La artista portuguesa Dalila Gonçalves muestra la subjetividad de los sentidos en la exposición que acogerá la Galería Rafael Ortiz de Sevilla
Un gran cono de madera con aspecto de gramófono y un conjunto de piezas cerámicas que parecen ser muy pesadas. Ambas obras, de Dalila Gonçalves (Portugal, 1982), se muestran en la exposición En el oído hay laberintos y cristales. La muestra se podrá ver, desde el próximo 13 de enero hasta el 13 de marzo, en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla. Es la segunda individual de la artista portuguesa en este espacio, y en ella, juega con la forma en la que se revelan sus piezas, a través de una apariencia evocadora. De fuerte presencia instalativa, este proyecto continuamente apela al espectador, invitándole a ser sujeto y a generar sus propios vínculos.
La relación con el espectador, no obstante, es incierta. En principio, las piezas presentadas, aparentemente, no suscitan interés hasta que no intervienen los sentidos. ¿Qué ocurre entonces? El gramófono resulta que no emite ningún sonido; y las cerámicas son en realidad livianas, huecas, y dejan pasar la luz. Por ello, las expectativas sensoriales se ven frustradas, suscitando una tensión poética. “Como si de un laberinto o una telaraña se tratase, las diferentes piezas quedan vinculadas entre sí y subyugadas a esta tensión”, explica Guillermo Amaya Brenes, en el texto curatorial que acompaña la muestra.
La artista se encarga de evidenciar los elementos que hacen patente la experiencia acumulada que albergan los objetos. Busca dotarlos de una narrativa propia. Al ser este relato continuado por el espectador, las piezas son percibidas desde un nuevo prisma. Es entonces que el objeto termina por devenir obra de arte. Para entender este juego dialéctico, hay que considerar que Gonçalves parte del planteamiento ontológico kantiano de que la experiencia subjetiva reside en los propios actos perceptuales.
Los trabajos de Dalila Gonçalves se hallan intrínsecamente ligados a la tradición filosófica que rechaza la realidad como lo percibido a través de los sentidos. Al situar físicamente una de las instalaciones por encima del resto, la exposición alude también a los mundos sensible e inteligible de Platón. Si el espectador sube a este espacio, encontrará la videocreación Concierto. Es la respuesta al origen del sonido de la pieza inferior. Por medio de la interacción entre todos sus componentes, En el oído hay laberintos y cristales encuentra la armonía formal, material y estética.
Título: No ouvido há labirintos e cristais (En el oído hay laberintos y cristales)
Artista: Dalila Gonçalves
Lugar: Galería Rafael Ortiz (Sevilla)
Fechas: del 13 de enero al 13 de marzo de 2021
Horarios y tarifas: Horario: de lunes a viernes de 10:00 a 13:30 h / 18:00 – 21:00 h | Sábado de 10:00 a 13:30 h
Precio [entrada a exposición]: gratuita
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