Rosana G. Alonso

La cineasta estadounidense Marian Mathias acaba de presentar su película, ‘Runner’, en el Festival de San Sebastián, un filme de paisajes que reflexiona sobre la soledad (y el amor) en el Medio Oeste

Marian Mathias | Entrevista | StyleFeelFree. SFF magazine
Marian Mathias en el 70 SSIFF | Fotografía: R.Xo para © StyleFeelFree. SFF magazine

Runner va al encuentro con la imagen y el sonido reverberando en una superficie diáfana hasta conferirle un estado emocional. Su lirismo conecta con el desamparo de sentirse en tensión con un paisaje que, en palabras de Marian Mathias, realizadora del filme, puede aplastarte o liberarte. Por eso, a su protagonista, Haas, solo le queda una opción. Correr. En realidad, dos. Correr o fundirse con el paisaje. Seguirla en este viaje tan redentor por el Medio Oeste americano es uno de los regalos que nos ha traído la 70 edición del Festival de San Sebastián. Esta entrevista es una forma de poder desentrañar los misterios de una cinta que va en busca del amor para escapar de la tristeza. Es la enseñanza que le trasmitió su abuela a una joven Marian Mathias que reconoce estar todavía procesando e investigando lo que la imagen fílmica es o debería ser. Ella habla.

(Rosana G. Alonso) ¿Es tu primera visita a San Sebastián?

(Marian Mathias) Sí, en realidad es la primera vez que estoy en España

(RGA) ¿Y qué tal la experiencia? ¿Cómo está siendo la recepción de la película?

(MM) Genial. Por el momento, y siendo honesta, pienso que está muy bien haber llegado hasta aquí. Tuve la premiere en Toronto, en el TIFF, ante una audiencia más pequeña y ahora estoy en San Sebastián.

(RGA) Esta es tu ópera prima por lo que en realidad es tu puesta de largo ante una audiencia importante. Por eso, me gustaría que pudieses presentarte, ¿qué es lo que te interesa? ¿Cómo te definirías como cineasta?

(MM) Soy consciente de que en este momento estoy todavía aprendiendo a ser cineasta. Todavía tengo un sabor muy fresco de esta experiencia, pero creo que me definiría como una apasionada de las Bellas Artes y, muy especialmente, de la poesía. Realmente mi influencia es una gran variedad de medios. El hecho de hacer cine lo veo un poco como un matrimonio que condensa un montón de diferentes formas artísticas. Al menos, para mí, así es.

La escritura de esta película se hizo a partir de una idea que fue el nombre del personaje principal, que es Haas, y lleva el nombre de mi abuela. Ella me dio muchos consejos cuando era una niña y me sentía especialmente triste. Me decía que cuando me sintiera mal saliera a enamorarme, así que ese fue el comienzo de esta película. Ese es el pensamiento central y mi enfoque para hacer cine, algo que trata de reunir todos los sentimientos que tengo para lograr una experiencia catártica utilizando el amor como respuesta a la tristeza.

(RGA) ¿Tu abuela tiene alguna relación con el cine o con el arte?

(MM) Sí, ella constantemente está esculpiendo, creando arte. Ya tiene 101 años, pero sigue trabajando. Yo siempre la he admirado mucho y solo quería ser como ella. Es la mayor influencia e inspiración en mi vida y, de hecho, me pusieron de nombre Marian por ella, ya que ese es su nombre real.

(RGA) Decías al principio de esta entrevista que tienes diferentes referentes artísticos. He escuchado a algunas personas nombrar a Edward Hopper, aunque personalmente no estoy muy de acuerdo. Bajo mi punto de vista creo que en la película no es tan obvio lo pictórico como lo fotográfico. Diría que hay reminiscencias a Dorothea Lange o Walker Evans. ¿Estás de acuerdo?

(Marian Mathias) Sí, las referencias que haces son correctas. Aunque no me gustaría nombrar solo a un artista, gran parte de la escritura fue un intento de que cada escena fuese como un retrato en estrecha colaboración con el director de fotografía Jomo Fray. Él es un apasionado de Walker Evans y pienso que siempre se van a notar sus influencias. Por mi parte, me encanta Dorothea Lange así que entre los dos hemos creado este universo específico en el que se ven un montón de influencias diferentes.

Además, y aunque no sea algo común en los cineastas, me encanta salir a descubrir localizaciones, por lo que pasé mucho tiempo conduciendo sola por todo el Medio Oeste, en Indiana, buscando lugares como el cementerio. También contaba con una persona que me ayudó en el proceso y que conocía muy bien Indiana. Ella nos llevó a lugares muy hermosos ya que tiene mucha sensibilidad para encontrarlos. Con esto quiero puntualizar que la película es un trabajo coral, un trabajo que hicimos, en conjunto, un grupo de personas.

(RGA) Siguiendo con las influencias, también es muy notable, y además tú lo constatas al principio de esta entrevista, que la Literatura ocupa un lugar muy importante

(MM) Sí, yo estudié poesía cuando estaba en la Universidad. Además, escribo y leo mucha poesía. Si vas a mi casa te encontrarás con muchos libros de poesía. Iba a incluir en la película un par de poemas de Edna St. Vincent Millay, y luego está Robert Frost que no es un poeta al que le interese tanto la belleza del paisaje. A ambos, en realidad, les interesan las personas involucradas en el paisaje. Hay un poema de Edna St. Vincent Millay que trata de cómo el paisaje puede, igualmente, aplastarte o liberarte. Esto supuso una forma de comenzar con el proyecto. Uno de los inicios de la película trataba de dar respuesta a si esta chica podría ser libre, o no, en medio de este paisaje sofocante.

(RGA) Porque la protagonista, en medio de esta atmósfera tan tenebrosa, quiere correr, avanzar, es una luchadora. ¿Cómo surge el título de la película, Runner, y qué sentido le das?

(MM) El nombre de Haas, que es el de mi abuela, deriva de un entorno germánico-suizo. Entonces, investigué la procedencia de este nombre y a partir de aquí empecé a construir la película. El punto de partida es la idea que te comentaba al principio. Mi abuela siempre me decía que tenía que llenar de amor los lugares en los que sintiera dolor. Y bueno, el significado de Haas viene a ser una traducción aproximada de corredor, o conejo, en alemán. Haas elige su destino. Al final, elige correr. Y esa es mi forma también de darle cuidados paliativos. Quería mostrar un cambio en esta chica protagonista y reclamar su identidad. Eso es runner.

(RGA) Otro factor importante son los estados de ánimo. ¿Partes de un estado de ánimo o primero está la idea?

(MM) La idea viene primero y luego se construye el estado de ánimo alrededor de la idea.

(RGA) Además, está la subjetivación de todo lo que vemos, como espectadores, en pantalla. Hay imágenes, planos, encuadres muy evocadores que llaman la atención y contribuyen a crear un universo muy lírico y emocional. ¿Cómo surge esto? ¿Estaba todo planificado a priori? Parece complicado tener esa estructura fílmica desde el principio, pero tampoco creo que algo tan bien acabado se pueda improvisar.

(Marian Mathias) Es una mezcla. Había muchos elementos que estaban ya en el guion, que tenía en la mente. Imágenes como la del coro griego, que es la toma de la casa en la que salen un montón de personas en una esquina. Eso es algo que me perseguía y tenía una idea muy clara de cómo se vería. También hay otras dos imágenes que tenía muy planeadas previamente. Pero una vez que estás en el espacio te nutres del momento presente, que acaba reflejado en el filme.

Por otra parte, tanto mi director de fotografía como yo queríamos que cada personaje fuera parte del paisaje. Esto es, el paisaje también motiva el encuadre. Por eso, cuando se ven tomas en las que el cielo es protagonista puedes pensar que quizás ella, de alguna forma, está ahí, en el cielo. Queríamos que cada personaje dictara el paisaje emocional de la imagen por lo que, en cierta forma, el personaje establece el encuadre.

Esta subjetivación formal, además, parte de un juego y una alianza entre el director de fotografía y yo. Estábamos todo el tiempo tratando de ver los sentimientos inherentes a la película para ver qué le convenía más a la cinta. Fue una obsesión por ver si lo que estábamos haciendo estaba bien o mal. Esto llevó a que tuviésemos que cambiar muchas cosas hasta encontrar lo que queríamos. Pero creo que, colectivamente, estamos muy contentos con el resultado y lo que encontramos.

(RGA) ¿Y qué podrías decirme de la simbología y las sincronicidades? ¿Qué función tienen para ti? Por ejemplo, el tema de la lluvia es clave.

(MM) Sí, yo amo la lluvia. Es como una antagonista, como un personaje dentro de la película. Igualmente, es lo que obliga a Haas a quedarse más tiempo para el entierro de su padre. Y lo que le permite acercarse al chico. La lluvia tiene su propia dinámica y desencadena el proceso de memoria.

(RGA) Luego también hay un tema muy clave que es la soledad y la simbiosis que se establece, para explicarla, entre la casa y la chica que se queda completamente sola y desamparada.

(Marian Mathias) Sí, las casas en el Medio Oeste de los EEUU están muy distanciadas unas de otras. Puedes conducir durante media hora y no ver ninguna casa. Hay mucho aislamiento y yo siempre me he preguntado cómo puedes no estar solo cuando estás tan lejos. La soledad, en la película, tiene mucho que ver con esto.

(RGA) Pero es que además hay una relación muy estrecha entre la casa y la chica. La casa es en sí misma un personaje como lo es el paisaje.

(MM) Realmente queríamos casas que tuviesen un aliento de vida. Tiene su propia historia y sus propias narrativas. Todos los sonidos de la casa y los ruidos que se oyen aspiran a contar la historia. Sí, la casa tiene su propia historia y se siente su propia soledad. Es un vacío, como un caparazón que alberga alguna historia de la gente que la ha habitado.