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La selección de los Archivos del Planeta de Albert Kahn que recoge el Círculo de Bellas Artes, permite acercarse a la diversidad cultural del mundo, antes de la idea de aldea global
Es una realidad que la diversidad cultural se comenzó a perder desde que a finales del siglo XX la globalización y el neoliberalismo fuesen dilapidando las singularidades culturales, en favor de una uniformización que favorece a los mercados y sus tendencias. Fue un banquero el que vaticinó que muchas tradiciones que componían tipos, o lo que Jean Bruhes denominó geografías humanas, se irían perdiendo, en una época, en la que no obstante, las élites culturales, desde finales del siglo XIX, comenzaron a explorar el mundo incentivados, probablemente, por la literatura de Julio Verne, cuando los grandes viajes eran un privilegio y un riesgo que solo podían experimentar los más osados.
En este contexto, Albert Kahn [Francia. 1860-1940] empleó gran parte de su fortuna, desde finales del siglo XIX y hasta que el crack del 29 le dejó sin fondos, en perseguir un ideal. Tras un viaje por el Extremo Oriente que realizó en 1898, decidió emprender otra travesía más ambiciosa, una década después, dispuesto a fotografiar y filmar el mundo entero, con la ayuda de un asistente. Este viaje fue en realidad solo el comienzo, el primer paso que lo arrastraría a financiar un proyecto titánico que buscaría compilar y desfragmentar, en imágenes, el globo terráqueo, incidiendo en las escenas de la vida cotidiana, en diversos puntos de la geografía. Documentar los lugares y sus gentes, a través de imágenes estáticas y en movimiento, fue entonces su obsesión, una tarea que delegaría en el geógrafo francés Jean Brunhes, a quien encargaría la inmensa obra de cartografiar visualmente, entre 1909 y 1931 , el universo habitado. En total Kahn sufragó las expediciones a 4 continentes y 50 países que a su paso dejan un inventario descomunal llevado a cabo por un grupo de operarios a los que Bruhes instruyó para recolectar lo que constituye un legado de diálogo intercultural que en número deja cifras cuantiosas. 4.000 placas estereoscópicas, 72.000 placas autocromas y 183.000 metros de película que reúnen instantáneas de la diversidad etnocultural de la tierra. Tal magnitud de imágenes, aunque estamos habituados a la sobreestimulación visual en realidades digitales, es algo extraordinario incluso a día de hoy. Especialmente, porque permite acercarse a tradiciones y modos de vida perdidos o en peligro de extinción, mirar de cerca los conflictos humanos; y si nos fijamos bien, perderse en infinitos detalles que bien podrían componer archivos clasificados por tipologías. Determinados por la conducta, el hábitat, la morfopsicología, los modos económicos, geopolíticos, sociales, religiosos; y especialmente, los estilos, que en la indumentaria, dejan sus mejores perfiles, ya que si ha habido una uniformización cultural, esta se ha puesto de relieve, sobre todo, en las culturas del vestir.
Las posibilidades de catalogación se perfilan infinitas, pero los comisarios de la muestra en el Círculo de Bellas Artes, Alberto Ruiz de Samaniego y José Manuel Mouriño, han preferido dividirlo en seis bloques [Geografía humana; Geometrías del pensamiento: ciudades, templos, palacios; Viaje al fin de la noche: guerras y conflictos; Paisajes; Geometrías del alma: rostros, cuerpos, retratos y El imperio de los signos: ritos, ceremonias, castigos] “que en el fondo responden a la mirada totalizadora de Kahn”, explica Ruiz de Samaniego. Una forma de compendiar en una muestra los ilimitados fragmentos de un mundo que visto como un solo dispositivo, se contempla como un todo en el que es posible la convivencia en paz, a pesar de las diferencias que dejan de ser infranqueables, cuando sorteamos las barreras por medio de la empatía. Obstáculos que Albert Kahn esquivó en un intento de abrazar el universo. Los Archivos del Planeta son efectivamente una unión amistosa que reconcilia los pueblos de un planeta que si es hermoso, lo es, precisamente, por su diversidad geográfica, racial y cultural. La homogenización, barriendo los modos culturales que enriquecen las perspectivas para que la estandarización y la polarización no quepan en sociedades modernas, es sin duda un peligro a evitar. Hay que aprender a ver en los infinitos Archivos del Planeta de Albert Kahn que multiculturalidad y progreso no tienen por qué ir por sendas separadas.
Obra de Los Archivos del Planeta de Albert Kahn [Mongolia, 1913] en Círculo de Bellas Artes | Foto: © StyleFeelFree
Clips Archivos del Planeta de Albert Kahn cortesía del Círculo de Bellas Artes | StyleFeelFree Youtube
Título: Albert Kahn. Los archivos del planeta
Artista: Colección Albert Kahn
Comisariado: Alberto Ruiz de Samaniego y José Manuel Mouriño
Lugar: Círculo de Bellas Artes (sala Picasso)
Fechas: Del 26 de octubre de 2017 al 21 de enero de 2018
Actividades: Ciclo de cine de corte antropológico en el que se podrán ver entre otras Tabú (W.V.Murnau, 1929), Les statues meurent aussi (C.Marker y A. Resnais, 1953), Crónica de un verano (Jean Rouch, 1961), La taranta (Gian Franco Mingozzi, 1962), The Ax Fight (Timothy Asch, 1975) y Oh, Uomo (Y.Gianikian y A. Ricci Lucchi, 2004) // Conferencias dedicadas a la exposición dentro del programa Los lunes al Círculo