¡Ave, César! | Mordida al Hollywood de los cincuenta 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Los hermanos Coen firman ‘¡Ave, César!’ derrochando medios y aglutinando recursos para dejar su perspectiva del sistema de Hollywood y sus entramados

Los Coen se han ganado tal respeto en la industria cinematográfica convenciendo a una gran audiencia, que pueden hacer lo que les venga en gana. En ¡Ave, César!  eso incluye un reparto de lujo conformado por Josh Brolin, George Clooney, Alden Ehrenreich, Ralph Fiennes, Jonah Hill, Scarlett Johansson, Frances McDormand, Tilda Swinton y Channing Tatum haciendo gala de excéntricos personajes que recrean el Hollywood de los cincuenta reparando en detalles como los que nos muestran los espectaculares números coreográficos propios de la década para congratular a una audiencia que después de la II Guerra Mundial empezaba a enfriarse y demandaba una dosis de espectáculo extra. Dos grandes momentos lo festejan. Las asombrosas escenificaciones que muestran a Scarlett Johansson como protagonista de un espectáculo acuático a lo Buby Berkeley y Channing Tatum convenciéndonos con su número de claqué, vestido de marinerito, que los registros que puede interpretar son muchos.

En ¡Ave, César!  los hermanos Coen son menos taciturnos de lo que acostumbran, a pesar de ello, siguen materializando esa atmósfera plomiza característica de su filmografía. En este metraje, recurriendo a una trama que parece envolver todo su hacer, todos sus conocidos procedimientos para que este filme resulte una pieza ágil, mejor por las partes que por el todo. Un conjunto que valorado en su totalidad, parece evidenciar una crítica al sistema cinematográfico de los grandes estudios ensalzándolo al mismo tiempo. De ahí que los Coen pasen de puntillas de la crítica sagaz a lo puramente cómico, consiguiendo así que nadie se moleste; pero también, haciendo que sea difícil entusiasmarse demasiado. Aún así, casi con toda probabilidad el espectador se sentirá cómodo o agradecido con algo, con alguna de las partes. Porque ¡Ave, César!  siendo pródiga en recursos resulta tremendamente elocuente, dejando un espacio abierto que el espectador puede rellenar o no. También puede quedarse con algunos memorables momentos y pasar página. A fin de cuentas, ya desde el título se anuncia como una película de entretenimiento. Aunque también pudiera ser que el César del título sea una alusión a un Hollywood todavía todopoderoso. Cada cual, que extraiga sus conclusiones.
 

Tráiler de ¡Ave, César! | StyleFeelFree Youtube