Rosana G. Alonso
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Con el documental sobre Amy Winehouse, dirigido por Asif Kapadia, rememoramos a la artista, pero nos queda la sensación de que sigue siendo una incógnita a nivel personal

Documental, Amy Winehouse | stylefeelfree
Fotograma de Amy, documental sobre Amy Winehouse | StyleFeelFree

El terremoto mediático que provocó Amy Winehouse en su corta vida fue equiparable a su vida de excesos, su gran talento, y la identificable imagen que proyectó. Por todo ello, y debido a su trágico destino, su trayectoria también sirve de espejo que sintetiza los males de las sociedades modernas, con sus mecanismos de aberración de itinerarios personales-artísticos volviéndolos esperpénticos. Tan sólo cuatro años después de su muerte el temprano documental sobre su vida, Amy, es también sintomático de esa energía que arrojó, la misma que la destruyó, y que sirve de punto de partida de estudios psicológicos y sociológicos para avanzar cuáles son esos fantasmas que habitan los conscientes y subconscientes individuales y colectivos transmutando la realidad y construyendo al mismo tiempo las claves para entender la contemporaneidad.

El documental ‘Amy’, sobre la vida y trayectoria musical de Amy Winehouse, no bucea en ese black que fue su itinerario, pero es una ocasión para rememorar a una de las artistas más importantes de lo que llevamos de siglo.

Si los documentales biográficos en general tratan de poner luz a las equis irresueltas traspasando el personaje, en Amy, dirigido por Asif Kapadia, me queda la sensación de que la vida enfocada hacia la trayectoria musical de Amy Winehouse, sigue siendo una incógnita a pesar de las imágenes íntimas que nos acercan su lado humano. Hay cierto pudor en el enfoque, si bien hay episodios que son inevitables. Pero se tornan excesivamente mediados, lo que acaba por provocar más preguntas que respuestas. En realidad, Amy Winehouse, a pesar de esa imagen característica que construyó y que propagó socialmente en forma de reflejos proyectados por su séquito de emuladoras que se identificaban con su apariencia tan natural como excéntrica, se mostró sin tintes transformadores por mucho que su estilismo burlesque contemporáneo llevase a engaños. Consiguió entronizar lo choni, lo poligonero. Su vocabulario y comportamiento tampoco necesitaba adornos. Y esto fue nuevo. Nuevo porque era mujer y todavía, en pleno siglo XXI, las mujeres carecían del contrapunto y complemento a la violencia discursiva del universo rap predominantemente masculino que para la entrada del nuevo siglo ya había eclipsado el mundo, consiguiendo que también los números que generasen tuviesen tantas cifras como la ampulosidad de su estética. Pero las mujeres no tenían a donde mirar y Amy Winehouse puso un modelo que se comportaba con la fuerza y rebeldía masculina, pero adoptando evidentes muestras de una feminidad exagerada. Funcionó. Sólo podía funcionar. Su gran voz, sus letras personales, su forma de interpretar convencieron. Fusionó el jazz con el hip hop y el r&b para traer algo fresco pero comprensible desde la recuperación de un vintage, de un sentir clásico que cuajó en su esencia. Llegó al público.

El documental Amy es una ocasión para recordar su impacto, su fuerza, y su talento escenificados en un álbum mítico, Back to black, que vendió 12 millones de copias por todo el mundo. En su trabajo, como en su vida, están las claves para comprender gran parte de la primera década del siglo XXI, aspectos no dilucidados en esta cinta en toda su magnitud. Al margen de lo que nos propone este documental que prescinde de desenmarañar la compleja personalidad de Amy Winehouse, aunque apunte pistas el material audiovisual que se conserva, está su valía como artista y los capítulos personales por los que se pasa de puntillas. La falta de perspectiva supongo podrá resolverse mejor en un futuro buceando en lo políticamente incorrecto que esclarezca causas y porqués, que adelanten esa incorrección que la llevó a subir a lo más alto y caer en el abismo. El tabú de las drogas y el poder administrado por el dinero, no siempre permiten hacer el documental fidedigno y revelador que el espectador quisiera ver. A pesar de ello, su figura es suficientemente atractiva para recordarla con una película que está bien planteada dentro de las limitaciones con las que imagino tendría que lidiar Kapadia, reconocido con un BAFTA por su anterior documental, Senna, sobre la vida del célebre piloto brasileño de Fórmula 1, Ayrton Senna.
 

FICHA TÉCNICA
Título original: Amy (documental sobre Amy Winehouse)
Dirección: Asif Kapadia
Productora: Playmaker Films / Universal Music
Colaboradores: Andrew Morris, Blake Fielder (exmarido de Amy Winehouse), Blake Wood, Darcus Beese, Dr. Cristina Romete, Guy Moot, Janis y Michel Winehouse (padres de Amy Winehouse), Lucian Grainge, Mark Ronson, Nick Shymansky, Peter Doherty, Raye Cosbert
Fecha de estreno España: 17 de Julio de 2015
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