Rosana G. Alonso

La cuarta edición del Room Art Fair convierte el Hotel Mayerling en un hervidero de arte emergente, estimulado por galerías que se sitúan al margen de las grandes citas del Arte Contemporáneo

Para los que se inician en el arte o les apasiona tanto que no tienen prejuicios a la hora de discriminar según que citas, hay un encuentro menos frío y accesible, el Room Art Fair [RAF] que estos días está celebrando su cuarta edición —hasta el 15 de noviembre— en el Hotel Mayerling (Madrid). Este pequeño y modesto hotel en el barrio de los Austrias acoge las propuestas de más de 100 artistas por descubrir. Las obras están expuestas en las mismas habitaciones donde duermen los participantes, una idea exportada de EEUU que se lleva haciendo desde hace algunos años en el estado español de la mano de iniciativas en el ámbito de la Moda como el Changing Room o el Fitting Room. Es esta una forma de acercar al público a propuestas emergentes del ámbito de la creación. En el RAF, enfocado sólo en el arte, resulta una experiencia propicia para establecer sinergias entre todos los agentes de la industria además de que se muestra como una iniciativa que favorece otro tipo de actividades performances, micro-talleres, presentaciones, visionados de portfolios… en un ambiente más distendido y relajado del que se pudiera esperar de otro tipo de espacios.

Adentrándonos en cada habitación nos encontramos con propuestas que abarcan diversos soportes e inspiraciones. En algunos casos se incide en la fragilidad del recuerdo. Tal es el caso del impactante trabajo de David Catá —Galería Metro— que valiéndose de su propio cuerpo establece metáforas poéticas sobre la ausencia y el peso de la memoria que registra tanto en formato fotografía como en vídeo. También Oriol Panadés Piú —Espacio Plano B— recopila experiencias reales y ficticias, pero siempre desde lo personal, en el proyecto Drawings with my father and me. Aquí rememora y también fantasea recreando un álbum familiar marcado por la ausencia de su padre fallecido cuando él contaba tan sólo 3 años de edad.

El dibujo también está recogido en técnicas diversas como las enérgicas y expresivas ilustraciones del prolífico Juan Carlos López Davis —Galería Espiral— que demuestra una maestría espontánea en la técnica. De temática cómic, la obra de Andrés Magán —Galería Combustión Espontánea— es precisa y efectiva. El collage tampoco podía faltar. Destacamos dentro de esta técnica la obra de Miu MirambellMad is Mad— que compagina la delicadeza con la técnica en collages de mirada infantil en los que recorta y pega para componer puzles coloristas con animales que nos llevan a un universo ordenado y frágil.

Otro soporte que nos ha resultado interesante es el uso de los platos que en Jose Antonio Roda —Factoría de Arte— siendo tradicionales, se posicionan desde una temática pop, como rupturistas. El plato también es el soporte de Cristobal Tabares pero al contrario que Jose Antonio, juega con la descontextualización de su origen adoptando una apariencia de porcelana cuando se trata de corrientes platos de plástico.

Desde la fotografía destacamos el trabajo de César Lacalle que se emplea en retratar un mundo absolutamente globalizado y estandarizado. De ahí sus retratos anónimos que componen sus 101 faces in Manhattan o en Shanghai. O el trabajo de Sergio Arrola —Galería Swinton— que muestra un fastuoso viaje de 48 días en bicicleta entre Nueva York y Los Ángeles con su Leica M6. Más lúdico es el proyecto de Toru Matsuoka —Quiosc Gallery— que presenta pequeñas esculturas para acercarnos a un universo particular poblado de pequeños seres de formas ovoides que invitan a la participación.

Y como broche final, la quinta planta del hotel tiene reservadas 3 habitaciones a proyectos de comisariado que han resultado los finalistas de un concurso abierto planteado por RAF. De estos nos ha sorprendido el proyecto habitación 1.001=MI comisariado por Nino Maza & Celine Beslu que también son los artífices de las inquietantes piezas que se pueden ver en esta habitación como huellas presentes en la intimidad que son sintomáticas de lo más profundo del ser habitado en espacios privados.
 

David Catá, galería Metro | Stylefeelfree

Obra: David Catá, Galería Metro | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

Juan Carlos López Davis, galería Espiral | Stylefeelfree

Obra: Juan Carlos López Davis, Galería Espiral | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

Toru Matsuoka, galería Quiosc Gallery | Stylefeelfree

Obra: Toru Matsuoka, Quiosc Gallery | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

Assaf Iglesias y obra de Miu Mirambell, galería MAD IS MAD en Room Art Fair| Stylefeelfree

Izq: Assaf Iglesias; Dcha: Obra de Miu Mirambell, Galería MAD IS MAD | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

Jose Antonio Roda, galería Factoría de Arte en Room Art Fair | Stylefeelfree

Izq: obra de Jose Antonio Roda, Galería Factoría de Arte; Dcha: Cristobal Tabares, galería Metro | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

Nino Maza y Celine Beslu en Room Art Fair | Stylefeelfree

Proyecto comisariado por Nino Maza & Celine Beslu, Habitacion 1001=MI | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

Oriol Panadés Piú, galería Espacio Plano B en Room Art Fair | Stylefeelfree

Obra: Oriol Panadés Piú, Galería Espacio Plano B | Room Art Fair | Foto: Roux Feelfree para StyleFeelFree

César Lacalle en Room Art Fair| Stylefeelfree

César Lacalle y su obra, a izq, 101 faces in Manhattan a la dcha, No name city | Room Art Fair | Foto izq: Roux Feelfree para StyleFeelFree