No te preocupes, no llegará lejos a pie | Gus Van Sant toma carrerilla 

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Rosana G. Alonso

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Gus Van Sant se repone de la apática ‘El mar de árboles’ con su última película, ‘No te preocupes, no llegará lejos a pie’. La clave está en la participación de Joaquin Phoenix en un papel hecho a su medida

Coincidiendo con la exposición que le dedica La Casa Encendida a su figura, Gus Van Sant estrena No te preocupes, no llegará lejos a pie, la película con la que el realizador de Elephant vuelve a tomar impulso después de El mar de árboles. Pese a ello, desde Paranoid Park se ha alejado sustancialmente del tipo de cine que le consagró como uno de los cineastas estadounidenses que mejor han sabido captar la iconografía de la juventud americana pareja a la de Larry Clark. Aunque este último, más indecoroso en los detalles que revelan estilos de vida. Ambos han sabido narrar la América pop de los excesos, y el impulso de una juventud perdida, pero suficientemente atractiva para seducir al resto del mundo. En el caso de Gus Van Sant perceptible en los personajes que creó junto a Matt Dillon, River Phoenix, Keanu Reeves o el mismo Joaquin Phoenix en Todo por un sueño, que ahora protagoniza este nuevo trabajo del realizador estadounidense.

El principio de la trayectoria del director de Mala noche fue un tributo a Kerouac, aunque en realidad es una adaptación libre de la novela homónima de Walt Curtis. La obra cumbre del beat por excelencia, En el camino, sigue resonando en toda la filmografía de Van Sant. Influencia que le hizo brillar en la que bajo mi punto de vista es su mejor seña de identidad, Mi Idaho Privado. Filme imprescindible, donde los haya, del nuevo cine independiente americano. Con No te preocupes, no llegará lejos a pie, al menos, se mantiene en la cuerda floja tratando de escapar de un mainstream que le tiene atado de pies y manos. Y en el que no obstante, parece sentirse muy a gusto ya que también le ha reportado algún éxito como el cosechado junto a Matt Damon en El indomable Will Hunting, punto de inflexión en su carrera suspendido por una trilogía, no construida como tal, que comenzó en 2003, para retomar el camino que había dejado atrás, y en la que sobresale como rareza el extraño pasaje de los últimos días de vida de Kurt Cobain.

No te preocupes, no llegará lejos a pie, inspirada en la figura del humorista gráfico John Callahan, se queda a medio camino entre un autor que escavó bajo las ruinas de una América de imposibles, y un director que se debe a una industria del entretenimiento. Para empezar, tiene ritmo, es entretenida y aunque no sucumbe a la fórmula del éxito, sí utiliza muchos recursos de la pura comedia americana para lograr que todo encaje a la perfección. Y es efectivo. Con Joaquin Phoenix interpretando a uno de los historietistas más hilarantes de la historia del cómic estadounidense. Phoenix vuelve a hacer magia en un papel hecho a su medida. Y Gus Van Sant, de paso, toma carrerilla con un título que parece anticipar lo contrario, y que se debe a una de las tiras cómicas de John Callahan, sarcástico con su propia vida como referente. Solo esperemos que siendo como ha sido uno de los directores más consecuentes con la contracultura americana en tan solo un puñado de películas, no vuelva a pararse en seco y que las últimas estrategias para resituarlo _ como la muestra mencionada _ , le den la energía suficiente para volver sobre la esencia de su cinematografía.
 

Tráiler de No te preocupes, no llegará lejos a pie | StyleFeelFree Youtube