El arte caribeño-británico es el protagonista de ‘Life Between Islands’, una exposición organizada por la Tate Britain que rinde tributo a casi un siglo de cultura compartida, entre islas, a ambos lados del Atlántico
La Tate Britain de Londres presenta la exposición Life Between Islands (La vida entre islas) que comparte el arte caribeño-británico de cuatro generaciones de artistas. Una historia que busca analizar la producción artística, surgida a ambos lados del charco, entre los primeros artistas caribeños que llegaron a Reino Unido en la década de 1950, hasta la actualidad. En total son 40 los creadores que conforman este relato nunca antes narrado. De esta manera, La Tate rastrea el arte británico-caribeño contemplando todas las ideas expresadas a través del arte. En consecuencia, podemos encontrar tanto pinturas visionarias como fotografía documental.
Entre los autores se incluyen no solo los de raíces caribeñas sino también aquellos que se inspiraron en el Caribe. Así, descubrimos las obras de figuras como Ronald Moody, Frank Bowling o Sonia Boyce junto a los trabajos de Claudette Johnson, Steve McQueen o Grace Wales Bonner. Por otra parte, la variedad de disciplinas que se abarcan van del cine a la fotografía, la pintura, la escultura o la moda.
De los artistas de la generación Windrush al Black Power británico
La muestra arranca con una primera parada para ver el trabajo de artistas de la generación Windrush. Este grupo de creadores está formado por caribeños que llegaron a Gran Bretaña en la década de 1950. Son isleños que desembarcaron en la isla con el objetivo de ayudar en la reconstrucción del país tras la Segunda Guerra Mundial. De esta etapa se rescatan obras de los guyaneses Denis Williams, Donald Locke y Aubrey Williams. Además, se explora el Caribbean Artists Movement (Movimiento de Artistas del Caribe). De este conjunto informal de autores localizamos a Paul Dash y Althea McNish, cuyos diseños textiles modernistas se inspiran en el paisaje tropical caribeño.
Igualmente, se dedica un espacio en este recorrido al surgimiento de la comunidad Black Panther en Gran Bretaña. Este movimiento quedó documentado por las fotografías de Horace Ove y Neil Kenlock. Cabe destacar las fotografías de 1970 de escolares luciendo bolsas con simbología Black Panther. Asimismo, también se recoge una reproducción de The Front Room de Michael McMillan. Con esta reconstrucción, que representa un espacio interior de los años setenta, se pretende evocar el papel del hogar como un espacio seguro donde poder reunirse.
El Black Art Movement
Adentrándonos en la década de 1970 y 1980, accedemos a las obras del Black Art Movement (Movimiento de Arte Negro). Es el turno de las luchas sociales y políticas de los pertenecientes a la segunda generación de la comunidad caribeña-británica. Los principales levantamientos de la década de 1980 se registran en obras como Territories (1984) de Isaac Julien o Death Walk (1983) de Denzil Forrester. En la primera se revela el conflicto entre los juerguistas del carnaval y la policía. En cuanto al trabajo de Forrester es un tributo a Winston Rose, que murió bajo custodia policial. Del mismo modo, se integran las fotografías de Dennis Morris y Vanley Burke sobre escenas habituales en ambientes de lucha y dificultad.
Paralelamente, encontramos las obras de autores que miran al pasado, a la historia colonial y sus efectos. Este es el caso del collage fotográfico de Keith Piper, Go West Young Man (1987) que conecta la horrible deshumanización de la esclavitud transatlántica con la demonización de los jóvenes negros por parte de los medios de comunicación. En adición, Oceans Apart, de Ingrid Pollard, da a conocer la coexistencia del pasado y presente del Caribe y Gran Bretaña a través de íntimas escenas cotidianas.
Las nuevas generaciones de artistas con influencia caribeña
En este punto del recorrido se descubre a los artistas surgidos a ambos lados del milenio. De entre estos, algunos optan por mudarse al Caribe. Es el caso de Peter Doig y Chris Ofili, así como otros que deciden pasar estancias en tierras caribeñas. Estas estadías inspiran los trabajos de Lisa Brice y Hurvin Anderson, como vemos en After Ofelia (2018) de Brice, y Maracas III (2004) de Anderson. Al mismo tiempo, que abraza la cultura británica la población caribeña-británica conforma nuevas identidades y comunidades en Gran Bretaña. Esto se aprecia en el enriquecimiento cultural que surge con influencias que van del reggae al dub, pasando por la implantación anual del carnaval.
El itinerario finaliza con los artistas más actuales, algunos de los cuales han creado obras especialmente pensadas para la exposición. Entre las nuevas creaciones se encuentran los diseños de Grace Wales Bonner que evocan las bandas de música y los desfiles de la Commonwealth caribeña. Otro ejemplo es la instalación fotográfica en la que Liz Johnson Artur muestra los inicios de la escena musical del Grime en el sur de Londres. Todas estas aportaciones del arte caribeño-británico abren un universo de influencias entre islas.
DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN
Título: Life Between IslandsArtistas: varios
Comisariado: David A Bailey y Alex Farquharson
Lugar: Tate Britain, Londres
Fechas: del 1 de diciembre de 2021 al al 3 de abril de 2022
Horarios y tarifas: consultar
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