Recientemente estrenó ‘A los libros y a las mujeres canto’ en la sección New Directors del Festival de San Sebastián y con ella hablamos sobre un proyecto que recurre a los libros para hablar de mujeres a las que quiere y respeta

María Elorza | Entrevista | StyleFeelFree. SFF magazine
María Elorza en el SSIFF 2022 | Fotografía: R.Xo para © StyleFeelFree. SFF magazine

María Elorza (Vitoria-Gasteiz, 1988) ha sido una de las protagonistas del palmarés del pasado Festival de San Sebastián 2022. Recientemente también ha sido mamá y no para de sonreír, aunque cuando realizo esta entrevista el jurado todavía no ha fallado los premios. Su primer largometraje documental A los libros y a las mujeres canto, que participaba en la sección New Directors del SSIFF finalmente se alzó con la Mención Especial del Premio Irizar al Cine Vasco y el Premio TCM de la juventud. Con ella hablo sobre su película, un proyecto muy personal que comienza como un juego familiar y acaba convirtiéndose en un buqué de flores, con los libros como excusa, para darles voz a ellas. Su madre y las amigas de su madre. Todas apasionadas de la Literatura y guardianas de un tesoro. A saber, los libros, que narran su vida y son testigos de la historia.

(Rosana G. Alonso) Hay algo con lo que es necesario que arranquemos esta entrevista porque guía toda la película. En ella comentas que los libros pueden ayudar a vivir pero también te pueden matar…

(María Elorza) Sí, sí [risas]

(RGA) Y ya concretando esta idea, ¿recuerdas algún libro que te cambió la vida?

(ME) No sé si hay algún libro que me haya cambiado la vida pero sí que recuerdo libros que en momentos de tristeza o de dificultad me han ayudado y me han acompañado. Por ejemplo, recuerdo una época en la que me sentía muy afligida y estuve leyendo los Pensamientos de Marco Aurelio que son reflexiones filosóficas muy sencillas, de pensamiento estoico. No sé, como que me reconfortaba mucho en momentos de dificultad. Son pensamientos del tipo «hoy vas a levantarte y vas a encontrarte con un ingrato, o con un no sé qué y un no sé cuánto, pero no te preocupes por eso porque ellos no pueden afectar a tu alma, por lo tanto no pueden, realmente, hacerte daño». No lo recuerdo bien, pero era algo así. Son pensamientos muy sencillos pero que quizás en momentos de dificultad está bien recordar y que me reconfortaron en una época de tristeza. O, no sé, recuerdo también quizás alguna novela de Zola, por ejemplo, en algún momento de tristeza. Recuerdo cuando leí Los miserables de Victor Hugo que fue además una lectura muy larga que me acompañó durante mucho tiempo.

(RGA) Y además hablas de varios libros a lo largo de la película… bueno, a parte de otras cosas.

(ME) Sí, sí en la película hablo además de otro libro que me ha acompañado en momentos de dificultad, que es Cartas a un joven poeta, de Rilke, que sale citado.

(RGA) Sí Rilke está por ahí.

(ME) Y quizás en momentos de duda sobre mi vocación y sobre el cine ha sido un libro que me ha sostenido. Pero la película no parte de ningún libro específico, parte más bien de las mujeres que hablan de los libros. Y de hecho, no quería que, aunque incluyo muchas citas que me son queridas, referirme a libros en particular. Más bien es una novela muy coral. A veces también la defino como un collage, lo es también respecto a los personajes.

(RGA) La idea de collage es algo que pensaba y comparto… Pero entonces, ¿no hay ningún libro que origine esta película?

(ME) No es un libro específico, no estaba pensando en un libro concreto. Más bien es la idea de biblioteca. Por ejemplo, la idea de ese coro de voces que habitan nuestra casa y el abrigo de los libros en general.

(RGA) De hecho es un homenaje a los libros pero sobre todo es, claramente, un homenaje a las mujeres…

(ME) Sí

(RGA) Que son las que conservan los libros y las bibliotecas personales ¿no? Lo que pasa es que cuando pensamos en la idea de biblioteca quizás lo primero en lo que pensemos sea en una biblioteca pública, ¿cómo trasladas o cómo te surge la idea de las mujeres como custodias de los libros en sus bibliotecas personales?

(ME) Vale, es una pregunta con muchas preguntas dentro. A ver si consigo contártelo un poco ordenado. Por una parte, hablo de las mujeres porque al final la idea de la película consiste en retratar a estas mujeres a través de sus libros. Y mi deseo de filmar parte más del amor a estas personas que conozco desde mi infancia y que no las elijo al azar, sino que son mi madre y tres de sus amigas. Entonces, digamos que el impulso para filmar es más el cariño a estas mujeres que la temática misma de la literatura que también es algo que me interesa y que trato en otros trabajos. Pero, digamos que el impulso más fuerte es el afecto.

Siempre cuento que la película empieza a rodarse por una anécdota, que sale en la película también, que es que a mi madre se le cae un estante de libros encima. Y entonces, cuando me cuenta el desastre, voy con la cámara a su casa a grabar. Porque me dice: «es que no sabes cómo se ha quedado el estudio todo inundado de libros».

(RGA) ¿Cuándo ocurrió eso?

(ME) Mira no te lo sabría decir exactamente. Quizás fue en 2017 o 2018. Recuerdo que fue después de 2016, seguro, porque yo había filmado a mi madre en una entrevista sobre el uso del taladro. Y había filmado también los estantes en un corto que hice.

(RGA) Es curioso toda esta conexión con los libros en tus películas…

(ME) Fue como una especie de maldición, no sé. Rodé el corte y, de repente, no sé si fue a los meses o al año, no había pasado mucho tiempo, 2017 o 2018, se le caen los libros. Y entonces, pues voy a casa y, efectivamente, pues era una cosa muy vistosa. Estaban todos los libros por el suelo. La Divina comedia se había caído en medio y se había partido por la mitad. Así que, un poco medio en broma, empiezo a grabar en casa de mi madre. Empiezo a grabar los libros que tiene, empiezo a grabarla a ella y empezamos a hablar de literatura. Pero siempre en un marco y en un formato medio doméstico. Y poco a poco ese tono de broma se va transformando en interés y me voy dando cuenta que me apetece ahondar en esa cuestión de literatura, vida cotidiana y hogar.

Luego comienzo a ir a la casa de sus amigas, de una serie de amigas que yo escojo, porque sé que tienen mucho que decir sobre Literatura, que conviven estrechamente con los libros y que tienen unas bibliotecas muy personales. Yo creo que ya es ahí. Visitando las casas de las amigas de mi madre, es cuando me doy cuenta que hay un proyecto ya, que no es solo un juego familiar.

(RGA) Se va cerrando poco a poco. Pero la improvisación es muy importante…

(ME) Sí, sí, es una película que se va haciendo. No es una película que yo concibo y después ruedo, sino que se va haciendo a sí misma poco a poco y que también la propia película casi me arrastra a mí más que el hecho de conducirla yo por un sitio preestablecido.

(RGA) Sí, eso se nota. Pero es una improvisación muy conectada por simbolismos, ¿no? Están las abejas, está el fuego; incluso, lo que comentas del libro de Dante que queda partido por la mitad que es de por sí muy simbólico. Y tú le das como un significado, creo que no lo expresas como tal, no lo sé exactamente, pero es muy significativo ¿Cuáles son estos símbolos y qué importancia tienen para ti?

(ME) Ocurre que cuando ya he grabado las entrevistas me doy cuenta que son muy variadas, que hay una temática común, pero perspectivas muy diferentes sobre la literatura y un montón de citas y menciones a elementos muy, muy variados. Y me doy cuenta que necesito de algunas guías, de algunos hilos que me ayuden un poco a poder tejer, montar y hacer una estructura. Y entonces ahí es cuando empiezo a pensar en una serie de imágenes que pueden ayudarme a, digamos, vehicular la narración y darle una consistencia y una cohesión. Una de las imágenes es el fuego, ya que se habla mucho de la destrucción de los libros. El fuego es una imagen que aparece muy desde el principio y no es solo el fuego que quema los libros. También grabé imágenes en las hogueras de San Juan aquí en San Sebastián. Bueno recuperé imágenes del Holocausto nazi, imágenes de fuego muy variadas. Pero también, por ejemplo, hay un pasaje que habla de las abejas, y está ahí el humo de las abejas, está el humo de los cigarros, porque las cigarreras también eran obreras y aparecen en la película.

(RGA) Lo conectas todo, sí.

(ME) Sí, poco a poco veo que el fuego puede ser una de las imágenes que puede hilar muy bien la narración. En un momento llego también a la imagen del jardín, la idea también de que las bibliotecas son como jardines. Y las flores y la vegetación es algo que también va saliendo a lo largo de toda la película ¿no? Desde la entrevista de Loreto en la que dice que la poesía no hay que entenderla porque tampoco nos molestamos en entender una hoja de un árbol que está ahí para disfrutarla y contemplarla, ¿no? Y ahí ya están las flores.

También están las partes en las que uno de los personajes tiene una huerta, en las que hablamos del expurgo, de la eliminación de libros en las bibliotecas que en francés lo llaman désherber, quitar las malas hierbas. Y bueno, la del verde y la vegetación es otra imagen. Y después quizás hay otras subimágenes como la del caballo que es un poema. Una de las primeras imágenes literarias que conserva mi madre en su memoria es un caballo que remite a los inicios del cine.

(RGA) A Muybridge, ¿no?

(ME) Son los caballos de Muybridge, es el caballo de Troya que viene a incendiarnos la ciudad también y a colarse en nuestras vidas. Y luego hay otras imágenes que tienen ya un papel más secundario como las abejas, por ejemplo, pero que están ahí también sonoramente.

(RGA) Es curioso lo del caballo porque además hay otra cineasta en la sección oficial, Laura Mora, que utiliza también de forma simbólica un caballo y comenta algo parecido.

(ME) Ah, ¿sí?

(RGA) Y lo conecto también porque son dos de las películas que más me han gustado en secciones distintas.

(ME) Pues mira.

(RGA) Me llamó también la atención esta asociación que tanto tú como Mora hacéis que nos remite al caballo que dio origen al cine, cuando además en la sección oficial de este año hay muy pocas cineastas. Además de que en ambos casos tenéis asociaciones como muy poéticas. Concretamente, en tu caso, estas asociaciones dan lugar a un planteamiento como de diario personal. Bueno, en realidad, es un diario colectivo lleno de diarios personales. Por eso, a priori, la edición parece un trabajo muy complejo. Supongo también que la propia investigación tuvo que ser difícil. Pero imagino que te iría guiando. Si te parece puedes empezar mejor explicándonos cómo ha sido el trabajo de archivo, la recolección y las asociaciones.

(ME) Pues, a ver, las asociaciones… hay muchas imágenes a las que llego simplemente porque la película me lleva a ellas. O porque las protagonistas me cuentan cosas que inmediatamente me remiten a mi imaginario cinematográfico. Por ejemplo, me hablan de caballos y yo veo el caballo de Muybridge, me hablan de flores y veo La florista de Chaplin. Son asociaciones que hago incluso mientras estoy filmando o cuando reviso las entrevistas. Y luego hay muchas cosas que surgen cuando yo empiezo a buscar algo. Quiero hablar de abejas pues me pongo a buscar imágenes etnográficas de abejas, de apicultores, busco imágenes científicas. Veo también muchas cosas un poco al azar. Hay cosas que salen a la luz mientras estás haciendo la película. De repente vas a ver una película, igualmente estás viendo un documental en la televisión o en cualquier sitio y como estás inmerso en el proceso ves la conexión. Luego hay muchas cosas también que me las dan las propias protagonistas.

Con las referencias literarias es un poco lo mismo. Hay muchas que me dan ellas, hay muchas de lecturas que yo estoy haciendo paralelamente o que hago a propósito de la película. Leí bastante sobre bibliotecas, leí un poco sobre literatura, releí quizás pasajes de poetas y autores que yo había leído anteriormente. Y luego, lo bueno de hacer un documental es que cuando la gente sabe que estás haciendo una película sobre bibliotecas empiezan a contarte cosas. No solo las entrevistadas, sino que algunas personas te dan referencias. En plan, tienes que ver esto que creo que te va a interesar. Y hay muchas cosas que surgen así. Y otras que rescato de mis vivencias personales. Hablo además desde el trabajo que tenía en aquella época que es en la antigua fábrica de tabaco. Por eso sabía que las antiguas cigarreras solían tener la costumbre de leer en voz alta mientras trabajaban y cosas así que yo conozco por azar, por mi trayectoria personal. Y lo mismo con las imágenes. Pero bueno, fueron momentos de ver muchísimas cosas y muy variadas. Desde cine doméstico de la primera mitad del siglo XX hasta imágenes científicas, imágenes etnográficas, imágenes publicitarias…

(RGA) Sí, sí, vemos de todo. Está hasta Amelia Earhart.

(ME) Sí, sí, está.

(RGA) Símbolos también de literatura, mujeres icónicas del cine…

(ME) Sí, sí, todo.

(RGA) Retomando la pregunta. Porque claro, tienes muchos elementos y todo esto hay que editarlo, ¿cómo fue el proceso de edición?

(ME) Sí, sí, la edición fue muy compleja y la he hecho yo. Al final, digo a menudo que gran parte de la labor de dirección en realidad ha estado en el montaje porque la película es una película muy de montaje y creo que ha estado ahí la miga un poco del proceso creativo. Es una película que llevo montando desde que empecé a filmar. O sea, si en 2018 empecé a grabar las primeras imágenes las he ido montando desde 2018. En el proceso he ido filmando, montando, filmando, montando, filmando, montando. Muchas veces, filmaba una secuencia y la ponía en relación con imágenes de archivo o películas que yo recordaba. Y a lo mejor montaba un cachito y lo dejaba ahí guardado.

Ha sido una metodología, como decía antes, muy de collage. Muy artesanal en el sentido de que iba haciéndola muy poco a poco y tejiendo pues muy a poquito, muy al detalle. Y luego sí que ya en la parte final del montaje he tenido que estructurar. Al principio me movía mucho por impulsos y asociaciones de ideas. Luego, durante el último año, año y medio, aunque he seguido rodando, como ya tenía bastante material lo que he intentado es buscar una estructura y utilizar estas imágenes guía que tenía e ir grabando quizás algunas secuencias que me ayudaran a dar continuidad.

(RGA) De todas formas la estructura por capítulos te ayudaría mucho. ¿Cómo lo planteaste? ¿Lo tenías claro desde el principio?

(ME) Sí, los capítulos y la voz en off, que son los dos elementos quizás que me ayudan un poco a estructurar, los tenía desde el principio. Tenía bastante decidido desde el principio que iban a estar. Tanto por el guiño literario como porque me gustaba que hubiera un narrador y que la palabra estuviera en pantalla en plan guiño literario, que la palabra estuviera escrita. Lo que no tenía claro desde el principio era ni cuál iba a ser el contenido de esos capítulos, ni los títulos, ni cuál iba a ser el texto de la voz en off. Ha sido una cosa que yo sabía desde el principio que iba a estar, pero que en realidad hasta el final del montaje, un poco para intentar facilitar el visionado y la lectura de la película, no está definido.

(RGA) Es una película además muy romántica ¿no? Por el tema también que trata.

(ME) Sí

(RGA) Y por cómo está tejida. Hay mucho lirismo. ¿Dirías que con esta película ya tienes como definida tu forma de acercarte al cine?

(ME) Pues no sé supongo que uno cambia mucho y a mí también me gusta probar cosas nuevas. Creo que sí que quizás unos cuantos de los cortos anteriores que he hecho han sido en parte como una especie de ensayo y que la película formalmente también es la continuación de mis trabajos anteriores. Pero, bueno, no sé si este va a ser mi estilo para siempre [risas]

(RGA) ¿Pero vas a seguir haciendo documentales?, ¿te interesa más?

(ME) Pues sí, por ahora sí. Pero, bueno, no descarto quizás algún día probar con la ficción. Como espectadora la ficción me gusta mucho también… Pero no he tenido nunca ocasión de hacer ficción. Y no he tenido igual tampoco el impulso o una idea clara, así como una idea brillante para hacer una ficción. Pero no descarto hacerla. Quizás no un tipo de ficción al uso. Tampoco me imagino haciendo una película super clásica… Pero no sé, pienso que si hiciera ficción seguramente tendría muchos de los elementos también con los que he trabajo hasta ahora. Quizás tendría también imágenes de archivo o quizás seria una película en la que pudiera jugar con el montaje, en la que no estuviera cerrado todo de antemano. Eso sí que creo que es una continuación de lo que he hecho hasta ahora.

(RGA) Además, tendrías una protagonista muy buena que es tu hermana, que me parece que da mucha miga…

(ME) [risas] sí, sí.

(RGA) Creo que lo hace muy bien, no sé si porque estabas tú detrás, pero tiene gracia.

(ME) Sí, sí, sí. O sea, mi hermana también me servía mucho de contrapunto porque no quería solo que fuera… O sea, quería que hubiera también alguien joven, que hubiera una alusión a las nuevas generaciones, alguien que respondiera también ¿no?

(RGA) Bueno y además introduces también el metacine.

(ME) Sí, sí, luego también dentro de esta idea doméstica me gusta que se vea grabando, pues cómo ha sido la película que en muchas ocasiones ha sido así muy, muy íntima. Y luego ella es matemática y tiene una visión totalmente opuesta.
[risas]

(RGA) Sí, sí, se nota y es lo que da un poco el sentido del humor que tiene la película que se agradece.

(ME) Sí, sí.