Rosana G. Alonso
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Aunque haya un interés en profundizar en los males de la sociedad francesa, con ‘El pequeño Quinquin’, Bruno Dumont no consigue ofrecer una pieza pulida de certera crítica social

El pequeño Quinquin | stylefeelfree
Fotograma de El pequeño Quinquin | StyleFeelFree


‘El pequeño Quinquin’ es una comedia policial que transcurre en un pequeño pueblo costero en el que Quinquin y sus amigos se entretienen siguiendo las pistas de los policías que han ido a averiguar los extraños sucesos que allí acontecen

 

Hasta El pequeño Quinquin no conocía el cine de Bruno Dumont pero su tráiler me resultó lo bastante original como para pensar que valía la pena comenzar por esta última película en su haber. Considerado con respeto en la industria cinematográfica, su trayectoria ha sido reconocida con reputadas menciones en festivales significativos como el de Cannes y está englobado dentro de lo que se conoce como Nuevo Cine Francés en el que también concurren otros realizadores como François Ozon, que este año también estrenó la fresca y divertida Una nueva amiga. Con todo y a pesar de las altas expectativas, o por ello mismo, El pequeño Quinquin  me ha dejado una sensación más amarga que dulce, de hastío e indiferencia, que de momento no me incita a continuar indagando en la filmografía de Dumont. No porque su planteamiento no tenga un modus operandi propio que le confiera precisamente ese sello de autor que le ha valido cierta reputación.

Supongo que a modo particular no soy capaz de conectar con las peculiaridades que Dumont transfiere a sus personajes y escenas, resultándome excesivamente lento su ritmo en una película de más de 3 horas de duración que si tuviese que sintetizar diría que es una explosiva mezcla entre el proceder que subyace en las películas de Torrente con su absurdo burlesco, la televisiva serie Verano azul —por eso de que está centrada en una pandilla de chavales que busca la forma de llenar su tiempo en verano, en un pueblecito costero en el que ocurren extrañas y funestas circunstancias que han llevado a que un jefe de policía y su secuaz vayan allí a investigar los hechos— y para matizar, mejorando lo anterior, cierto enfoque de El milagro de P.tinto de Javier Fesser. Aunque también haya un interés en profundizar en los males de la sociedad francesa como ocurre también en las sagas de Torrente con respecto a la sociedad española, lo cierto es que no acabo de asimilarlo. Los personajes están bien construidos, el argumento no deja de ser original, sin embargo, lo percibo como un apaño que dista mucho de esas piezas cinematográficas críticas y pulidas como pudieran ser las del sueco Roy Andersson, que recientemente estrenó Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia. Una cinta también centrada en un absurdo que busca cuestionarse la existencia, pero con una complejidad que le falta a El pequeño Quinquin.
 

FICHA TÉCNICA
Título original: P’tit Quinquin (El pequeño Quinquin)
Dirección: Bruno Dumont
Guión: Bruno Dumont
Reparto: Alane Delhaye, Lucy Caron, Bernard Pruvost, Philippe Jore, Corentin Carpentier, Julien Bodard, Baptiste anquez, Lisa Hartman, Frédéric Castagno, Stéphane Boutillier, Philippe Peuvion, Céline Sauvage, Jason Cirot, Cindy Louguet, Camille Cordonnier
Fecha de estreno España: 12 de Junio de 2015
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