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El hasta ahora siempre notable Paul Thomas Anderson con ‘Puro vicio’, su último estreno, se desvía de su impecable trayectoria
Más que vicio en Puro vicio (Inherente vice) de Paul Thomas Anderson lo que quedan son sus secuelas. Thomas Anderson, cineasta imprescindible desde los noventa, marcó un antes y después con excelentes cintas como Magnolia en la que consiguió darle la vuelta a la trayectoria de Tom Cruise interpretando el que posiblemente sea el papel de su carrera, después de tantos otros que le habían dejado una reputación de guaperas sin fondo, donde las haya. Igual de grandes me resultaron los personajes que interpretaron Adam Sandler —acostumbrados como estábamos a verle en papeles de lo más insulsos— en la extraña y fascinante Embriagado de amor o el siempre asombroso Daniel Day-Lewis en Pozos de ambición, sin olvidarnos de las grandes interpretaciones del tristemente fallecido Philip Seymour Hoffman y Joaquin Phoenix en The master. Y parte del mérito sin duda se lo debemos a Thomas Anderson.
Esta es por ello la cinta con la que se me caen dos mitos. El primero, el del propio Thomas Anderson y el segundo el de un Joaquin Phoenix que aquí me resulta de lo más cargante a pesar del buen tino con los personajes masculinos que tiene Anderson y lo atractivo que siempre me ha resultado en pantalla Phoenix. Con temática setentera, de estilo casual, no fiestero al más puro glam que suele ser más habitual en el cine y un protagonista que no solía decepcionarme, las expectativas estaban altas y pensaba que al menos sería una propuesta chispeante al estilo de su Boogie Nights. Pero todo lo que sube, tiene que bajar en algún momento. Y este, a juzgar por el desvarío que se marca, es el tropiezo de Anderson. Igual es que la química con su actor fetiche del momento ya era excesivamente familiar y aflojó. Igual la presión de resultar siempre original le jugó una mala pasada. Igual su interpretación del libro de Thomas Pynchon, en el que se basa el guión, se le fue de las manos. Lo cierto es que a pesar de que más que original, la trama es curiosa, los escenarios con una estética fascinante y el vestuario con bastantes aciertos, es una película que resulta difícil de ver, de entender porque ni siquiera hay voluntad, e incluso grotesca en algunas escenas descabelladas y pretenciosas que no consiguen subir la temperatura ambiental por más que, otra de las cargantes, Katherine Waterston, lo intente. Esperemos que Paul Thomas Anderson se tome unas vacaciones y vuelva con la cabeza despejada y ganas de seguir haciendo ese cine suyo sugestivo, complejo y revolucionario que es auténtico puro vicio, no como este metraje que parece producto de una fumada de varios días.
Título original: Inherent vice (Puro Vicio)
Dirección: Paul Thomas Anderson
Guión: Paul Thomas Anderson (Novela: Thomas Pynchon)
Reparto: Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Katherine Waterston, Owen Wilson, Reese Witherspoon, Benicio del Toro, Joanna Newsom, Martin Short, Hong Chau, Jena Malone, Jordan Christian Hearn, Michael K. Williams, Martin Donovan, Peter McRobbie, Serena Scott Thomas, Belladonna, Eric Roberts, Maya Rudolph, Jeannie Berlin, Sasha Pieterse, Keith Jardine
Fecha de estreno España: 13 de Marzo de 2015