A propósito de Llewyn Davis | El folk es música para perdedores 

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Rosana G. Alonso

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Con temática y sonido folk, los hermanos Cohen, vuelven a la carga con ‘A propósito de Llewyn Davis’, una película de perdedores perdidos

Alejados del mainstream hollywoodense, los hermanos Cohen, vuelven a la gran pantalla con A propósito de Llewyn Davis, una película gris, como no podía ser de otra forma por la temática y sonido folk que acompaña la cinta. Llewyn Davis, interpretado por Oscar Isaac está inspirado en el cantante americano Dave Van Ronk, una figura esencial en el Brooklyn de los años sesenta. Acompañando a este, otros secundarios esenciales como Carey Mulligan, John Goodman, Justin Timberlake o F. Murray Abraham, componen un paisaje humano que transmite naturalidad al mismo tiempo que conmueve, sin maniqueísmos, por su familiaridad. Esta panorámica parece escupida de una realidad que nada tiene que ver con los flashes, el glamour y la otra América de excesos.

A propósito de Llewyn Davis es un filme de perdedores perdidos que buscan una salida desesperada y desaventurada cuando todo parece abocado a repetirse. De hecho, la película comienza y finaliza de igual manera. Es también una historia de gatos y personajes bizarros, de historias extrañas que no tienen explicación, de aventureros que no tienen nada que perder, de costumbres, de silencios. Pero sobre todo, es una partitura para amantes del folk, o para amantes de la música que tal vez, entre canción y canción, se acaben enganchando a estas melodías tristes y desesperanzadas.

Para los que están cansados de tanto Oscar, esta película, más relajada que algunos de los títulos propuestos por la Academia de Cine de los EEUU, es como un oasis en el desierto repleto de canciones con un sonido increíble entre las que sin duda, cabe destacar, la fabulosa Hang me, oh, hang me y la divertidísima Please Mr Kennedy  que interpreta el trío de voces compuesto por Oscar Isaac —Llewyn Davis—, Justin Timberlake —Jim— y Adam Driver —Al Cody—. Tema que, hablando de Oscars, hemos echado en falta en las nominaciones a mejor canción. Aquí los Cohen en estado puro, pero más cercanos que nunca.