La teoría del todo | Stephen Hawking, el creador de sueños 

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Rosana G. Alonso

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Basado en el libro ‘Hacia el infinito’, la película ‘La teoría del todo’ nos descubre la intimidad de Stephen Hawking, extraordinariamente retratado por Eddie Redmayne

¿Cómo es que el pasado año y parece ser que este, las salas se estén llenando de tantas biopics? La única respuesta posible es la demanda. El público quiere ver el largo y tortuoso, pero también lleno de esperanza y magia, camino hacia el éxito. Hay muchos indicios de que es más lucrativo llenarnos la cabeza de sueños que de incertidumbre y generalmente el público lo agradece. Si no fuese así, Hollywood no sería la industria más poderosa del mundo. Teniendo en cuenta que muchas de las cintas que han optado por apuntarse a la biografía, están sufragadas por grandes sellos cinematográficos como es el caso de La teoría del todo que nos trae ahora Universal, después de malograr la del músico James Brown, la presunción parece confirmarse.

Aún así, la vida de Stephen Hawking lo merece. Porque su biografía es tan fascinante que su primera esposa, Jane Wilde, quiso dejar el testigo, a su manera, de su paso por ella con el libro de memorias Hacia el infinito, en el que está basado el filme. Pero la interpretación de Jane —Felicity Jones— es menos compleja que la del astrofísico. Un papel que recae en un creíble Eddie Redmayne en una interpretación que recuerda tanto a Hawking, lo que conocemos de su mediática figura, que no podemos imaginarnos que el célebre científico no fuese como lo pintan aquí. Y bajo mi punto de vista es lo más logrado de toda la película aunque los Óscars hayan nominado la cinta no sólo a interpretación masculina sino que compiten también su actriz principal, su guión adaptado y su banda sonora. Teniendo en cuenta que Redmayne ya se llevó el Globo de Oro por su interpretación, posiblemente se alce también el Óscar. No es para menos, el actor inglés más allá  de la dificultad de interpretar las incapacidades físicas y el intento de superación de Hawking, consigue dotar al personaje de ficción de una humanidad, ternura y diría también, de un espíritu creativo y audacia, que contagian desde el principio consiguiendo que se pase por alto algún momento de baja intensidad argumental.

Su banda sonora compuesta por el islandés Jóhann Jóhannsson, puramente cinematográfica, también es muy apropiada. Por encima de estos reclamos, que considero suficientes para enganchar al gran público, la película dirigida por James Marsh, incluso ya sólo por la interpretación masculina, sin llegar a ser excepcional, convencerá porque resulta un descubrimiento poder acercarse al científico más allá de las imágenes en la prensa.
 

Tráiler de La teoría del todo de James Marsh | StyleFeelFree Youtube