Rosana G. Alonso

Arrolladora y sorprendente, ‘Toni Erdmann’ se dirige al espectador con una fina ironía que torna la melancolía en carcajada y viceversa. Una película montada a base de delicadas y densas capas, que entran en cuestiones importantes, sin necesidad de ir a etiquetas

Toni Erdmann | StyleFeelFree
Fotograma de Toni Erdmann | StyleFeelFree
SINOPSIS
En un mundo empresarial muy competitivo, Ines (Sandra Hüller) desarrolla su trabajo, y por extensión, su vida, con cierta displicencia y nihilismo hasta que entra en acción Toni Erdmann (Peter Simonischek). Un personaje ficticio tras el que se esconde su padre, empeñado en acercarse a ella para hacerle cambiar la perspectiva de su vida, volviendo su estrecho mundo del revés

Maren Ade en Toni Erdmann, su laureada última película con la que hizo historia en los Premios del Cine Europeo, no busca la etiqueta que se evidencia cuando ciertas tomas o perfiles se dilatan hacia imaginarios inspirados en lo real y construidos con la única intención de encontrar el aplauso recurriendo a lo innegable. La defensa de grandes valores, proyectados a través de personajes siempre heroicos, difícilmente encuentra condena aunque los medios no sean muy adecuados o estén vacíos de contenido. Pero lo puramente formal que tiende a agasajar al que presencia, en un mundo atropellado de imágenes efectivas y maqueadas, suele ser generalmente más eficaz que tratar de llegar a fondos de difícil sondeo, que admiten, por otra parte, la opción de quedarse en una superficie desde la que no se contempla el conjunto, pero desde la que se puede ver una forma menos adoctrinada.

Con Toni Erdmann, la realizadora alemana, plenamente consecuente con su cometido como mujer cineasta, aunque no sea algo en lo que enfatice, aborda una película con un personaje femenino que, por ello mismo, prefiere describir como neutral,  sin género que reivindique un postulado feminista que se decante hacia lo incuestionable o recriminable (según el caso). Consciente, imagino, del peligro que conlleva utilizar ciertas etiquetas que revelándose en base a patrones, sobrellevan pesadas cargas. Independientemente de adjetivos, atendiendo a las delicadas capas con las que están erigidos los personajes de Toni Erdmann, subcapas, como señala la propia Maren, es imposible no ver en Sandra Hüller, interpretando a Ines, a una mujer que lamentablemente difícilmente encuentra parecido en el cine, a pesar de que es tan real, que su actuación deja de verse como tal y se percibe sintiéndose a flor de piel.

Toni Erdmann, en cambio, hace alusión al otro personaje protagonista interpretado por Peter Simonischek con tal grado de registros ambivalentes, que conjunto a su partner femenina, compone una de las figuras más encantadoras del cine de los últimos años. Ambos forman un difícilmente olvidable tándem con tablas (su dilatada carrera en el teatro lo atestigua) con los que descubrimos los cambios que se han producido en el mundo en los últimos años, lo difícil que pueden llegar a resultar las relaciones familiares, los abismos intergeneracionales que finalmente encuentran, si hay intenciones, parajes comunes desde los que construir lugares imaginarios que soportan este, que visto con propiedad, resulta tan duro, a veces, tan mezquino, otras, tan poco amigable. Especialmente para mujeres que se resignan a olvidarse que son de carne y hueso,  que sobreviven al estereotipo; y aún así, conscientes de que el estereotipo no puede borrarse tan fácilmente, de un plumazo, del imaginario popular y social. Toni Erdmann  tiene tantas lecturas que se debaten entre la ligereza y la profundidad, entre el drama y la comedia, entre la ternura y el desapego, que sin duda alguna ya ocupa un lugar entre las películas más brillantes de lo que llevamos de siglo. Una joya que no es para ver y olvidar. Es para ver y entrever. Toda acción tiene su reacción y a su vez implica una nueva acción, que previsiblemente, esta vez sí, podría tener capacidad de cambiar el mundo atendiendo a perspectivas poco usuales que solo son perceptibles por medio de un humor del absurdo cercano a otro de los grandes, el del sueco Roy Andersson. Si bien, en Maden, desde una concepción femenina del mundo, inevitable, por otra parte. La cadena ya está en marcha. Son tiempos importantes para el cine escrito y dirigido por mujeres, si detrás del género, conscientemente, se ha evitado el género, porque ser mujer implica únicamente ser. El neutro es el artículo que pondrá color al futuro.
 

Tráiler de Toni Erdmann | StyleFeelFree Youtube

FICHA TÉCNICA
Título original: Toni Erdmann
Dirección: Maren Ade
Guión: Maren Ade
Fotografía: Patrick Orth
Diseño de producción: Silke Fischer
Vestuario: Gitti Fuchs
Montaje: Heike Parlies
Reparto: Peter Simonischek, Sandra Hüller, Lucy Russell, Trystan Pütter, Thomas Loibl, Hadewych Minis, Vlad Ivanov, Ingrid Bisu, John Keogh, Ingo Wimmer, Cosmin Padureanu, Anna Maria Bergold, Radu Banzaru, Alexandru Papadopol, Sava Lolov, Jürg Löw, Miriam Rizea, Michael Wittenborn
Fecha de estreno España: 20 de enero de 2017
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