Mediante la exposición ‘La línea del ingenio’, el Guggenheim de Bilbao reúne una selección de artistas rupturistas con las tradiciones y convenciones estéticas

Peter Fischli and David Weiss | La línea del ingenio | StyleFeelFree
Obra: El curso de las cosas (Der Lauf der Dinge), 1987, de © Peter Fischli and David Weiss | Exposición: La línea del ingenio | StyleFeelFree

Con la muestra La línea del ingenio se dan cita en el Museo Guggenheim de Bilbao un elenco de autores que desafían las convenciones estéticas del arte. Para ejecutar tal desafío los artistas emplean materiales y técnicas inusuales, mientras que muchos de ellos juegan con lo lúdico y el humor. El resultado es un conjunto de obras que pueden calificarse de ingeniosas y experimentales, siguiendo, como sugiere el título, la línea del ingenio. Estas piezas pertenecen a creadores de diferentes generaciones, que trabajan con diversos medios y dan buena muestra de la variedad estética existente. Diversidad que es patente en los temas tratados, de ahí que el recorrido expositivo se organice temáticamente.

Desafiando la tradición

La primera sala de La línea del ingenio se dedica a obras creadas fuera de los contextos tradicionales y ligadas a procesos artísticos inusuales. Este es el caso de la pieza Sin título (Habitación de alabastro, 1993) de Cristina Iglesias en la que propone un vínculo entre la arquitectura y lo traslúcido para alterar nuestra percepción del entorno y del espacio. Asimismo, Alyson Shotz juega con la ambigüedad entre la rotundidad y la ligereza a través de Objeto para la reflexión (2017). Por su parte, Peter Fischli y David Weiss en la filmación Como van las cosas (1987) crean una cinemática ilusoria y absurda. Por medio de una reacción en cadena, causante de un caos continuo y controlado, logran una ingeniosa combinación de juego y experimentación. Igualmente, se expone Hichiko Happo (2014) de Yoko Ono, una pintura gestual creada durante una performance pública de la creadora en el Museo.

Lo figurativo y la materia

La segunda estancia de La línea del ingenio explora los modos de representación humana a través de una selección de obras figurativas que dejan patentes las diferentes maneras de abordar la figuración. Estos modos de trabajo revelan la experimentación formal y conceptual que subyace a la representación. A este respecto, destaca la serie de dieciséis lienzos de Georg Baselitz La señora Lenin y el Ruiseñor (2008). Estas figuras humanas se retratan al revés sobre lienzos de gran formato, de modo que se genera una suerte de distanciamiento con el observador. Formalmente, estos cuadros rozan la abstracción, aunque sin perder el componente figurativo.

En este espacio también están presentes once lienzos de la serie Sonrisas (1994) de Alex Katz. Mediante el retrato de mujeres sonrientes, como recurso compositivo reiterado, el artista conduce la mirada del espectador hacia la experimentación pictórica. Dicho experimento se logra con el uso de colores planos, espacios pictóricos poco profundos, fondos monocromos y líneas escuetas. Estos recursos le sirven a Katz para explorar acerca de la tradicional dicotomía figura/fondo y de la naturaleza de la representación y la percepción. Finalmente, una última sala reúne un conjunto de trabajos abstractos novedosos en cuanto a sus materiales y métodos, transgrediendo los propios límites artísticos y ofreciendo posibilidades dispares. Así, Julian Schnabel inserta en sus pinturas fragmentos de platos rotos de vajilla en Bondo. El resultado son piezas inspiradas en los mosaicos de Antonio Gaudí, llenas de motivos distorsionados y texturas recargadas que interrumpen el plano pictórico.

Por otro lado, Erlea Maneros Zabala explora el papel de los medios de comunicación en la conformación de las narrativas contemporáneas. Para ello, se centra en el tratamiento que estos hacen de las imágenes y de su visión subjetiva de la historia. Un ejemplo de tal pensamiento lo encontramos en su obra Grafía Vasca; tipografía y ornamentación: 1961–1967 (2013), compuesta de 39 planchas de cobre. En ella, Maneros se apropia de una iconografía cargada de significado político e histórico, sometiéndola a serialización y trasformación. Con todas estas propuestas, La línea del ingenio pretende revisar varios estilos y movimientos centrados en temas específicos, que comparten el ingenio y el gusto por la experimentación. Es por este motivo, por el que las obras se instalan en diálogo, actuando como lugar para la contemplación de las decisiones materiales y técnicas que los artistas toman para desafiar la tradición.
 

DATOS DE INTERÉS
Título: La línea del ingenio
Artista: varios
Comisariado: Lekha Hileman Waitoller
Lugar: Museo Guggenheim Bilbao
Fechas: del 11 de junio de 2021 a 06 de febrero de 2022
Horarios y tarifas: consultar