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En ‘Cerca de ti’, Uberto Pasolini aborda el tema de la muerte con una ternura y sensibilidad que llaman a vivir y disfrutar
La vida no siempre sale como queremos o esperamos. Es más, rara vez lo hace. Por eso, lo único que podemos tener por seguro es que algún día, de forma inevitable, nos llegará la muerte. Memento mori, que dice el tópico literario. Con esta verdad conviven los personajes de Uberto Pasolini. En Nunca es demasiado tarde, su protagonista era un funcionario del ayuntamiento que se encargaba de buscar familiares de personas que habían fallecido solas. Con un tono y estilo parecidos, en su tercer largometraje, Cerca de ti, vuelve aborda el mismo tema.
En la cinta, un padre soltero diagnosticado con una enfermedad terminal se ve obligado a buscar una familia adoptiva para su hijo de cuatro años. De esta forma, el pequeño no se quedará sin nadie cuando él falte. Para ello va entrevistando a distintos candidatos con orígenes y estructuras familiares diversas. Todos —o, al menos, buena parte de ellos— parecen correctos, pero no idóneos. ¿Cómo saber cuales son los indicados? Paralelamente, el padre trata de encontrar la forma de explicar al niño la situación. Por mucho que quiera, él no va a poder estar ahí, a su lado, eternamente, aunque a su manera espera permanecer siempre cerca. Una premisa que podría dar pie a una historia empalagosa, pero no lo hace. En su lugar, la sensibilidad con la que Pasolini aborda la trama genera una película tierna, reposada y tremendamente bella.
Frente a la tristeza del vacío que deja la muerte, el carácter animoso y vitalista de la cinta llama al disfrute. Como en el cine de Naomi Kawase, en la obra del realizador italiano se respira un cierto gusto por las cosas simples. Una inclinación que hace que Cerca de ti se presente como un mosaico de momentos cotidianos. En el filme, la cámara se detiene ante los acontecimientos ordinarios del día a día, que recoge cargándolos de valor y significado. Así, acciones como desayunar, pelar una fruta, esperar al autobús o a que un semáforo se ponga en verde son parte fundamental del metraje. Lo que de primeras parece intranscendental, aquí es esencial. Pasolini comprende que son justamente esos instantes la base de la vida.