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Madrid se inunda de Pop Art con las dos grandes exposiciones que albergan el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía
Seguimos siendo pop porque todo está en venta. Medio siglo después del auge de este fenómeno en los años sesenta, la mercantilización es la base del sistema y los símbolos pop son reconocidos fácilmente.
El ser humano convertido también en mercancía y despojado incluso de sus emociones reales en sociedades capitalizadas, sigue ensalzando la opulencia, el crédito, la pose, la tarjeta de presentación… busca, aún más cuando el poder adquisitivo de las clases populares ha bajado considerablemente, una identidad reconocible. Y eso parece alcanzarlo sólo a través de códigos popularizados que le permitan reconocerse y reconocer a los otros. Aunque el movimiento pop también tiene su aspecto crítico y de análisis realista de lo superficial, no deja de ser un arte fácilmente reconocible con el que el público interactúa rápidamente porque puede visualizar lo que es y descodificarlo como quiera.
Y como es más factible el consumo que la educación, el pop sigue siendo un reclamo seductor para instituciones culturales cuando el sistema económico capitalista parece tambalearse aunque sea sólo un espejismo. Posiblemente el auge de la visualización de esta corriente en los principales museos tenga su vertiente política y económica. Como queriendo sujetar las piedras de una mole enorme que en cualquier momento podría caer sobre nuestras cabezas.
Con la exposición que inaugura hoy el Museo Thyssen-Bornemisza Mitos del pop y la que prepara el Museo Reina Sofía para el 26 de junio sobre la figura del inglés Richard Hamilton, uno de los máximos exponentes de este movimiento, se inicia el itinerario pop del arte, Madrid es Pop, para este verano en Madrid. Con tal motivo, se puede adquirir una entrada conjunta (13 euros) con la que se podrán visitar los dos museos.

Retrátala desaparecida, 1962 de Pauline Boty | cortesía de Museo Thyssen‐Bornemisza | StyleFeelFree

James Dean (Lucky Strike), 1957 de Ray Johnson | cortesía de Museo Thyssen‐Bornemisza | StyleFeelFree

Retroactivo II, 1963 de Robert Rauschenberg | cortesía de Museo Thyssen‐Bornemisza | StyleFeelFree

Autorretrato con luz negra, 1986 de Andy Warhol | cortesía de Museo Thyssen‐Bornemisza | StyleFeelFree

Look Mickey, 1961 de Roy Lichtenstein | cortesía de Museo Thyssen‐Bornemisza | Exposición: Mitos del Pop | StyleFeelFree
