Cuando tienes 17 años | Téchiné se desquita 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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En ‘Cuando tienes 17 años’, André Téchiné se resarce de unos ‘Juncos salvajes’  menos fieros. Lejos queda la mirada reprimida del cine del siglo pasado en torno al amor gay

A diferencia del siglo XX, en el siglo XXI, independientemente de episodios aislados, la normalización de la homosexualidad en buena parte de Europa occidental y del norte, así como en el continente americano, está cambiando la mirada cinematográfica. Lo cierto es que en lo que llevamos de siglo, el cine de temática gay está teniendo una acogida comercial importante. La lista es larga. Concretamente este año en España los títulos son numerosos. Entre otros muchos, Carol, Desde allá  o Un amor de verano. Pero la salida del armario a la gran pantalla implica en no pocos casos el peligro de excederse con un destape  que ahora mismo, lejos de tener un cariz reivindicativo y social, parece buscar la rentabilidad de la nueva carne para el gran público. Lo que tuvo sentido hace ya dos décadas bajo el sello de un New Queer Cinema  en los noventa con autores como Todd Haynes, políticamente incorrecto pero valiente con un Poison  incendario, en no pocas ocasiones resulta artificial y no tan necesario actualmente, salvo que ciertas escenas seudo-pornográficas tengan una razón de ser en la esencia misma del relato. Esto además provoca una brecha entre orientaciones sexuales que no me parece oportuna porque cabe otro riesgo, el de querer ponerle etiqueta a los afectos cuando lo que debería promover el cine es la no-estandarización.

No es que Cuando tienes 17 años  se deleite tanto en la toma obvia como ocurrió en su momento con La vida de Adèle  de Abdellatif Kechiche. A André Téchiné le basta una escena que demora gustoso hasta el final para abrir el apetito a la audiencia y al mismo tiempo, resarcirse personalmente de aquellos espléndidos Juncos Salvajes  donde la homosexualidad solo podía resolverse a través de velos y de escenas que generalmente no se llevaban a cabo por una censura autoimpuesta cuando había una intención comercial. Aquellos noventa en los que el cine francés todavía florecía y reinaba abrigado por una Nouvelle Vague  que ya no se puede estirar más, han acabado. El siglo XXI está dejando claro nuevas formas de ver y de hacer. Y Francia, salvo excepciones, como le pasa también a otros estados de la Europa occidental entre los que incluyo a España, no parece haberle cogido el pulso a una centuria que ya ha arrancado hace algunos años manifestando abiertamente que sus modos y formas tienen que devolvernos una mirada fresca, franca y menos clicheada si no quiere quedarse a la zaga de otros medios. El cine tiene que seguir evolucionando buscando retos que nos descubran territorios por explorar, anticipando o descubriéndonos lo que solo podíamos intuir. Cuando tienes 17 años  es una película indudablemente entretenida ambientada en parajes que nos devuelven una mirada romántica que nos vuelca en ese insólito fraguado hacia lo sublime que el francés domina con acierto. Más allá de eso, no deja de ser un producto de cine listo para consumir rápido por mucho que Téchiné sepa cómo transmitir ese pulso erótico que llega como una energía que descoloca provocando rechazo que aquí degenera en violencia. El cine, tanto de contenido homosexual como heterosexual, tiene que saber proyectar una mirada desnuda que no busque tanto la contemplación placentera de un espectador que quiere la seña de identidad, como la mirada incierta pero real que pretende que el que mire se reconozca en lo que ve, aún reconociendo la presencia, al otro lado, de un otro en el que reconoce las mismas inquietudes. Y por poner un ejemplo de que esto es posible, me remito por ejemplo a la obra cinematográfica de Ira Sachs, menos complaciente, que ahora estrena Un verano en Brooklyn. Aunque para saber de lo que hablo, hay que ver sus anteriores trabajos, valientes disertaciones en las que incluso lo sexual y lo obvio, se vuelve relevante.
 

Tráiler de Cuando tienes 17 años | StyleFeelFree Youtube