios y dirección: consultar
Precio [entrada a exposición]: entrada libre