Tecnología, música experimental y cultura independiente conforman un cúmulo a través del que Laurie Anderson, en el Museo Moderna de Estocolmo, explora asuntos políticos y sociales

Laurie Anderson | Museo Moderna | StyleFeelFree. SFF magazine
© Laurie Anderson, Drum Dance. Imagen de la película Heart of the Brave, 1986 | StyleFeelFree. SFF magazine

Conocida por sus dotes en campos como la interpretación, el activismo o el cine, Laurie Anderson (Estados Unidos,1947) es, también, una de las figuras más destacadas en su país en el arte vanguardista que integra la música experimental y la cultura independiente. Su figura constituye una fuente de inspiración y provocación para aquellos interesados en el arte contemporáneo. De ahí que su trabajo haya sido exhibido en importantes museos y galerías de todo el mundo y traspase todo tipo de géneros. Ahora, es el Museo Moderna de Estocolmo quien, en la muestra de arte multidisciplinar Looking into a Mirror Sideways, pone de relieve su obra. En ella, Anderson explora temas como la tecnología, la política, la identidad y la memoria a través de medios como instalaciones de sonido, videos, textos, esculturas y fotografías.

La producción de Laurie Anderson consigue hacer que, tanto otros artistas como el público en general, reflexionen sobre los aspectos que plantea. Algunas de sus principales preocupaciones artísticas se ven en instalaciones en las que se acerca a la identidad, la memoria y la tecnología. Dentro de su polifacética producción, Anderson crea una narración basada en la condición humana, el presente fugaz y visiones distópicas del futuro. Además, movida por su interés en el propio individuo y la identidad, despierta a cuestiones existenciales sobre qué es el tiempo o cuál es nuestro verdadero lugar en el mundo. Por otro lado, a través de la fotografía y la escritura, aborda al sujeto y el objeto, el sueño y la realidad.

Reflejo de la complejidad humana

El recorrido propuesto en el Moderna es un ejemplo de cómo la música y el arte intervienen en asuntos que desafían al espectador. En su producción, Laurie Anderson utiliza instrumentos electrónicos y tecnología punta, creando paisajes sonoros únicos. Por otra parte, sus composiciones están influidas por la geometría, el lenguaje y los sonidos cotidianos. Sus letras se adentran en contenidos sociales y políticos, tratados, a menudo, con un tono satírico e irónico. De esta forma, la música y la voz se convierten en la base de la mayor parte de sus creaciones. Igualmente, el habla, las pausas e incluso el acto de escuchar, también son fundamentales en sus composiciones e interpretaciones. Anderson es una fiel defensora de que el lenguaje es un sistema autogenerado que nunca controlamos del todo. En palabras de Lena Essling, comisaria de la exposición, “la forma en la que elegimos nuestras palabras, en un momento dado, o cómo narramos una experiencia, conforma nuestra memoria y nuestra identidad”.

En muchos de los trabajos de Laurie Anderson, la libertad y el sentido de aventura son temas frecuentes. Desde el viaje del ser humano entre la vida y la muerte al derecho a la búsqueda de la felicidad. Esto es perceptible en Habeas Corpus donde registra la privacidad y la vigilancia en la era digital. Así, la obra pone en relieve una situación política que convierte a los individuos en piezas de un gran juego, lo que provoca que vivan privados de identidad y recuerdos. Mediante esta creación, nos invita a una reflexión sobre el equilibrio entre la seguridad y la libertad. Laurie Anderson es una artista comprometida que a través de su obra crea un espacio para el pensamiento crítico y la reflexión sobre el mundo.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: Looking into a Mirror Sideways
Artista: Laurie Anderson
Comisariado: Lena Essling
Lugar: Museo Moderna de Estocolmo
Fechas: hasta el 3 de septiembre de 2023
Horarios y tarifas: consultar