Rosana G. Alonso

Independientemente de la visión de futuro de Mateo Gil, ‘Proyecto Lázaro’ es una película luminosa porque el género de ciencia ficción sirve de papel revelador que, al trasluz, es un alegato a la vida presente

Proyecto Lázaro | StyleFeelFree
Fotograma de Proyecto Lázaro | StyleFeelFree
SINOPSIS
Cuando a Marc (Tom Hughes) le pronostican una enfermedad con desalentadores pronósticos, decide dejar su cuerpo a la ciencia para que lo criogenice a la espera de mayores avances en la medicina. Seis décadas después, en el año 2084, se convierte en el primer hombre en ser devuelto a la vida en un mundo que ha variado sustancialmente. Al menos, para él.

La vida presente es lo que importa. Con esta máxima Mateo Gil ha afrontado su último proyecto cinematográfico alejándose sustancialmente de su anterior trabajo, Blackthorn, un western que se distancia de Proyecto Lázaro  no solo porque esta sea una película con impronta futurista, sino porque de un trabajo a otro ha pasado también de una narración plomiza y aletargada, a otra rítmica que resulta efectiva para condensar la contemporaneidad en un abrir y cerrar de ojos. Un parpadeo visual que parece estar influido, directamente, por un mundo en línea que puede resumir nuestra vida en un contenedor de recuerdos digitales en formato jpeg.

Con la idea inicial de aventurarse a diseñar cómo sería el mundo sesenta años después, el guionista de Abre los ojos  se adentra narrativamente en un terreno sobre el que explorar la inmortalidad ligada a lo monstruoso, al laboratorio científico que nos trae a la memoria las obras de Mary Shelley. Desde un punto de vista que cuestiona, que busca respuestas y las encuentra. Proyecto Lázaro  es un canto a la vida que hace plantearle al espectador el sentido de su existencia aquí y ahora. La inmortalidad como atestigua el físico Michio Kaku en El futuro de nuestra mente  pudiera ser viable en un mañana por llegar, no cabe duda. No precisamente por medio de la congelación como se plantea en la película ya que como señala en dicha obra Kaku, entre otras cosas manifiesta que congelar el cerebro humano en nitrógeno líquido es un procedimiento dudoso. Ya se sabe que el hielo, al expandirse, rompería la pared celular desde dentro. Si bien, sí habla de la viabilidad de tener todos los datos de un ser humano en un conectoma completo que haría posible, décadas después, la vida después de la vida.

Inverosimilitudes de por medio, Proyecto Lázaro  es un ejercicio interesante porque más allá del género de ciencia ficción y la recreación de un hipotético porvenir donde la probabilidad de resucitar podría ser un hecho, hay una intención de buscar un sentido a eso que llamamos vida en una pieza que danza con un ritmo actual, dejando tras de sí una historia romántica sobre la que gira toda la trama. Así, Mateo Gil seduce en Proyecto Lázaro demostrando que se mueve bien en las profundidades de la ficción, cuando esta se deja seducir por una realidad que nos resulta cercana. La ficción y la realidad tienen aquí buenos soportes a los que asirse. De ellos, destacaría el diseño de producción y el montaje — no tanto el vestuario, anclado en exceso en los noventa del pasado siglo, aunque me gusta la idea de confortabilidad y cómo este encaja con el entorno — que consiguen hacer creíble un entramado donde todo se relaciona. El presente, el pasado y el futuro fluyen como si no hubiese fronteras. Y como espectadores, tenemos la sensación de que podemos viajar en el tiempo.
 

Tráiler de Proyecto Lázaro | StyleFeelFree Youtube

FICHA TÉCNICA
Título original: Realive (Proyecto Lázaro)
Dirección: Mateo Gil
Guión: Mateo Gil
Fotografía: Pau Esteve
Diseño de producción: Jofre Farré
Vestuario: Clara Bilbao
Música / banda sonora: Lucas Vidal
Montaje: Guillermo de la Cal
Reparto: Tom Hughes, Charlotte Le Bon, Oona Chaplin, Barry Ward, Julio Perillán, Rafael Cebrián, Bruno Sevilla, Daniel Horvath, Alex Hafner, Godeliv Van den Brandt, Melina Matthews
Fecha de estreno España: 13 de enero de 2017
Consulta todos los ESTRENOS RECOMENDADOS DEL 2017 con valoraciones de películas