Tang Contemporary Art de Bangkok presenta el trabajo de Jae Yong Kim en una muestra que simboliza un mundo de liberación, deseos y sueños
Como producto gastronómico el donut es un referente pop por antonomasia. Y es el centro de la producción de Jae Yong Kim (Seúl, 1973), artista al que el Tang Contemporary Art de Bangkok le dedica una exposición. Este alimento que representa el capitalismo y la cultura estadounidense, está íntimamente relacionado con la trayectoria del artista surcoreano. El creador parte del donut como un elemento ornamental o trofeo para ser colgado. Así explica su trayectoria que arranca con una fallida formación reglada en artes en Corea y pasa por intentar vivir en una ciudad como Nueva York, en plena crisis del 2008. Precisamente, es este período el que le impulsa a cambiar su forma de trabajo. Por mera supervivencia, empieza a cocinar y vender donuts para, posteriormente, acabar diseñándolos ya en 2012. Desde ese momento, su producción se ha centrado en las piezas de cerámica que están disponibles en la muestra.
Para Jae Yong Kim el donut significa una pérdida del miedo, del inglés do not fear, jugando con la homofonía en el título, Donut Fear, de esta exposición. Todo comienza con su daltonismo que le impidió ingresar en una escuela de arte en su país natal. Sin embargo, en Estados Unidos, varios profesores le animaron a seguir adelante. Aún así, no fue hasta que empezó a desarrollar la idea de donuts que se liberó por completo. Su trabajo representa una historia de superación. De igual forma, los donuts están íntimamente relacionados con su sentido de la raza. Al haberse criado en diferentes países, nunca terminó de sentirse parte de ninguno de ellos plenamente. Por esta razón, cada donut es una hoja en blanco, una entrada a su diario más íntimo y personal. Un diario que adquiere diferentes formas, patrones, colores y cristales, manifestando su carácter único dentro del conjunto.
Golosinas pop y barrocas
Las series sobre donuts de Kim han contribuido a su reconocimiento internacional, puesto que las audiencias identifican en ellas, claramente, sus influencias. Vemos por ejemplo como las piezas gigantes, creadas con un metal brillante y alejadas de la cerámica que utiliza en la mayoría de las propuestas, recuerdan a Jeff Koons. Además, están las creaciones que invitan a pensar en Andy Warhol. El color, ese gran reto para el artista, vibra y brilla, recordando al glaseado de los comestibles y haciendo sentir al espectador cierto placer. A su vez, Jae Yong está enfocado en la diversión, prioritaria en su producción. Si bien, lo más pop está en el poder que ejercen estas creaciones acentuando la imaginación. Dicho de otra forma, recogen la fuerza de la imagen misma.
Por otro lado, se puede encontrar una influencia más barroca. En concreto se puede apreciar en las obras que hacen referencia al género vanitas. Un estilo que se traduce en un intento de representar el vacío o lo efímero de la existencia. Inspirado por pinturas de los Países Bajos y Flandes, del siglo XVII, Jae Yong Kim rinde tributo a las naturalezas muertas. Con estas obras pretende reflejar la inutilidad de ciertos lujos. Según el escritor y crítico Saemi Cho, “las pinturas de vanitas eran un dispositivo para recordarnos que los seres humanos son mortales y que ninguna riqueza o placer es eterna”. De la misma forma, los donuts colgados en las paredes acaban significando los deseos y expectativas de quien los mira. Al igual que las estrellas en un cielo de noche, “son los trofeos de nuestros deseos”, explica el artista.
Título: Donut Fear: Do Not Fear
Artista: Jae Yong Kim
Comisariado: Yonni Park
Lugar: Tang Contemporary Art Bangkok
Fechas: del 07 de agosto al 12 de septiembre de 2021
Dirección y Horarios: consultar
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