Rosana G. Alonso
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El poderoso coctel que elabora Ángeles Cruz en ‘Nudo mixteco’ sitúa los dramas asociados a ser mujer en contextos de pobreza, migración, abuso sexual y lesbianismo

Nudo Mixteco | StyleFeelFree
Imagen de la película Nudo Mixteco | StyleFeelFree

No es lo mismo ser mujer en unos contextos que en otros. La desigualdad se agranda cuando la pobreza abre brechas difícilmente reparables, salvo con orgullo y determinación. Las tres mujeres indígenas a las que enfoca la cámara sigilosa que enreda a Nudo mixteco en un lazo de sororidad compartida, solo se tienen a sí mismas frente a una sociedad patriarcal que enfrentan. Dos de ellas son personajes principales, migrantes que regresan a su aldea para afrontar distintos asuntos. La que completa el tríptico, aunque es un personaje secundario y se ha quedado en su comunidad, representa una perspectiva que complementa el cuadro trazado por Ángeles Cruz, realizadora de este filme. Todas coinciden en un día en el que mientras se celebra la fiesta del patrón del pueblo, tiene lugar un funeral. La vida y la muerte, el dolor y lo festivo, se entremezclan así para hablar de la supervivencia.

En su primer largometraje, Ángeles Cruz vincula tres historias en un tiempo y un lugar. San Mateo, un pequeño pueblo de Oaxaca donde vive una comunidad mixteca, anclada en sus tradiciones. La primera de estas mujeres regresa por la muerte de su madre. No solo se ha ido de su pueblo en busca de un sustento económico, sino también por el rechazo de su familia ante el descubrimiento de su lesbianismo. La segunda, ha estado esperando demasiado tiempo a un marido ausente hasta que decide dejar de esperarle. La última de ellas se ha ido a la ciudad para emprender una nueva vida y huir del dolor del recuerdo. Regresa tras las sospechas de que la persona que abusó de ella cuando era una niña, ahora podría estar abusando de su hija.

El vínculo invisible que crea Cruz con estas mujeres es inquebrantable. Cada historia es un capítulo de un libro que completa un estudio sobre la mujer indígena enfrentada a diferentes formas de violencia. Son personajes fuertes y llenos de dignidad que tienen el ímpetu para encarar su sufrimiento y tratar de mitigarlo. Buscando justicia y comprensión. La película presenta un paraje distinto al que estábamos acostumbrados en el cine mexicano. Nos muestra la otra cara de la violencia. Una violencia estructural que sin embargo, no están dispuestas a aguantar más. Nudo mixteco escribe un relato coral que lidia con el estigma para romperlo. Es un filme de liberación que desata el nudo al que hace alusión el título. Necesario como engranaje para reconducir la historia de las mujeres indígenas.