Rosana G. Alonso
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La recuperación del poder talibán en Afganistán es algo que no debería pillarnos por sorpresa, Adam Curtis, en cierta forma, ya lo anunció en ‘Bitter Lake’ hace unos años

Bitter Lake | StyleFeelFree
Imagen de la película Bitter Lake | StyleFeelFree

El mundo está enfrentándose a un incierto cambio de paradigma. Con la toma de Kabul por parte de los talibanes el pasado 15 de agosto, las estrategias geopolíticas están mutando. ¿Por qué Afganistán es abandonada a su suerte? Después de 20 años de invasión occidental y miles de millones de dólares invertidos, occidente renuncia al sueño de convertir el país en un moderno Estado democrático. El mal llamado proceso de paz, en lugar de contener las guerras internas, que llegaron a un punto máximo a finales de los años noventa, las avivaron en dos décadas de invasión después del 11S. Pero ahora, imbuidos como estamos por discursos bipolares, apenas podemos escaparnos de las viciadas lógicas que incentivan que pensemos que, en todo caso, hay un mal que ha vuelto a ganarle la batalla al bien. Sobre todo esto hablaba en 2015 Adam Curtis en Bitter Lake, un documental que esclarece muchos porqués.

Precisamente, intentando encontrarle un sentido al sinsentido, el cineasta inglés con su peculiar estilo enérgicamente visual y trazando una hipótesis que no se centra en el acontecimiento, sino en el discurso, nos da las claves para entender el ascenso Talibán que a muchos parece haberles pillado por sorpresa. ¿No estaba el ejército afgano lo suficientemente preparado después de dos décadas de abastecimiento e instrucción para combatir a los fundamentalistas? ¿Cómo se invirtieron las ingentes sumas de capital y para qué han servido? ¿Han cambiado los intereses en esta zona petrolífera? A todas estas preguntas, indirectamente, se trata de dar respuesta.

En el trascurso de los hechos que narra el cineasta Adam Curtis valiéndose de una voz en off que busca delimitar la historia trazando un paisaje menos abstracto que en otras incursiones como en la hipnótica I Felt Like a Kiss, las milicias inglesas ya habían abandonado territorio afgano. Pero los EEUU y algunos de sus aliados siguen ahí. A Curtis no parece importarle, a pesar de ello, el devenir cronológico y sus repercusiones. Lo que quiere es demostrar una teoría propia que matiza en su siguiente documental, HyperNormalisation. Narra los hechos, pero lo que realmente le interesa es cómo se construye la realidad.

Su contundente alegato al inicio del metraje, el más largo de todos los que había realizado hasta el momento, es suficientemente evocador. “Vivimos en un mundo donde nada tiene sentido. Los eventos van y vienen como oleadas de fiebre, dejándonos confusos y sin certezas. Aquellos que están en el poder nos ayudan contando historias que dan sentido a una realidad compleja. Pero esas historias son, cada vez más, poco convincentes y vacías”. La banda sonora que sigue a esto, Come Down To Us de Burial, nos insta a que percibamos su punto de vista alterando nuestra percepción. Sujeta al vaivén de una imaginería visual envolvente que refleja una contemporaneidad posmoderna, nuestro estado se altera por subtextos y elipsis audazmente integrados. Puesto que la realidad está transformada, inventada y maliciosamente marketinizada, Adam Curtis hace lo propio manejando con destreza los múltiples recursos a su alcance en los archivos de la BBC.

Aunque se evidencia cierta intencionalidad pedagógica, Bitter Lake no pretende dar una clase de Historia. La construcción de una narración sobresaltada de datos, música, imágenes e inesperadas conexiones que buscan captar la atención, no tiene el sentido que a priori pudiera parecer. Hay lagunas y datos omitidos que pasan desapercibidos en un desorden engarzado meticulosamente. Pero, ¿acaso Curtis no ha dejado claro desde el principio su propósito? La tesis que maneja no tiene tanto que ver con Afganistán en sí, como con la construcción de la verdad y la historia. Y a pesar de ello, visto desde la actualidad, es un documental clarividente que tiene más sentido que nunca. Quien lo haya visto antes de conocerse las últimas noticias de Afganistán, al menos no le pillarán por sorpresa. La situación que ha llevado a que los talibanes hayan tomado el país ya se veía venir. Adam Curtis, lo veía venir.
 

Tráiler de Bitter Lake (2015) de Adam Curtis | StyleFeelFree Youtube