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Con un potente imaginario, el thriller que traza Hendrik Willemyns en su primer largometraje, ‘Birdsong’, busca aunar su pasión por la música rebuscando entre bambalinas
Birdsong parece una película japonesa pero es belga. Con un potente imaginario, el thriller que traza Hendrik Willemyns busca aunar su pasión por la música rebuscando entre bambalinas. Compositor de la banda de pop belga Arsenal y un gran apasionado y conocedor de la industria musical, su primer largometraje persigue el esplendor que recrea la iluminación de una sala de conciertos. Sin embargo, más allá de la estética, su intención es otra. En su primer proyecto, quiere dejar constancia de su experiencia vital que le ha permitido ver cómo funciona el estrellato. Cómo se proyectan los sueños y se destruyen en la confrontación humana. Cómo la vanidad y el deseo de alcanzar la fama devora todo a su paso, resquebrajando la inocencia.
La protagonista, Asuka, es una joven madre de familia que trabaja en el turno nocturno de una cadena de televisión. Nada hace sospechar que tiene una ambición tan desmedida por triunfar en la música y de lo que está dispuesta a soportar. Entretejida no tanto para mantener el suspense como para realzarlo, Birdsong conecta la música con la psique humana. Willemyns persigue, al igual que su protagonista, un sueño con su primer largometraje y para ello no contiene su energía. Es una película densa que no descansa, al igual que su personaje central, en su afán por encontrar un lugar. Aquí música, color, efectos especiales y movimiento se dan la mano en una cinta que según se afianza mantiene el pulso. Minuto a minuto, en un marcaje al espectador que espera el momento del realce.
Por eso, según el filme se va acercando el final, esperamos que el telón se levante. Pero acertadamente, el realizador, en un golpe de guion bien pensado, da una vuelta a la historia y nos descoloca. En ese instante comprendemos las estrategias y posición del belga. Con esta película lo que pretende y logra es arremeter contra la industria de la música. Birdsong es una sagaz crítica al sistema del éxito. A cómo las personas son utilizadas y se dejan utilizar por alcanzar el extrapolable sueño americano, que ha calado como modelo de realización vital en todo el mundo. Un modelo que nos trata como piezas de una perversa red humana de lobos y corderos, que no atiende a emociones sino a satisfacciones, que no busca alcanzar un momento de plenitud que se dilata en el tiempo y nos recompone, sino de éxtasis transitorio.